Acertijos
*Si no acaba con la guerra, no es una victoria. Camelot.
MAL COMIENZO
Mal comienza la semana para quien ahorcan en lunes, dice un viejo refrán.
La noche del lunes, el noticiero de ‘Juayderito’ nos llevó por los caminos de la maldad, de las aprehensiones, de las traiciones, de las ejecuciones.
El noticiero más visto del país llevaba 40 minutos con notas rojas. El conductor se apenaba, así estuvo el día, lograba decir.
Lo que antes eran flores, hoy es sangre.
Lo que antes eran notas light, hoy son escándalos de muerte.
Impactante, demoledora, si un extranjero llegara a México y viera su noticiero nocturno, parecería que llegaba al viejo oeste, donde todo lo dirimían a plomazos.
Esto es una guerra, y los que caen parecen prisioneros de guerra, aunque no lo sean, aún en contra del consejo que da el policía número uno del mundo, el colombiano Oscar Naranjo Trujillo, quien en entrevista con el diario El País declara que no vale el calificativo de guerra, a esta lucha que emprendemos.
“Instalar la palabra guerra en el marco de una política de seguridad pública es un error garrafal. Por varias razones, la primera es que desconoce un principio elemental de un Estado de derecho donde el delincuente no es un enemigo a aniquilar; el delincuente es alguien al que el Estado debe someter a la ley y resocializar. Segundo, es un tema que polariza alrededor de la seguridad y la propia palabra no aparece como un valor, sino como un problema. Y tercero, es generar en la mentalidad criminal un estado de certidumbre: mientras me matan, yo mato”.
Nada duele más que la policía municipal -que es la encargada de cuidar a la población, a la que se le paga por eso-, sean los principales operadores de los delincuentes, sus enganchadores, sus cómplices, sus ‘ponedores’, como se vivió en el doloroso caso del hijo de Humberto Moreira. Como se ha vivido en tantos secuestros y delitos (uno de Orizaba es recordado, cuando un subjefe de policía se ‘peló’ después de saberse que era uno de los socios de los delincuentes)
No habrá pena que valga para estos chacales, los que se visten de uniforme y traicionan a todos; a su familia, a sus hijos, al gobierno que les paga, a la sociedad a la que deben proteger, a todos, no dejan de ser traidores repugnantes.
La otra nota que causó impacto fue la de La Ardilla’, otro maloso atrapado. Sonreía como si le hubieran dicho que se había ganado un viaje a Disneylandia con todo pagado. Pero sonríen, me dijo alguien que conoce de estos enredos, porque saben que desde las cárceles seguirán mandando. Y el otro jefe que cayó, El Lazca, cerró la nota del noticiero. Bien por la Marina-Armada de México.
LOS EXGOBERNADORES
Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, se encontró con su antecesor, Fidel Herrera Beltrán, la semana pasada en una boda cordobesa. Hablé a varios amigos a que me dijeran cómo estuvo aquello. Tres me dijeron: ‘no fui requerido’, o sea, no invitado. Uno invitado me dijo que todo fue bonito y cordial, porque la foto de los diarios de Javier y Fidel les hacían ver como de gran cordialidad, como se estilaba en viejos tiempos. Relajados, amigables.
Los tiempos cambian y las cosas también, quien antes fue su alumno hoy es su jefe, y así lo entienden ambos.
Javier declaró que tiene excelente relación con los exgobernadores (pero que al momento solo hay un Juancamaney, que es él), bueno eso lo imaginé, él no lo dijo. Así ha sido a través de la historia, quien se sienta en esa silla manda. Y los que terminaron, ahuecan el ala. Para ser un buen gobernador hay que saber ser un buen exgobernador, dijo Kamalucas cierta vez.
Nombró Javier a tres de ellos, a Patricio Chirinos Calero, a quien se encontró en la boda del hijo de Carlos Salinas de Gortari; a Alemán, de quien seguro ve de vez en cuando; y a Fidel, a quien ve cuando se puede. Se le olvidó Dante, porque quizá al alvaradeño-cordobés no se ha dejado ver por andar en grilla con López Obrador.
