Imagine usted un trato
como el que voy a detallar a continuación y seguro coincidirá conmigo en que
algo huele muy mal para el olfato de los ciudadanos, mientras que para las
autoridades todo está muy bien y no pasa nada (cuando menos su inacción así lo
demuestra).
Un ex diputado federal
de filiación panista crea una empresa dedicada a la instalación de anuncios
espectaculares, y la renta de los mismos, tanto a particulares como a actores
políticos. Recuerde usted que los
espectaculares, son esos anuncios que vemos a los lados de las carreteras y en
algunas zonas de las ciudades, con gran formato, y que cuando son de política
ningún ciudadano les presta la mínima atención, salvo para observar el
maquillaje del político en turno, o la mentira con la que nos tratan de
convencer de que la realidad está equivocada y que el mundo que ellos afirman
haber generado (en su imaginación) es real y debemos de agradecerles su
creación.
Bueno, pues resulta que
los contratos de comodato, implican el uso de un bien , que en este caso es un
espacio público, administrado por un municipio.
Y a cambio de ese uso del bien público, el municipio no cobra nada. Pues los comodatos implican el uso de algo a
cambio de nada, generalmente.
Pues el municipio en
cuestión otorga el uso de la vía pública por seis años, a la empresa de los
espectaculares, en ciertas zonas de su territorio. Además, el municipio se
obliga a proteger los anuncios y brindarles seguridad. Adicionalmente, el municipio se compromete a
construir las bases de los espectaculares, y no sólo eso, el municipio se
compromete más allá del término del mandato de la actual comuna, lo cual
debiera implicar un permiso especial del congreso el estado para suscribir el
mencionado contrato de comodato.
El municipio, que
aparentemente no recibe ningún beneficio por otorgar este contrato de comodato,
se compromete también a indemnizar a la empresa de espectaculares, en caso de
que no pueda instalarlos, comenzando con un compromiso de pagarle un millón de
pesos si el primer año, por la razón que fuera, no pudiera instalar dichos
espectaculares.
Cabe aclarar que
estratégicamente se definieron los espacios de instalación de los anuncios, en
zonas en dónde pondrían en peligro a niños o a transeúntes, razón por la cual,
desde el principio ambas partes sabían que la indemnización tendría que
pagarse.
Después de todo lo
anterior, en estas fechas nos enteramos de que un tribunal solicita al
municipio de Fortín el pago de ese millón de pesos mencionado. Mientras que la empresa de Mauricio Duck sigue
adelante con sus procedimientos legales para obtener lo ofrecido en el contrato
de comodato.
Si una empresa privada
realiza un contrato con el cual obtiene ventajas como las mencionadas, hay que
felicitar a quien negoció dicho contrato, en el cual se expresa la voluntad de
las partes. Si un gobierno municipal
suscribe un contrato como el mencionado, habría que investigar con prontitud
las razones que llevaron a los funcionarios que firmaron dicho comodato, a
hacerlo.
Al cabildo actual,
habría que cuestionarle que la defensa ante el acto de autoridad, no esté
encaminada hacia la falta de autorización del congreso para comprometerse más
allá de los tres años del mandato de César Torrecillas. Y en caso de que hubiera sido aprobada por
el congreso del estado, buscar la instancia correspondiente para cuestionar a
los diputados locales que lo aprobaron, dañando claramente la economía y
seguridad del municipio de Fortín.
Algo huele muy mal en
Fortín. A ojos de toda la ciudadanía las
cosas estaban mal y no se ve que se persiga solucionar los problemas heredados,
ni definir a los responsables. Por
ejemplo, en este caso, si el contrato de comodato fue ilegal, el municipio no
tendría responsabilidad, y entonces la empresa tendría que demandar a los
firmantes, ya no como funcionarios, sino como particulares que la defraudaron
al comprometerse a algo que legalmente no podían suscribir ni cumplir.
Mientras Fortín se
pudre, unos cuantos ciudadanos reclaman airadamente y realizan acciones
políticas o legales. Mientras la inmensa
mayoría espera calladamente la hora de las votaciones para expresar en las
urnas su opinión.
www.josecobian.blogspot.com miguelcobian@gmail.com @jmcmex
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