CAMALEON
“Piedad por la nación que no levanta su voz sino cuando camina en un funeral, que no se vanagloria mas que entre sus ruinas, y que no se rebela sino cuando su cuello ya está entre la cuchilla y la piedra”; he copiado y cito estas reflexiones de Gibrán Jalil porque inspiran y evocan:
En una productiva charla con el Lic. José Zayden Domínguez, cronista de la Ciudad de Xalapa, abordamos diversos temas relativos a la entidad veracruzana. Conocedor de calles, callejones y tradiciones de esta ciudad capital “El Solidario”, como también se le conoce a Pepe Zayden, recordaba la tranquilidad que antaño caracterizaba a Xalapa; las bellas y románticas serenatas que grupos de los jóvenes de antaño (abuelos hoy) gustaban organizar en cualquiera de los muchos espacios verdes de la ciudad: El Parque Juárez, Los Berros, el Parque Lerdo, antes de que perdiera su rala vegetación, Las Palmas, Los Tecajetes, y no muchos más porque la ciudad aún no engordaba.
Coincidíamos en melancólica lontananza que todo yace en el recuerdo, porque Xalapa es ahora una ciudad de estampa muy diferente después de adquirir esa dolorosa enfermedad que la trastorna por vías obstruidas y venas endurecidas por las que circula el letal virus de la inseguridad. El fenómeno es similar en otras ciudades del norte, centro y sur de Veracruz, pues en casi todos los grandes núcleos de población veracruzanos el denominador común es la inseguridad pública. ¿Qué hemos hecho nosotros en calidad de ciudadanos para evitarlo? Me temo que poco, quizás nada; y es probable que todavía no hayamos tomado conciencia de que en el cambio social todos, sociedad y gobierno, llevamos una responsabilidad compartida.
Los temas de la charla prolongaban el contenido de una reunión de trabajo de la Asociación Civil “Otero Ciudadano”, a la que habíamos asistido. Allí compartimos mesa con actores del acontecer social, político, económico, empresarial, literario, académico, periodístico y cultural, que hacen vida en esta otrora muy tranquila, serena y romántica ciudad de las flores. Presumíamos del significado y la responsabilidad que implica pertenecer a una organización políticamente plural y singularmente democrática, en donde nadie es menos que el otro ni presume ser más que el prójimo.
La sucesión de reflexiones concluían en la idea de que es fundamental, necesario, que la sociedad civil se organice para no terminar siendo rehén de los intereses de la élite política, cuyos integrantes no son otros sino aquellos miembros de la misma sociedad a los que, paradójicamente, ésta encumbra solo para que de inmediato se divorcien de los intereses colectivos para enajenarse frente al poder en una relación comúnmente efímera. Porque, habremos de entender, la política está muy por encima de los intereses individuales.
Otero Ciudadano nació en enero de 2011 con el propósito de servir de enlace entre la sociedad civil y la clase gobernante, sin ánimo de estériles confrontaciones, con espíritu propositivo y de colaboración buscando hacer sinergia con el gobierno para participar en la solución de los grandes problemas que aquejan a Xalapa y, por extensión, al Estado de Veracruz.
Arquitectos, Contadores Públicos, Abogados, Licenciados en Administración de Empresas, Periodistas, Deportistas, Luchadores Sociales, representantes de Organizaciones Altruistas, Académicos, Empresarios, Políticos, etc.. Toda una gama de expresiones sociales integran Otero Ciudadano, en donde todo es político, si por esto se entiende que no hay ciudadano cuyo deber solidario es estar consciente del cabal cumplimiento de sus derechos y de sus obligaciones. En su conjunto conforman lo que en el siglo XIX se denominaba “pueblo político”, porque era la minúscula porción de ciudadanos que estaba consciente del suceder nacional. Pero en nuestros tiempos es mucho más amplia la base ciudadana deseosa de participar en la transición; en este sentido Otero Ciudadano está abierto para quienes se interesan por un cambio que beneficie a Xalapa y a Veracruz entero.