Los exgobernadores, como los expresidentes, tienen un papel difícil en la historia.
De los vivos, los que quedan, Patricio Chirinos ha sido quien mejor se ha comportado, se fue y no regresó ni siquiera a ver el mar. Jamás abrió la boca a alguna declaración. Tenía el respaldo del poderoso grupo de Salinas y supo remar contra corriente, con Dante, a quien sucedió, y luego el alemanismo de Alemán hasta el fidelismo de Fidel. Con ninguno se metió. Dedicado a leer y estudiar, vive en México, hombre preparado lee como pocos.
Dante es conocida su trayectoria, ha sido catorce mil veces candidato a gobernador, que ya no se le da. Y no calla porque tiene un partido, el único de los exgobernadores que se hizo de un partido.
Alemán dejó a Montano a que le cuidara la casa y él se fue a vivir en la hospitalidad del jet set del país, donde es bien visto por políticos y sociedad civil.
No agarró hueso porque tiene mucha chamba en Interjet. Sus aviones vuelan muy alto. De vez en cuando viene a Veracruz, y ahora se quiso hacer el chistocito con una declaración de los pende…
Fidel ahí anda, en sus oficinas de Rio Pánuco, atendiendo lo que puede y cabeceando lo que se da. Sabe de los tiempos de la política y cada que puede voltea a ver el mar de Veracruz. Al que extraña, pero ve de a lejitos. Ahora que llegó, contra su costumbre de tirar declaraciones, dijo que estos eran los tiempos del gobernador Duarte y que solo venía a un par de bodas, una en Córdoba y otra en Veracruz.
Duarte en un momento lo rescató. Agradecido por todos esos años que convivieron y que juntos planearon llegar a donde hoy andan, uno en la gubernatura de Veracruz, otro en el altiplano, donde ve pasar el tiempo y asimila más cultura en los libros y ahora anda de abuelo cariñoso.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
Mal comienza la semana para quien ahorcan en lunes, dice un viejo refrán.
La noche del lunes, el noticiero de ‘Juayderito’ nos llevó por los caminos de la maldad, de las aprehensiones, de las traiciones, de las ejecuciones.
El noticiero más visto del país llevaba 40 minutos con notas rojas. El conductor se apenaba, así estuvo el día, lograba decir.
Lo que antes eran flores, hoy es sangre.
Lo que antes eran notas light, hoy son escándalos de muerte.
Impactante, demoledora, si un extranjero llegara a México y viera su noticiero nocturno, parecería que llegaba al viejo oeste, donde todo lo dirimían a plomazos.
Esto es una guerra, y los que caen parecen prisioneros de guerra, aunque no lo sean, aún en contra del consejo que da el policía número uno del mundo, el colombiano Oscar Naranjo Trujillo, quien en entrevista con el diario El País declara que no vale el calificativo de guerra, a esta lucha que emprendemos.
“Instalar la palabra guerra en el marco de una política de seguridad pública es un error garrafal. Por varias razones, la primera es que desconoce un principio elemental de un Estado de derecho donde el delincuente no es un enemigo a aniquilar; el delincuente es alguien al que el Estado debe someter a la ley y resocializar. Segundo, es un tema que polariza alrededor de la seguridad y la propia palabra no aparece como un valor, sino como un problema. Y tercero, es generar en la mentalidad criminal un estado de certidumbre: mientras me matan, yo mato”.
Nada duele más que la policía municipal -que es la encargada de cuidar a la población, a la que se le paga por eso-, sean los principales operadores de los delincuentes, sus enganchadores, sus cómplices, sus ‘ponedores’, como se vivió en el doloroso caso del hijo de Humberto Moreira. Como se ha vivido en tantos secuestros y delitos (uno de Orizaba es recordado, cuando un subjefe de policía se ‘peló’ después de saberse que era uno de los socios de los delincuentes)
No habrá pena que valga para estos chacales, los que se visten de uniforme y traicionan a todos; a su familia, a sus hijos, al gobierno que les paga, a la sociedad a la que deben proteger, a todos, no dejan de ser traidores repugnantes.
