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domingo, 16 de septiembre de 2012

Don Mario Hernández Posadas por: Héctor Yunes Landa



ARTICULISTA INVITADO





El pasado viernes 14 de septiembre México y Veracruz sufrió una gran pérdida por la muerte de un hombre comprometido con su estado, con su país y con su tiempo: Don Mario Hernández Posadas.
Este relevante líder social nació en Xalapa el 9 de octubre del año 1929. Fue dos veces diputado federal; la primera en la XLVI Legislatura, de 1964 a 1967, y la segunda en la L Legislatura, de 1976 a 1979, la primera por el VI distrito electoral federal y la segunda por el distrito electoral federal XII. Fue también senador de la República durante las legislaturas LII y LIII, de los años 1982 a 1988, ocasión en la que coincidí con él como Diputado federal por Xalapa de 1985 a 1988.
Fue amigo entrañable de mi padre y por ello tuve la oportunidad de conocerlo personalmente, así como de conocer también tanto su impresionante trayectoria profesional y política como su profundo conocimiento y vocación por el campo mexicano. “El Tigre”, como afectuosamente le llamaban sus familiares y amigos, a consecuencia –se dice- de que propia madre así le llamara, fue todo un personaje de la vida política y social de Veracruz y de México.
Fue hijo de Don Pablo Hernández uno de los primeros líderes agraristas y quien fuera nombrado primer empleado agrario del país el 6 de enero de 1915. A consecuencia de esto, Don Mario se formó en la escuela del mejor agrarismo y tuvo la oportunidad de alternar con los líderes agrarios más connotados, debido a la amistad que guardaban con su señor padre. Fue así como recibió la influencia de Úrsulo Galván, José Cardel, Sóstenes Blanco, Carolino Anaya, entre muchos otros.
Quizá por ello abrazó la profesión de Ingeniero Agrónomo, habiendo sido líder de este gremio, tanto a nivel estatal como nacional, además de haber ocupado diversos cargos administrativos en el sector agrario y agropecuario de nuestro país. En él ámbito partidista fue un priísta muy distinguido, que ocupó diversos cargos en nuestro instituto y llegó a ser líder de los diputados del sector campesino y líder nacional de la CNC.
Los gobernadores de Veracruz procuraron tener siempre la opinión y el consejo sabio de Don Mario, quien tuvo en todo momento la disposición de servir a su partido y a su estado natal, participando siempre con entrega y entusiasmo. Asimismo, a nivel nacional muchos fueron los presidentes de la República, secretarios de Estado y políticos que abrevaron en la experiencia y sabiduría de Don Mario Hernández Posadas.
Personalmente tuve ese gran privilegio. Durante mi gestión como Presidente del Comité Directivo Estatal de mi partido, le invité a participar como secretario adjunto a la Presidencia, al lado de Don Manuel Ramos Gurrión, con quien Don Mario compartió la honrosa distinción de representar a Veracruz en el Senado de la República y de Don Marcos López Mora, hombre también experimentado y de lealtades.
Fueron muchos los momentos de interacción en los que pude aprovechar su vastísima experiencia y el inagotable conocimiento que Don Mario generosamente me dispensó. Cada plática con él y cada una de sus sugerencias fueron en todo momento de un valor inapreciable y de una utilidad política muy especial. Siempre recordaré esas largas pláticas, llenas de anécdotas políticas que teníamos todos los lunes durante mi desempeño como Presidente de nuestro partido, las que concluían en la puerta de su casa, a donde lo llevaba al filo de las 3 de la tarde. Nunca olvidaré que, a punto de despedirnos, siempre iniciaba una nueva anécdota la que dejaba a la mitad con el ofrecimiento de que “la próxima ocasión que nos veamos, se la platicaré completa” y con ello me dejaba “picado” y deseando volver a verlo muy pronto para conocer su conclusión.
Durante su último año de vida, a sabiendas que ya poco le quedaba de ella, me confió, en reiteradas ocasiones, de su interés porque un busto de él se colocara en el callejón que está frente a su querida Liga de Comunidades Agrarias y que ese callejón llevara su nombre. En su funeral, el señor Gobernador, Dr. Javier Duarte de Ochoa, acordó que ese último deseo de Don Mario, se cumpliría.
Siempre me he sentido muy afortunado de contar con la amistad, aprecio y colaboración de los políticos y líderes del PRI veracruzano que, con su trabajo, lealtad y aportación a nuestro partido le han hecho vivir sus mejores momentos. Si bien me propuesto siempre respaldar a los jóvenes, impulsar su despegue y aprovechar su gran energía, también he mantenido un interés muy especial en aprovechar para bien de nuestro instituto la sabia participación  de nuestros líderes históricos, como fue siempre el caso de nuestro querido “Tigre”.
Esa mística política, esa vocación de servicio, el conocimiento de nuestra problemática agropecuaria y la convicción de que el campo es una de las mayores riquezas con las que cuenta nuestra nación, así como la firmeza en la lealtad partidista de Don Mario, son prendas difíciles de encontrar hoy en día. Pienso, personalmente, que vidas, ejemplos y trayectorias como las de Mario Hernández Posadas, deben ser considerados y constituidos en auténticos legados y guía ideológica para la acción de nuestro partido y para la tarea de gobierno.
Por eso no es exagerado reiterar que México y Veracruz han sufrido una gran pérdida y una ausencia irreparable que dejarán un vacío insustituible con la muerte de un líder histórico de la talla de Don Mario. Estoy seguro que su ejemplo de lucha a favor del campo mexicano y su gran aportación a la vida política, administrativa y social, de Veracruz y de México, habrán de perdurar, y servirán de ejemplo e inspiración a las nuevas generaciones de líderes sociales.
Descanse en Paz Don Mario Hernández Posadas, veracruzano ilustre y mexicano excepcional.

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