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lunes, 20 de agosto de 2012

AQUELLOS VIEJOS AÑOS Por: Gilberto Haaz Diez


Acertijos



*De Oscar Wilde: “En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, algo que comprueban cuando se hacen mayores”. Camelot


AQUELLOS VIEJOS AÑOS
 
En la antigüedad, cuando los patos les tiraban a las escopetas y solo había un ser supremo sobre la tierra priísta, o sea un presidente imperial sexenal, los gobernadores suspiraban y aspiraban a irse al Gabinete del Preciso, del que llegaba, el que fuera. Eso por varias razones, una, la principal, meterse al Gabinete presidencial, dependiendo la posición, llevaba a ser uno de los aspirantes a sucederlo, y te metías en esa fila que se parecía una línea del cine de los Ramírez, los de Cinepolis, donde hay colas los miércoles que es dos por uno.
El gobernador que era llamado, botaba todo: cargo y esperanza.
Se trepaba al avión, o antes al ADO, cuando no había aviones, y volteaba de despedida a ver la ciudad que habitaba como gobernador de su estado.
Se iba como el jibarito, loco de contento con su cargamento para la ciudad.
‘Ya me formé en esa línea y voy pa`presidente’, decía a sus allegados.
Casos hubo que fueron llamados no para ser presidentes. El más notorio de ellos, el del hombre leyenda, Fernando Gutiérrez Barrios, a poco de ser gobernador de Veracruz, dos años, el presidente Carlos Salinas de Gortari lo llevó a la posición número dos, la secretaría de Gobernación, esa sí una antesala para ser presidente.
Pero los que habíamos visto un poco de política a través de los años, intuimos que Salinas no lo quería para ser su sucesor, era la época de los economistas, lo necesitaba para poner orden con mano firme y dura y, su primera jugada en ese tablero, fue aprehender al poderoso líder petrolero, Joaquín Hernández Galicia, conocido entre la flota como ‘La Quina’. Luego, entre esos dos removieron como a 14 gobernadores.
Gutiérrez Barrios jugó su papel y cuando el presidente sintió que se le calentaba el alma por ser su sucesor, lo llamó una mañana y le dio las gracias, con las palabras de la canción de Juan Gabriel: fue un placer conocerte.
Eso sí, lo llamó hombre leyenda, en agradecimiento.
Gutiérrez Barrios ni chistó. Sabía que había otros dos candidatos y que, otro Maquiavelo, Joseph Marie Córdoba Montoya, lo había echado de la jugada.
 
DUARTE AL GABINETE
 
Toco el tema porque han insistido que el gobernador Javier Duarte de Ochoa sería invitado al Gabinete de Peña Nieto. Situación que el mismo gobernador desmintió ayer. Yo no sé que se piense cuando se es gobernador, pero yo, si la dicha inicua me dejara serlo por un par de meses, jamás me calentaría por ir al Gabinete. ¿A qué? ¿A Finanzas? ¿A Gobernación? A depender del humor de un presidente, a tener un solo patrón cuando aquí tienes 7 millones y pico que te eligieron y tienes el mundo a tus pies y, si la sabes hacer, ganarás el respeto de los ciudadanos y honrarás el cargo de ser gobernador, la máxima responsabilidad que un político puede tener en su estado, en su terruño. Ir al DF y enchanclarte con los otros. Nones. Hace bien Javier en atajar esos rumores. A servir a Veracruz, que aún quedan 4 años de gobernar y luego sí, si los avatares siguen y el PRI reafirma la presidencia y van por los otros seis años, entonces sí, a meterse a esa pelea. Además, el DF no tiene mar y no hay café de La Parroquia y es un poco aburrido. Vale.
 
CARVALLOSKY EL MALO
 
Jorge Carvallo Delfín, conocido entre la flota como Carvallosky, o Carvallo el malo, para otros, desasea todo lo que toca. Es diputado local  y anda muy poderoso arriba del caballo como cuando Napoleón ganaba batallas, aunque éste no gana ni a las canicas. Perdió la encomienda que le dieron de impulsar a Peña Nieto y lo hizo morder el polvo. En la campaña presidencial levitaba, flotaba como hecho a mano y de otro mundo. Perdió por mamila y por no contestar el teléfono a nadie. Sé de gente que quería ponerse a las órdenes del nenorro y éste ni llamada les tomaba. Quema-mucho-el-sol. Pues bien, ahora se adjudicó ser el operador de la fiesta desaseada del ORFIS, donde encontraron un interino para que cubra la cancha del otro que se va, que se va, que se va y no se ha ido. Carvallo el malo preside la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz y, como su libro de cabecera tiene el de Maquiavelo. Sucede que, o no le entiende o no lo lee, vaya usted a saber cuál de las dos. Ahora anda hasta enfermando a quienes ni vela tienen en el entierro del ORFIS, pues Carvallo cree que todos quieren ese pastel que no sirve para nada, bueno, si sirve para algunas cosillas. Ay Carvallo. Pobre de ti. Pobre Veracruz.
 
YUNES EN LA PLAZA
 
Sábado pasado. Suelo con un grupo de amigos, paisanos terrablanquenses y dos colados orizabeños, Papicha Solar y Perro Uribe, tomar un café en plaza Américas, luego de comer donde nos plazca y hagamos una pollita y juntemos la lana, porque ahora éramos nueve y la cuenta se encarece. O como dijera el dicho: “Éramos muchos y parió la abuela”. Sucede que al pie del café donde deambulamos, hay una tienda de juguetes. He allí que el abuelito, Miguel Ángel Yunes Linares, cargaba a su nietecita en brazos, hija de Miguel chico y de Patricia Lobeira. Miguel Ángel platicó breves minutos con nosotros. Poco de política, porque la política a veces no se nos da y a veces divide y desorienta. Al menos a algunos de nosotros. No le había visto desde hace más de un año y pico que comimos en El Azafrán del bulevar, con mi hermano Enrique, el amigo Rico que no es rico (José Luis) y con Sherlock Ampudia Mello (en aquella época se llevaban y se querían, ahora no sé, tengo mis dudas)
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com

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