El artículo de hoy se refiere a una
adivinanza. Si tiene usted el humor y la
paciencia de llegar al final, allí daremos la respuesta. La
pregunta es fácil: ¿Qué candidato a la presidencia de la República ha
dicho o hecho lo que sigue?
Nuestro incógnito afirmó en un mitin del 2
de julio en Tuxtla Gutiérrez Chiapas, afirmó que el IFE tiene un informe de sus
gastos de campaña al mes de mayo. El IFE dijo que no ha recibido nada… Alguien
miente, y parece que el IFE no es el mentiroso.
Este candidato parece que está preparando
una protesta post electoral, pues ha comenzado a descalificar a las
instituciones, según su costumbre. Prácticamente ha hecho sentir que si pierde,
se deberá a que el IFE no es confiable, y a que existe un complot entre los
medios de comunicación y todos los que no van a votar por él, para que
pierda. Si gana, entonces las
instituciones electorales son serias y confiables. Incluso hay un grupo de jóvenes que en sus
pancartas mostradas en sus plantones, afirman que o gana su candidato o habrá
revolución (misma que consideramos pacífica), pero cuando menos habrá conflicto
post electoral.
Se atreve a difamar y a estimular al
difamación de quien está por encima de él en las encuestas. En cada mitin
afirma que su contrincante es ratero, ladrón, mentiroso, asesino, y otras
linduras por el estilo. Olvidando que eso que aspira ser, Presidente de la
República, respeta y debe hacer respetar las leyes. Y las leyes indican que
todos los mexicanos somos inocentes salvo juicio que demuestre la culpabilidad
de alguien… En las protestas callejeras, se observan mantas juveniles que
afirman que el candidato puntero es hasta violador. Lo cual no es extraño tratándose de grupos
políticos, pero resulta absurdo en protestas supuestamente apartidistas. Ofende a la inteligencia pensar que el pueblo
de México va a votar por un hombre que miente, difama y se atreve a acusar sin
pruebas, con el único fin de manipular a las masas.
Es un candidato que se afirma limpio y
honesto. Sin embargo, en su nombre se pide dinero a empresarios en múltiples
reuniones. Empresarios que hace seis años lo apoyaron, y que jamás recibieron
ni las gracias, ni un gesto amable después de la derrota del 2006, y que hoy ya
no quieren aportar. Todos sabemos que un
empresario invierte en un político, porque sabe que en el futuro podrá tener
ganancias muy superiores gracias a ese político. A fin de cuentas, ese paso de charola implica
actividades corruptas una vez que gane quien recibe las aportaciones.
En una entrevista que le acaba de
hacer Denisse Maeker el jueves pasado, (se escribe esta colaboración el 5 de
junio de 2012), la periodista le preguntó si iba a reconocer la victoria o la
derrota. El candidato contestó que desde luego, aunque en caso de que perdiera su
referencia sería la gente. ¨Uno se da cuenta¨, y afirmó que los consejeros del
IFE no son ciudadanos honestos, por lo cual el IFE no es garantía de resultados
confiables. Más claro, ni el agua. El
candidato afirma que o gana o habrá fraude…
De este tamaño es su convicción democrática y el respeto por la decisión
de las mayorías.
Cuando este candidato gobernó el DF, el
PIB de la capital creció menos que la media nacional en los primeros cuatro
años de su mandato, y el empleo también creció menos que el resto del país en
sus primeros cinco años de gobierno. La reducción de la delincuencia comenzó
una vez terminado su mandato, una vez que asumió su sucesor el poder en la
ciudad de México.
Tuvo y tiene como cercano colaborador al
Sr. René Bejarano, mejor conocido como el Sr. De las ligas, a quien en lo
personal exonero de culpas, pues o hizo sino lo que hacen muchos políticos en
el país… Sin embargo, nuestro candidato jamás reconoció esto, sino que siempre
dijo que el profesor Bejarano actuaba por su propia cuenta. Igual dijo de su secretario de finanzas
Gustavo Ponce, que gastaba a manos llenas cada fin de semana en las Vegas. Sus seguidores dicen que eso es cierto, pero
cuando se trata de sus adversarios políticos, buscan relacionarlos con cualquier
corrupto de su partido, a pesar de que no coincidieran ni en tiempos ni en
espacio. Curiosa manera de medir diferente lo propio y lo ajeno.
Por último, el candidato clasificó el 60%
de los archivos de obra pública, para que nadie los pudiera consultar en los
siguientes doce años. De ese tamaño es
su compromiso con la transparencia, de la cual mucho afirma que va a llevar a
cabo cuando supuestamente gane la presidencia.
Igual que estamos obligados a recordar que el desempleo en el Distrito
Federal aumento del 3.1% en 1999 al 5.7% en 2005. Tenemos que recordar esto,
porque promete incrementar el empleo en el país, cosa que no pudo hacer cuando
gobernó la capital de la República. Supongo que usted ya sabe a qué candidato me
refiero, omito su nombre por seguridad ante los ataques de los zombis que lo
siguen y creen en él con una fe ciega que raya en el fanatismo.
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