Angela cachetea al delegado regional del transporte publico Alvaro Gabino

*.-La líder de la UGOCP abofeteó al Delegado, la licencia del chofer era buenísima.
*.- Se la dieron en Estados Unidos.

CRONICA DE TIERRA BLANCA

La líder de la UGOCP Ángela Alonso Malpica y un nutrido grupo de conductores del servicio mixto rural y algunos taxistas, se concentraron desde las 11:30 horas en la avenida Francisco I. Madero entre Pedro García y 16 de Septiembre, frente a las instalaciones de la Doceava Delegación de Tránsito del Estado, en espera de la llegada de Álvaro Gabino González Hernández, Delegado Regional del Transporte Público con sede en Córdoba, quien venía a liberar las unidades que fueron detenidas por personal a su cargo, por diversas irregularidades que fueron detectadas en un operativo.
Los transportistas terrablanquenses se quejaban de la forma con la que actuaron los oficiales de Álvaro Gabino y reiteraron en diversas ocasiones no estar en contra de un reordenamiento vial, pero sí estar inconformes con los uniformados y además violentaron sus derechos, pues incluso el taxista Jorge Ramón Mora Aguilar no tenía una licencia de conducir clonada, pues era auténtica expedida en los Estados Unidos de Norteamérica por Barack Obama, Y y aquí no se la aceptaban.
Ángela Alonso le pidió una explicación a Álvaro Gabino sobre este tipo de anomalías, de no aceptar una licencia gringa y el funcionario estatal no le hizo caso y la ignoró, por lo que en una segunda ocasión la líder ugocepista volvió a cuestionar al funcionario estatal y éste la trató de loca y esto molestó a los ugocepistas que por tercera ocasión volvieron a cuestionar al funcionario estatal y al hacer caso omiso e ignorarlos los choferes arremetieron en contra de su humanidad.
Después de unos minutos de fricción, la situación se tranquilizó y nuevamente empezaron las negociaciones.
Los taxistas de Tierra Blanca también se mostraron inconformes en contra del transporte público regional, pues señalan que se tenía que haber aplicado solamente una infracción y no haber detenido las unidades de manera tan arbitraria, en medio de insultos y amenazas con encarcelarlos, “nosotros no somos ningunos delincuentes”, mencionaba Ernesto Lila, líder de los taxistas.