• Encabezó la mesa de análisis en homenaje a Jesús Reyes Heroles: “Vigencia de sus ideas a 27 años de su partida”.
Jesús Reyes Heroles fue un ejemplo sobresaliente de político e intelectual; muchos políticos actuales se sorprenderían si supieran que para ejercer cabalmente su oficio hace falta tener ideas.
Tal afirmó el presidente del CEN del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, quien encabezó la mesa de análisis en homenaje a Jesús Reyes Heroles: “Vigencia de sus ideas a 27 años de su partida”, que se realizó en el Salón de Usos Múltiples de la sede nacional del PRI.
Ante Jesús Reyes Heroles González-Garza, ex presidentes nacionales del partido, dirigentes y militantes, resaltó que “ciertamente atravesamos un páramo de pragmatismo, pero la falta de guías ideológicas nos ha conducido de una crisis a otra, y de una a otra guerra”.Si algo caracteriza a la era que vivimos, es la ausencia de ideas orientadoras, afirmó Pedro Joaquín Coldwell, quien sostuvo que Reyes Heroles es un referente imprescindible, cuyo pensamiento nos habría ayudado mucho a remontar los problemas actuales.
El México de hoy es otro, muy distinto al que conoció Reyes Heroles, y lo es, entre otras muchas cosas, porque no hay en este momento figuras de su relieve intelectual, capaces de iluminar el rumbo colectivo con sus luces, aseguró.
“Hay que volver a editar y leer una y otra vez a Don Jesús Reyes Heroles, para refrescarnos la memoria y caer en la certidumbre de que ahí hay verdades perdurables del pensamiento, del país, de que son fuertes nuestras raíces”, apuntó.
La inteligencia y el pensamiento, puntualizó, cuando se aplican por medio del análisis metódico, permiten esas operaciones intelectuales, mismas que le dan sentido al curso de la existencia del individuo y de los pueblos, y conducirlos como el marino, que en la penumbra de la noche toma su sextante y define el derrotero del barco.
Pedro Joaquín Coldwell subrayó: “decía Keynes que nosotros somos esclavos de economistas difuntos. En efecto, lo que ahora nos ocurre fue pensado o hecho por políticos o ideólogos que nos antecedieron, porque la historia es una serie continua de acontecimientos y ninguna época es producto de sí misma, sino resultado dialéctico de las anteriores”.
Y remarcó: “no hay dicotomía entre el intelectual y el político. Quien quiera ser un político cabal debe ser un consumidor y un productor constante de ideas”.
Recordó que Reyes Heroles “fue una inteligencia lúcida, un apasionado campeón de sus convicciones, y tuvo una firmeza de carácter ampliamente reconocida. Bajo su mando, el PRI cobró nuevo esplendor, derrotando en toda la línea a los frentes conservadores de pensamiento”.
Su obra cumbre, aseguró, sería la reforma política, parteaguas que desencadenó un proceso inacabado de perfeccionamiento democrático que dura hasta nuestros días.
Destacó que en la dirigencia del PRI, de 1972 a 1975, Reyes Heroles promovió la militancia de los jóvenes, y se preocupó porque las instancias estatales y municipales del PRI cobraran nueva vida.
“Su obra es duradera e inspiradora. Es el paradigma del hombre de Estado con auténtica vocación laica y social”, concluyó.
En la mesa de análisis participaron también Heriberto Galindo Quiñones, secretario Adjunto a la Presidencia nacional del PRI; Beatriz Pagés Rebollar, secretaria de Cultura del CEN, Rodolfo Echeverría Ruiz, José Fernández Santillán, Rodolfo Duarte Rivas, Otto Granados Roldán, Jorge Medina Viedas y Alberto Silva Ramos.
También asistieron los ex presidentes nacionales del PRI Jorge de la Vega Domínguez, Humberto Roque Villanueva, Pedro Ojeda Paullada y Gustavo Carvajal Moreno.
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