Por ello la evocación de la frase de Gibrán Jalil arriba citada, pues ¿para qué esperar tener la soga al cuello si con nuestra actitud y empeño podemos coadyuvar con las autoridades en la solución de los problemas colectivos que a todos compete?
En ese enfoque es destacable la responsabilidad que llevan a cuestas sus directivos Carlos Luna Escudero, Presidente; Rubén Pabello Rojas Vicepresidente; Zaida Lladó, Secretaria; Carlos Ferraez Matus, Comisario, y Refugio Bahena, Tesorero, directivos de Otero Ciudadano y fundadores del grupo. Sin duda, el Doctor Carlos Luna Escudero prosigue esta honrosa responsabilidad con filosófica reflexión, porque a sus múltiples ocupaciones como hombre de empresa añade una más con desinteresado empeño; quienes conocemos el entusiasmo con el que aborda las causas ciudadanas avalamos sin reserva sus propósitos; de hecho, Otero Ciudadano no puede estar en mejores manos, pues se trata de un académico-empresario cuyo prestigio y buena fe no están en tela de juicio.
Como Vicepresidente está el Doctor Rubén Pabello Rojas, un ilustre xalapeño que ha desempeñado importantes cargos en la administración pública, de representación popular (Diputado Local, Diputado Federal, Alcalde de Xalapa, y en su partido (PRI), etc.). De irreprochable conducta pública, incansable, transita en el tramo que pudiera ser el socialmente más productivo de su vida profesional (esto no acaba, hasta que se acaba, senectus dixit), está dedicado a formar profesionalmente nuevas generaciones, en lo que también coincide con Carlos Luna Escudero. ¿Cansado? Para nada, siete productivas décadas lo avalan para impulsar un exitoso proyecto periodístico junto a destacados profesionales de la comunicación.
La Secretaría de Otero Ciudadano la desempeña Zaida Lladó, Psicóloga de profesión, humanamente social; como Rubén, es un animal político con vocación solidaria que la ha llevado a ocupar cargos partidistas y de representación popular. Zaida es académica, ser pensante que aporta su desinteresado esfuerzo en la procuración de beneficios para la comunidad. Testimonio fiel de su interés de género es su investigación publicada en libro acerca de la lucha de la mujer mexicana por conseguir espacios de participación en un universo machista como lo fue el mexicano.
El Lic. Carlos Ferraez Matus es el Comisario de esta Asociación Civil, lo que se escriba acerca de su exitosa trayectoria como hombre de empresa no reflejaría del todo el hecho de que con esfuerzo y ganas de superación es posible colmar aspiraciones personales y demostrar que el éxito económico no inhibe la sensibilidad social ni posterga el prurito de colaborar para conseguir el bien común. La incorporación de Carlos Ferraez Matus a una Asociación de la naturaleza de Otero Ciudadano expresa su desinteresado afán de participar para contribuir al cambio social y político.
La tesorería de Otero Ciudadano la tiene a buen resguardo el General Refugio Bahena, es un distinguido militar comprometido con la sociedad a la que ha servido desde diversas posiciones en el Servicio Público, destacadamente en el ramo de la Seguridad, con probada honestidad y eficiencia; su alistamiento a la organización avala y ratifica la que es una de las características más acentuadas del Ejercito Mexicano al que pertenece: la desinteresada entrega a las mejores causas sociales de México.
Por esto y más, quienes iniciamos el esfuerzo de Otero Ciudadano: Ricardo Ahued, Vicepresidente fundador, José Yunes Zorrilla, asesor fundacional, Felipe Hakim promotor de la idea y Alfredo Bielma Villanueva, presidente fundador, no arriamos banderas sino que proseguimos desde la trinchera de esta Asociación Civil que paulatinamente va arraigándose en el seno social veracruzano para contribuir en lo posible a resolver los grandes problemas de Veracruz. Aquí somos muchos en uno: Otero Ciudadano.
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