*La función comienza. Ahora a cuidar las taquillas. Camelot.
LA ESPAÑA DE LA FINAL
Cuando Cesc Fábregas, jugador del Barca y de la selección española, puso el balón en el manchón de penalti, al tocarle el quinto decisivo para ir a la final de la Copa Europea. Algo le hablaba. O al balón o al pasto. Parecía Tom Hanks en la cinta Naufrago, cuando, en la soledad, se hizo amigo de aquel balón maltrecho al que llamaba Wilson y le lloraba ante su ausencia cuando la mar se lo tragaba. Cesc comentó que si. Que le dijo, cuando puso el balón en el punto de penalti: ‘No me falles’. Aquí le he dicho: ‘Tenemos que hacer historia’ o ‘no me falles’, no lo sé, me lío. Es una pasada, llegar a tres finales en cuatro años. Me he acordado de mucha gente. De mi familia. Ahora me arrepiento de haberles dicho que no vinieran”.
Alguien le pasó un móvil. Era su madre. Las emociones a flor de piel.
Pidió tirar el quinto como en la contienda pasada en Viena. Que con ese quinto tiro se metieron a la final.
DEL BOSQUE
El entrenador del Bosque comentó que lo llevaba como segundo tirador, pero el mismo Cesc pidió el quinto. El decisivo. Como seguro lo pidió en la otra orilla, Cristiano Ronaldo, el portugués, que se quedó sólo con las ganas.
Partido entre emociones y soponcios.
Algunos aseguran que España aburre. Con sus pasecitos de mía, tuya, te la presto, en la media de cancha donde de allí no pasan. Pero ellos se defienden con el argumento que están en la final, pese a jugar medio aburridos.
Portugal les enfrentó como se enfrentan a los grandes ejércitos con sus caballerías, sin miedo, sin arredrarse. O como antaño en las grandes batallas navales.
Pero en los penaltis cualquiera puede ganar, cualquiera puede acertar, cualquiera puede fallar. Llegaron los penaltis y allí estaba Fàbregas.
Como contra Italia hace cuatro años. Esta vez no esperó a que el entrenador le diera el turno, lo pidió él. España está en la final y Cesc, en la gloria
“Tenía esa intuición. El míster me ha pedido que tirara el segundo. Yo le he dicho, ‘¡Que no, que no. Que tiro el quinto!’. Y así ha sido. No sé, la vida me ha dado otra oportunidad”. Cesc, como entonces, tiró a la derecha del portero, Buffon en aquella ocasión, esta vez Rui Patricio. No falló. (El País).
LA DESPEDIDA CORDOBESA
Mañana cordobesa. Día donde comienza la veda electoral. Cuando los y la candidata meten la cabeza en un agujero y las armas se guardan en los cuarteles.
Desayuno frugal en ‘Manolo’, al pie del hotel Virreinal. Cerca del parque.
Un grupo de contertulios se reúnen para despedir a don Mariano Collado Violante, jefe administrador del SAT en Córdoba. Hombre bueno, funcionario eficiente de la administración pública que parte hacia Tuxpan, la tierra del muñeco Alberto Silva Ramos, donde en El Atorón, dicen, se come de primera.
Los contertulios eran: Luis Stadelmann, Perro Uribe y Papicha Solar, los hermanos Herrera Marín, Alejandro y Juan, que sigue de agricultor en Tierra Blanca sembrando y vendiendo caña, Alfredo Ríos Hernández, director de los Soles de Córdoba y Orizaba, el abogado Alberto Linares Bernié, Alejo Báez y el buen Sabás Flores, primer jefe de comunicación social de un gobernador panista, el tal Ruffo de Baja California.
En esa mesa, con picaditas y salsa de huevos se comenzó a hablar de todo, de las elecciones que vienen, de las encuestas, de cómo, cuándo y dónde, como dice la canción. Juan Herrera Marín, que es agricultor en mi pueblo y que siembra caña desde hace doce años en el rancho Los Zorros, rememoraba que su padre, don Juan Herrera Soriano, cumplía 17 años de fallecido.
Un honesto dirigente campesino de la CNC, terció Alfredo Ríos, de los que luchaban por sus trabajadores, prueba de ello es que murió pobre, aseguró. Juan Herrera fue alcalde de Córdoba del 80-82, en aquella contienda que ganó al grandote Dante Delgado Rannauro.
Allí, en esa misma ciudad, pero no con la misma gente, merodeaba Miguel Ángel Yunes Linares, retratado en primera plana con el director y dueño del diario El Mundo.
De él no se habló. Antiguos aliados, cuando Yunes era secretario de Gobierno y Juan en la Seguridad Pública, unos Starsky y Hutch de película, aquellos años en que ninguna hoja de árbol se movía sin que ellos lo supieran, o las agitaran.
Quedé de verme con Juan en Tierra Blanca, a comer en el hotel ‘Niña Bonita’ del empresario Pelón Huerta, que anda como Slim comprando acciones de teléfonos en el barrio de Cojinillo, para crear una telefónica local.
Don Mariano se va triste. Con la misión cumplida. Buen funcionario que deja buenos amigos, pidió se le alcance cualquier día a una comida en Tuxpan. Para, de allí, dijo alguien, embarcarnos a Cuba, como un día lo hizo Fidel Castro en el Granma.
(FORTIN) AYUNTAMIENTO INTERVENIDO.
Lo que aquí se publicó hace días, el día de hoy ocurrió. El Congreso del Estado de Veracruz, en sesión plenaria, instruyó a la Secretaría General a que intervenga la Tesorería Municipal de Fortín de las Flores, el otrora feudo de Ruiz Galindo. Lo que se esperaba tenía que llegar. Ante el desbarajuste en las finanzas municipales y lo manirroto de su alcalde, el llamado Berlusconi de Fortín, César Torrecillas, ese municipio vivía sus días contados. El escándalo brotó con fuerza cuando el gobernador llegó con su equipo de trabajo itinerante al municipio de Córdoba. Las quejas menudeaban. Una tras otra. Todos repelaban. La votación se libró bien. En el Congreso votaron 6 diputados del PRI y 2 del PAN a favor de ser intervenido. De los once que votarían. 8 de 11. Prueba superada. Desde hoy y hasta el 31 de diciembre de 2012 esa tesorería está en mejores manos. Con la probabilidad de ampliarla hasta el término de la gestión, como en los tiempos de penaltis de la Eurocopa. Más vale un grito a tiempo porque luego, por no hacer nada, se terminan perdiendo las elecciones municipales.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
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