*De Rubén Darío: “Aborreced las bocas que predicen desgracias eternas”. Camelot.
AH QUE BLATTER
Termina mayo. Joseph Blatter es el capo que controla la presidencia de la FIFA. La FIFA es como el Vaticano en el futbol, pero sin mafias ni espías. Presidente como una vez lo fue el brasileño Joao Havelange, el amigo personal del Tigre Azcárraga y Don Cañedo, como solía llamarle a este último, un par de mexicanos respetables que trajeron dos veces el Mundial de Fútbol a México.
Blatter, en sus horas de nostalgia y de tristeza, quiere que se acaben los rezos en las canchas. Que ya nunca más veamos a los brasileños tomarse de las manos y rezar antes del juego. O a Chicharito, que acostumbra hincarse en el campo, extender los brazos como un Cristo en el césped y hacer su pequeña oración para que Dios le ayude a meter un par de goles, mínimo.
A veces Dios no se mete en esas cosas de los marcadores.
Billy Graham, que era predicador de los buenos, era asiduo jugador de golf. Un día dijo: “En realidad, el Señor contesta mis oraciones en todos los lugares menos en el campo de golf”. Así puede que ocurra con los futbolistas.
Cuando España jugaba la final del futbol en Sudáfrica, que ganó a Holanda, un aficionado que lo veía en la tele, dijo: “No rezamos pidiendo el triunfo de España para no crearle conflictos a Dios, dado que también vimos como se santiguaban y rezaban los contrarios”.
Ahora Blatter no quiere eso. Tendrán que persignarse a escondidas, como en los tiempos de la Cristiada, cuando cerraban templos y cuando los curas daban misa contra la pared. Ah que Blatter.
LOS INDESEABLES
Flaco favor le hacen a Peña Nieto que un parcito de sangre-gordas salten al escenario. Emilio Gamboa Patrón, que asesta un golpe a Andrés Manuel y le dice que regresa el odio. Otro, Jorge Emilio González, el Niño Verde, como el burro hablando de orejas, dice, sin verse en el espejo, que los estudiantes del ‘#Yosoy132’ son ninis: ni estudian ni trabajan. Mira tú. Oíloooo, diría Capulina. Si algunos estorban a la campaña de Peña Nieto, son este par de bribones. Gamboa, por ser un dinosaurio malo, porque hay dinos buenos. El chamaco verde, porque ha sido un zángano desde que su papi le compró un partido y solo piensa en yates y en living la vida loca como la hija de Romero Deschamps.
LA PEJE CARTA (LA OTRA MEJILLA)
La esposa de Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Muller, envió una carta vía su Facebook al poeta Sicilia. En respuesta de la zarandeada que le dio Javier al Peje en la reunión del Alcázar de Chapultepec. Va:
“Estimado Javier Sicilia: sé que el cariño no excluye la crítica, sé que la admiración no complace el disgusto. Pero también sé que has sido injusto al vapulear al único mexicano que ha dado la cara a favor de víctimas, desprotegidos y marginados, mucho antes incluso que tú. Andrés Manuel es lo mejor que tiene México. Te digo NO al voto nulo, no a la manipulación, no al desconsuelo. Te digo SÍ al amor, sí a la esperanza, sí a la transformación de México por la vía democrática, pacífica y consciente. VIVA AMLO.
Beatriz Gutiérrez Muller.
P.D. Javier Sicilia: aquí te pongo mi otra mejilla”.
UNA DE LA ALDEA
El Emirato de Orizaba recompone una obra balín. De trienio muy pasado. Junto a una maquina de ferrocarril, en la vieja calle Real, oriente 6, casi frente al Asilo Mier y Pesado, unas fuentes que fueron donadas por una mano altruista, no quedaban bien y tiraban un chorrito como orinada de niño pequeño. Abrieron los trabajadores del Ayuntamiento y encontraron la falla. Tenía pura pedacería de PVC. Gachos. Retacería. Parchada toda. La hicieron nueva y debe quedar funcionando pues es un activo bello de esta ciudad, que tiene los mejores prados de cualquiera del estado. Y no lo digo yo, lo dicen todos los que la visitan, que parece Versalles de día y de noche.
LA PRIMAVERA MEXICANA
Los estudiantes lo son todo. En los sucesos de 1968, cuando el país tuvo su parteaguas, decían los especialistas en movimientos sociales que estudiantes nunca derrumban gobiernos. Que lo tienen que hacer al lado de los obreros. Salvador Allende cayó cuando perdió el respaldo de los obreros. Pero de algo sirven las bellas protestas. Las televisoras han dicho que sí van al debate. Que abren los canales para que la población vea ese debate. En un país donde la pobreza lacera, y donde no todos tienen recursos para pagar los cables de señales televisivas, la televisión abierta lo es todo. Por eso se pide la Tercera Cadena, para que haya otra opción. Pues bien, el duopolio se abre. Eso se les debe a los estudiantes en su Primavera Mexicana, como han osado llamarle al levantamiento que comenzó en la Ibero y que crece por doquier.
Quizá tampoco sean factor para cambiar una elección.
Pero de que han sido factor para ser oídos y abrir canales, lo han sido.
Cito a Sartre. En Mayo de 1968: “La universidad está hecha para formar hombres capaces de dudar. Dicho de otra manera, un hombre de cuarenta y cinco años debería saber que las ideas que se ha formado, después de haber discutido las de las gentes que lo instruyeron y ayudaron, serán discutidas a su vez, dentro de cinco años, por aquellos a quienes él mismo instruye y que le dirán: "Ya no es así, es otra cosa". Esto, en el fondo, es el primer signo del envejecimiento. Llega entre los treinta y cinco y los cuarenta y cinco años. Pero si después de haber dicho lo que se tenía que decir se aprende a ponerse en duda con la ayuda de los otros, entonces uno puede prolongar un poco su edad madura, su vida útil”.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
Blatter, en sus horas de nostalgia y de tristeza, quiere que se acaben los rezos en las canchas. Que ya nunca más veamos a los brasileños tomarse de las manos y rezar antes del juego. O a Chicharito, que acostumbra hincarse en el campo, extender los brazos como un Cristo en el césped y hacer su pequeña oración para que Dios le ayude a meter un par de goles, mínimo.
A veces Dios no se mete en esas cosas de los marcadores.
Billy Graham, que era predicador de los buenos, era asiduo jugador de golf. Un día dijo: “En realidad, el Señor contesta mis oraciones en todos los lugares menos en el campo de golf”. Así puede que ocurra con los futbolistas.
Cuando España jugaba la final del futbol en Sudáfrica, que ganó a Holanda, un aficionado que lo veía en la tele, dijo: “No rezamos pidiendo el triunfo de España para no crearle conflictos a Dios, dado que también vimos como se santiguaban y rezaban los contrarios”.
Ahora Blatter no quiere eso. Tendrán que persignarse a escondidas, como en los tiempos de la Cristiada, cuando cerraban templos y cuando los curas daban misa contra la pared. Ah que Blatter.
LOS INDESEABLES
Flaco favor le hacen a Peña Nieto que un parcito de sangre-gordas salten al escenario. Emilio Gamboa Patrón, que asesta un golpe a Andrés Manuel y le dice que regresa el odio. Otro, Jorge Emilio González, el Niño Verde, como el burro hablando de orejas, dice, sin verse en el espejo, que los estudiantes del ‘#Yosoy132’ son ninis: ni estudian ni trabajan. Mira tú. Oíloooo, diría Capulina. Si algunos estorban a la campaña de Peña Nieto, son este par de bribones. Gamboa, por ser un dinosaurio malo, porque hay dinos buenos. El chamaco verde, porque ha sido un zángano desde que su papi le compró un partido y solo piensa en yates y en living la vida loca como la hija de Romero Deschamps.
LA PEJE CARTA (LA OTRA MEJILLA)
La esposa de Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Muller, envió una carta vía su Facebook al poeta Sicilia. En respuesta de la zarandeada que le dio Javier al Peje en la reunión del Alcázar de Chapultepec. Va:
“Estimado Javier Sicilia: sé que el cariño no excluye la crítica, sé que la admiración no complace el disgusto. Pero también sé que has sido injusto al vapulear al único mexicano que ha dado la cara a favor de víctimas, desprotegidos y marginados, mucho antes incluso que tú. Andrés Manuel es lo mejor que tiene México. Te digo NO al voto nulo, no a la manipulación, no al desconsuelo. Te digo SÍ al amor, sí a la esperanza, sí a la transformación de México por la vía democrática, pacífica y consciente. VIVA AMLO.
Beatriz Gutiérrez Muller.
P.D. Javier Sicilia: aquí te pongo mi otra mejilla”.
UNA DE LA ALDEA
El Emirato de Orizaba recompone una obra balín. De trienio muy pasado. Junto a una maquina de ferrocarril, en la vieja calle Real, oriente 6, casi frente al Asilo Mier y Pesado, unas fuentes que fueron donadas por una mano altruista, no quedaban bien y tiraban un chorrito como orinada de niño pequeño. Abrieron los trabajadores del Ayuntamiento y encontraron la falla. Tenía pura pedacería de PVC. Gachos. Retacería. Parchada toda. La hicieron nueva y debe quedar funcionando pues es un activo bello de esta ciudad, que tiene los mejores prados de cualquiera del estado. Y no lo digo yo, lo dicen todos los que la visitan, que parece Versalles de día y de noche.
LA PRIMAVERA MEXICANA
Los estudiantes lo son todo. En los sucesos de 1968, cuando el país tuvo su parteaguas, decían los especialistas en movimientos sociales que estudiantes nunca derrumban gobiernos. Que lo tienen que hacer al lado de los obreros. Salvador Allende cayó cuando perdió el respaldo de los obreros. Pero de algo sirven las bellas protestas. Las televisoras han dicho que sí van al debate. Que abren los canales para que la población vea ese debate. En un país donde la pobreza lacera, y donde no todos tienen recursos para pagar los cables de señales televisivas, la televisión abierta lo es todo. Por eso se pide la Tercera Cadena, para que haya otra opción. Pues bien, el duopolio se abre. Eso se les debe a los estudiantes en su Primavera Mexicana, como han osado llamarle al levantamiento que comenzó en la Ibero y que crece por doquier.
Quizá tampoco sean factor para cambiar una elección.
Pero de que han sido factor para ser oídos y abrir canales, lo han sido.
Cito a Sartre. En Mayo de 1968: “La universidad está hecha para formar hombres capaces de dudar. Dicho de otra manera, un hombre de cuarenta y cinco años debería saber que las ideas que se ha formado, después de haber discutido las de las gentes que lo instruyeron y ayudaron, serán discutidas a su vez, dentro de cinco años, por aquellos a quienes él mismo instruye y que le dirán: "Ya no es así, es otra cosa". Esto, en el fondo, es el primer signo del envejecimiento. Llega entre los treinta y cinco y los cuarenta y cinco años. Pero si después de haber dicho lo que se tenía que decir se aprende a ponerse en duda con la ayuda de los otros, entonces uno puede prolongar un poco su edad madura, su vida útil”.
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