Fortin Municipio que Florece!!!

Fortin  Municipio que Florece!!!

miércoles, 10 de octubre de 2012

ES BARCA- MADRID NO CATALUÑA ESPAÑA Por: Gilberto Haaz Diez



Acertijos



*De Pelé: “Naci para el fútbol como Beethoven para la música”. Camelot.

ES BARCA- MADRID NO CATALUÑA ESPAÑA
 
Un tiempo fue llamado el juego del hombre. Tiempos duros y difíciles. Tiempos en que en el área de juego todo tronaban: meniscos y ligamentos. O pasaba el balón, solía decir un rudo defensa, o pasaba el hombre, los dos juntos nunca. Eso se fue recomponiendo con el tiempo y la mafiosa FIFA al paso de los años lo llevó a ser un juego más limpio. Juguemos limpio, llegaron a exigir. Las lesiones dejaban fuera a muchos jugadores, hay una de antología, que fue legendaria, la de Diego Armando Maradona: “Me rompió, Migueli, me rompió…”. Fueron las primeras palabras que salieron la boca de Diego Armando Maradona después de ser abatido violentamente por Andoni Goikoetxea la noche del 24 de septiembre de 1983 en el Camp Nou. Faltaban pocos minutos para las 22.30 horas cuando el central del Athletic ‘cazó’ al argentino en la zona ancha. Una acción que muchos achacaron a la rabia contenida del jugador vasco, que hacía unos minutos había sido víctima de Bernd Schuster, que le había derribado por detrás. Pero Goiko, de víctima pasó a verdugo y se cebó con el tobillo izquierdo del ‘10’ del FC Barcelona. El parte médico facilitado por el doctor Carles Bestit fue estremecedor: “Tiene afectado el maleolo peroneal, desviación del tobillo, arrancamiento de ligamento lateral interno y subluxación de toda la zona”.
Las lesiones eran un todo. ‘Fair Play’, ‘Juega Limpio’, reza en las mantas de los estadios. El juego es una pasión. No hay deporte como el soccer, donde los millones de televidentes, ahora con la magia de las telecomunicaciones, vean un juego importante.
 
LOS CLASICOS
 
En México y España se vivieron dos clásicos, el de Chivas-América y Barcelona-Real Madrid. Vivir un clásico español, es algo que ni la tarjeta Master Card puede comprar. Uno puede ser afortunado, sobre todo cuando se está de paseo en Madrid o Barcelona, para ver  a uno de estos dos gigantes, los dos mejores del mundo. Alguna vez de un tiempo vi al Barcelona, al de Riquelme, y al de Ronaldinho, Márquez, Pujol, Etto. Iniesta y Xavi eran suplentes, al igual que Messi, que apenas debutaba en aquel agosto de 2005, cuando le vi resplandecer. Y a Real Madrid, varias, me queda más cerca Madrid. Un día vi anotar tres goles al portugués Ronaldo. Nada como aquello. Eso es sublime, es como si se fuera a un Coliseo Romano a ver uno de esos duelos cuando los gladiadores se rifaban contra lo que les enviara el César. Que por lo regular eran leones o tigres hambrientos.
América terminó por perder y unos vecinos míos de la coloña Unión Obrera, son mas americanistas que Azcárraga Jean y lloraban como la Zarzamora. Uno de ellos, el hijo, de a tiro se quitó la camiseta amarilla. Eso sí, lloraban bien happys, con la mexicana alegría.
La hora del duelo Barca-Real Madrid paralizó a medio México. La colonia española debió estar lista. Se jugaban todo: mascara contra cabellera, aunque el torneo apenas comienza cuando estos dos se ven las caras, va implícito no solo el resultado, no, va de por medio hasta el nacionalismo y la independencia que piden los catalanes.
Un ejemplo, los comentaristas decían que al minuto 17:14 las banderas catalanas se agitarían porque en el año 1714 el rey Felipe V les aplicó el ‘estense quietos’, y les abolió autonomía, lenguaje y cultura. Nomás pa’ que se eduquen, habrá dicho.
Llegaban los dos equipos, Real Madrid y Barcelona, en su mejor momento, con los dos mejores jugadores del mundo: Messi y Cristiano Ronaldo. El juego resultó como se esperaba. Movidísimo, duro, de pasión, el resultado de empate a dos dio cuenta de lo parejo que ahora andan. Para que no hubiera sorpresas, solo Messi y Ronaldo anotaron. El mejor clásico de clásicos, resumió el diario El País. Los entrenadores: Tito Vilanova: “Creo que no volveremos a ver a nadie mas como Messi. El mejor del mundo con mucha diferencia”. José Mourinho: “Debería estar prohibido decir quién es el mejor del mundo, porque estos dos son de otro planeta”. Al final, mientras todos se daban la mano o los abrazos, los dos mejores del mundo ni se ‘pelaron’. Messi y Cristiano Ronaldo son como Yunes y Fidel. Se ven y ni se saludan, se agachan y se van de lado, pero son los dos mejores del mundo, los futbolistas, digo, no se hagan bolas.
 
LA PATRIA PRIMERO
 
Si el fútbol es patria o muerte, lo escribe Eduardo Galeano: “En el verano de 1916, en plena guerra mundial, un capitán inglés se lanzó al asalto pateando una pelota. El capitán Nevill saltó del parapeto que lo protegía, y corriendo tras la pelota encabezó el asalto contra las trincheras alemanas. Su regimiento, que vacilaba, lo siguió. El capitán murió de un cañonazo, pero Inglaterra conquistó aquella tierra de nadie y pudo celebrar la batalla como la primera victoria del fútbol inglés en el frente de guerra.
Muchos años después, ya en los fines del siglo, el dueño del club Milán ganó las elecciones italianas con una consigna, ¡Forza Italia!, que provenía de las tribunas de los estadios. Silvio Berlusconi prometió que salvaría a Italia como había salvado al Milán, el superequipo campeón de todo, y los electores olvidaron que algunas de sus empresas estaban a la orilla de la ruina.
El fútbol y la patria están siempre atados; y con frecuencia los políticos y los dictadores especulan con esos vínculos de identidad. La escuadra italiana ganó los mundiales del '34 y del '38 en nombre de la patria y de Mussolini, y sus jugadores empezaban y terminaban cada partido vivando a Italia y saludando al público con la palma de la mano extendida.
También para los nazis, el fútbol era una cuestión de Estado. Un monumento recuerda, en Ucrania, a los jugadores del Dínamo de Kiev de 1942. En plena ocupación alemana, ellos cometieron la locura de derrotar a una selección de Hitler en el estadio local.
Le habían advertido:
-Si ganan mueren.
Entraron resignados a perder, temblando de miedo y de hambre, pero no pudieron aguantarse las ganas de ser dignos. Los once fueron fusilados con las camisetas puestas, en lo alto de un barranco, cuando terminó el partido.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario