Me acabo de enterar de que una persona de
55 años tuvo un problema de gastritis crónica por años. Los distintos médicos
que consultó buscaron en vano los orígenes y las posibles soluciones. En varias
ocasiones le hicieron endoscopías, con la finalidad de encontrar algún motivo o
razón de sus problemas de gastritis que día con día se agravaban. Problemas digestivos e incluso intestinales
la llevaron a ella y a su familia a desesperarse y buscar ayuda en los lugares
más inverosímiles, hasta que un día llegaron con un médico en el puerto de
Veracruz, quien después de examinar las montañas de exámenes clínicos y las
distintas opiniones de los doctores que la atendieron, inició un pequeño
interrogatorio para llenar él mismo la historia clínica de su nueva paciente. Al final del interrogatorio, el doctor le
dijo a la dama y a su esposo, que con la siguiente pregunta resolvería el caso,
dejando sorprendidos a ambos, que jamás hubieran esperado que en una sola
consulta –la primera-, se resolviera un problema que los traía dando vueltas
desde hacía diez años.
Ansiosos preguntaron cuál era la siguiente
pregunta, y el doctor salió con algo que al principio consideraron una
tontería… Preguntó: ¿Sra. usted desayuna todos los días un plato de papaya,
verdad? Marido y mujer se sorprendieron,
pues la respuesta era afirmativa, y se preguntaban cómo fue que el doctor supo
eso, y que tenía que ver con su gastritis crónica.
El doctor pasó a explicar que de México
hasta tierra de fuego, hay varias frutas que se maduran artificialmente desde
hace más de un siglo, y que para la maduración se utiliza el carburo de calcio,
que al reaccionar con el aire o el agua genera un gas, el etileno que a su vez,
en contacto con los frutos, provoca que éstos maduren de manera uniforme. Así, el ciclo de producción de la fruta,
termina cortando ésta en verde, madurándola artificialmente con el carburo de
calcio, y posteriormente su venta al público en general.
El médico explicó que el carburo de calcio
en las dosis correctas, generalmente es inocuo para la salud de los
consumidores, pero que su manejo es sumamente peligroso, para quien madura la
fruta, a tal grado que en Estados Unidos hay normas muy estrictas en cuanto al
manejo de la sustancia. Y que por otra parte, los excesos de carburo de calcio
en la maduración de la fruta generaban residuos peligrosos para la salud de los
humanos. Generalmente en el tracto
digestivo es dónde se manifiestan dichos problemas de salud, aunque también se
presentan en el aparato respiratorio.
Explicó que en Veracruz es común el uso
del carburo de calcio para madurar diversas frutas, como el plátano, la piña,
el mango y la papaya entre otros. El problema se presenta ante la falta de
normas de sanidad que definan claramente la cantidad de carburo de calcio por
tonelada de fruta y su debida distribución para evitar acumulaciones en cierto
sector de cada tonelada, y cantidades inferiores en otras áreas. Además, ninguna autoridad, en particular las
de salud, vigilan los contenidos de Carburo de Calcio en la fruta para consumo
humano. No hay protocolos para medir si se aplicó la cantidad adecuada, y sobre
todo, si se ventiló la fruta de manera adecuada, una vez terminado el proceso
de maduración.
En conclusión. La Sra. dejó de consumir
papaya en el desayuno y como por arte de magia eliminó su malestar por
gastritis crónica. Le dejo el dato a
usted amable lector, porque si sufre de acidez y problemas gástricos, puede
deberse a consumir fruta carburada en exceso, o ventilada de manera incorrecta,
y por lo tanto con residuos químicos peligrosos para su salud.
Mi frustración surge porque traté de
encontrar en internet los problemas que genera para la salud el consumir fruta
carburada, y no encontré absolutamente nada. Si acaso, normas de estados
americanos, para el maneo del carburo, elemento al que consideran allende el
Bravo, como producto químico peligroso y venenoso. Si usted sabe algo más al respecto, será
bienvenida la información a mi dirección de correo electrónico.
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