La otra nota que causó impacto fue la de La Ardilla’, otro maloso atrapado. Sonreía como si le hubieran dicho que se había ganado un viaje a Disneylandia con todo pagado. Pero sonríen, me dijo alguien que conoce de estos enredos, porque saben que desde las cárceles seguirán mandando. Y el otro jefe que cayó, El Lazca, cerró la nota del noticiero. Bien por la Marina-Armada de México.
LOS EXGOBERNADORES
Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, se encontró con su antecesor, Fidel Herrera Beltrán, la semana pasada en una boda cordobesa. Hablé a varios amigos a que me dijeran cómo estuvo aquello. Tres me dijeron: ‘no fui requerido’, o sea, no invitado. Uno invitado me dijo que todo fue bonito y cordial, porque la foto de los diarios de Javier y Fidel les hacían ver como de gran cordialidad, como se estilaba en viejos tiempos. Relajados, amigables.
Los tiempos cambian y las cosas también, quien antes fue su alumno hoy es su jefe, y así lo entienden ambos.
Javier declaró que tiene excelente relación con los exgobernadores (pero que al momento solo hay un Juancamaney, que es él), bueno eso lo imaginé, él no lo dijo. Así ha sido a través de la historia, quien se sienta en esa silla manda. Y los que terminaron, ahuecan el ala. Para ser un buen gobernador hay que saber ser un buen exgobernador, dijo Kamalucas cierta vez.
Nombró Javier a tres de ellos, a Patricio Chirinos Calero, a quien se encontró en la boda del hijo de Carlos Salinas de Gortari; a Alemán, de quien seguro ve de vez en cuando; y a Fidel, a quien ve cuando se puede. Se le olvidó Dante, porque quizá al alvaradeño-cordobés no se ha dejado ver por andar en grilla con López Obrador.
Los exgobernadores, como los expresidentes, tienen un papel difícil en la historia.
De los vivos, los que quedan, Patricio Chirinos ha sido quien mejor se ha comportado, se fue y no regresó ni siquiera a ver el mar. Jamás abrió la boca a alguna declaración. Tenía el respaldo del poderoso grupo de Salinas y supo remar contra corriente, con Dante, a quien sucedió, y luego el alemanismo de Alemán hasta el fidelismo de Fidel. Con ninguno se metió. Dedicado a leer y estudiar, vive en México, hombre preparado lee como pocos.
Dante es conocida su trayectoria, ha sido catorce mil veces candidato a gobernador, que ya no se le da. Y no calla porque tiene un partido, el único de los exgobernadores que se hizo de un partido.
Alemán dejó a Montano a que le cuidara la casa y él se fue a vivir en la hospitalidad del jet set del país, donde es bien visto por políticos y sociedad civil.
No agarró hueso porque tiene mucha chamba en Interjet. Sus aviones vuelan muy alto. De vez en cuando viene a Veracruz, y ahora se quiso hacer el chistocito con una declaración de los pende…
Fidel ahí anda, en sus oficinas de Rio Pánuco, atendiendo lo que puede y cabeceando lo que se da. Sabe de los tiempos de la política y cada que puede voltea a ver el mar de Veracruz. Al que extraña, pero ve de a lejitos. Ahora que llegó, contra su costumbre de tirar declaraciones, dijo que estos eran los tiempos del gobernador Duarte y que solo venía a un par de bodas, una en Córdoba y otra en Veracruz.
Duarte en un momento lo rescató. Agradecido por todos esos años que convivieron y que juntos planearon llegar a donde hoy andan, uno en la gubernatura de Veracruz, otro en el altiplano, donde ve pasar el tiempo y asimila más cultura en los libros y ahora anda de abuelo cariñoso.
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