Apenas un amigo reportero me
preguntó en mi calidad de consejero de la cámara de comercio en pequeño
respecto a la instalación de tiendas pequeñas de una gran cadena comercial
internacional. Inmediatamente le hice
una serie de reflexiones que creo saludable compartir contigo que me haces el
favor de leerme.
Normalmente las tienditas de la
esquina, las tienditas de barrio, se han convertido en la solución de vida para
jubilados y pensionados, para personas de la tercera edad en general y también de
manera muy importante, para personas de cualquier edad que en el autoempleo,
atendiendo esa tiendita ¨de la esquina¨, han podido encontrar un trabajo en una
economía como la mexicana, que no produce los suficientes empleos como para
satisfacer la demanda de tantos jóvenes y no tan jóvenes, que requieren
ocuparse en un trabajo legítimo.
En algunos países avanzados,
como es el caso de Francia, Italia y Japón, la legislación federal impide la
competencia a esas tienditas de barrio, por parte de los grandes conglomerados
comerciales mundiales, pues se ha evaluado el beneficio que acarrea la
instalación de tiendas de grandes empresas, y el perjuicio que causan en el
empleo de decenas o cientos de personas que al instalarse una empresa de este
tipo, pierden la posibilidad de autoemplearse.
Las autoridades miden el
desarrollo económico en México, en función de cuánto se parecen nuestras
ciudades a las de Estados Unidos, con sus grandes centros comerciales y la
replicación de unas cuantas tiendas en todo el territorio de la unión
americana. Allá el capitalismo salvaje
comienza a hacer crisis, sin embargo, su nivel económico y el tamaño de su
economía, así como la costumbre de respetar a los mayores y otorgarles la confianza
para emplearlos en mil y un labores diferentes, pero adecuadas a su edad, ha
permitido que esos grandes monopolios no afecten en demasía la calidad de vida
de los americanos.
En México al contrario, nuestra
economía es raquítica, su crecimiento es insuficiente, y tenemos niveles de
desempleo comparables con las economías en crisis de Europa, salvo que aquí los
parámetros que usa el gobierno para medir el desempleo están hechos a modo,
para aparentar un desempleo muy inferior al real. Aún así, nuestros legisladores y autoridades
están más preocupados por sus propios intereses y asuntos, que por el bienestar
de los ciudadanos. Por ello, en lugar de
tener una legislación que impida la instalación de las sucursales de esos
grandes monopolios en colonias populares.
El desarrollo económico no debe
medirse en función de las grandes cadenas comerciales que se instalan en una
ciudad, sino en el mayor o menor bienestar de sus habitantes. Lamentablemente no hay políticas nacionales,
ni estatales ni municipales al respecto, ni cultura o interés por parte de las
autoridades respecto a este punto y a muchos otros que afectan la vida de
muchos o de todos los mexicanos.
Apenas en una reunión con el diputado local
(PAN) Juan Carlos Castro, me enteré de que a petición de industriales y comerciantes
del estado, se generó una iniciativa de ley para que pequeños y medianos puedan
participar en las licitaciones del gobierno de Veracruz. Esta iniciativa busca
que vía internet se tenga acceso a las bases de la licitación, ahorrando todos los costos de traslado a
Xalapa, que hacían prohibitivo competir a muchos empresarios del estado. Curiosamente esta iniciativa está
¨congelada¨ en comisiones, y más curioso aún resulta que ni las cámaras de
comercio, ni las de industria han presionado a los diputados locales para que
se revise y apruebe esta idea de Compra Ver,
que sería muy similar a la de compra net que utiliza el gobierno
federal. No cabe duda que tenemos lo que
nos merecemos, pues nadie exige nada a nuestros servidores públicos, todavía,
incluso en las cámaras empresariales existe la sumisión a los tlatoanis del
gobierno.
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