*Mera escala, la visita a Cuba
*Desinterés en mejorar relación

Quienes confiaban en que la estancia del Ejecutivo Federal en la isla fuera a marcar el reinicio de una etapa que cuando menos restañara las aun abiertas heridas causados por su antecesor con aquel vergonzoso “comes y te vas”, con el que Vicente Fox le pidió al entonces presidente cubano, Fidel Castro, que abandonara la Cumbre Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo, en marzo de 2002, para que su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush, no se encontrara con él en la capital de Nuevo León, se quedaron esperando.
El mandatario mexicano esperó hasta el casi fin de su mandato para viajar a La Habana, no con la intención de limar asperezas diplomáticas, sino para hacer una escala y una brevísima visita, de mera “cortesía”, al presidente de Cuba, Raúl Castro, con el que sostuvo un breve diálogo, al igual que con el diputado Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y acudió a una cena que éste le ofreció, para continuar su viaje a Puerto Príncipe, Haití, en otra escala al puerto colombiano.
Por protocolo seguramente, Calderón no fue recibido por su homólogo cubano -quien suele acudir al “José Martí” a recibir al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cada vez que éste arriba a la isla para continuar su tratamiento contra el cáncer- sino por funcionarios del gobierno castrista. Ambos sostuvieron después un fugaz diálogo tras la bienvenida oficial, ante los cancilleres de sus países.
Y ayer por la mañana, en un mensaje desde el aeropuerto, el presidente de México, dio a conocer la firma de un acuerdo de intención no vinculante entre Pemex Exploración y la Unión Cuba Petrolera para que la paraestatal mexicana valore una eventual participación e inversión en exploración y explotación de hidrocarburos del país caribeño en bloques contiguos a la zona económica exclusiva de México y con pleno respeto a la soberanía de ambas naciones, así como de acuerdo en salud, educación, cultura y deporte.
Pareció haber prisa por dejar La Habana y seguir a la siguiente escala a la capital de Haití para arribar a Cartagena de Indias.
Tanta, que ni siquiera hubo intento alguno de que el presidente Calderón se reuniera con el legendario líder de la Revolución Cubana y, si lo hubo, no se supo siquiera si Fidel Castro tuvo algún interés en recibir a un militante del mismo partido de Fox, cuya descortesía hacia él, hace 10 años en Monterrey, seguramente no se borra de su mente.
Todo fue de paso y de prisa, cuando en México muchos esperaban que la visita oficial del mandatario de nuestro país fuera, como él mismo lo dijo al llegar, un relanzamiento en las relaciones entre los dos países, que tan deterioradas han estado en esta década de gobiernos panistas.

La visita de Calderón a La Habana pudo ser mejor aprovechada para que la relación bilateral mejorara el deteriorado nivel que hoy tiene, lo que a quien lo suceda en la Presidencia de la República, podría permitirle consolidarla.
No hubo interés, ni intención de hacerlo, más allá de los buenos propósitos verbales en discursos y mensajes.
Eso explica por qué el Ejecutivo Federal dejó que transcurrieran casi cinco años y medio de su mandato para viajar a Cuba.
Y que finalmente lo hiciera, pero sólo como una escala de su viaje con destino final a la Cumbre de las Américas.
De esto y de aquello…
A su llegada ayer a Cartagena de Indias para participar en la Sexta Cumbre de las Américas, el presidente Calderón insistió en que el crimen organizado y el narcotráfico han sembrado violencia en México y demandó frenar el flujo de armas y de dinero ilícito que reciben los cárteles de la droga… Justo a dos semanas del inicio de las campañas electorales de los cuatro candidatos a la Presidencia de la República, las cosas siguen tan mal como empezaron y no solamente en el caso de Josefina Vázquez Mota, del PAN, que han sido tantos y tan notorios, que la han obligado a hacer “ajustes” entre los integrantes de su equipo de colaboradores… La panista y su adversario del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, se han enfrascado en discutir, más que propuestas e ideas, quien de los dos es más mentiroso y si el mexiquense, como lo demanda aquella, debe someterse a la prueba de polígrafo… Una y otro, y miembros de sus equipos de campaña, se enfrascan en excesos verbales y se acusan de despilfarros en los gastos de campaña y el PRI, a través de su representante ante el IFE, Sebastián Lerdo de Tejada, presenta una y otra y otra impugnación en contra de la abanderada blanquiazul… Eso, a pesar de que Peña Nieto insiste en que él no responderá a “provocaciones”, como llama a las denuncias panistas de que no es verdad que haya cumplido con sus promesas hechas como gobernador del estado de México… Y mientras ellos no salen de acusaciones y descalificaciones, Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Movimiento Progresista, con toda la experiencia de la contienda electoral de 2006 y los seis años que lleva recorriendo la República, de norte a sur y de oriente a poniente, se sigue viendo más congruente y remonta en las encuestas de opinión… No es por ello remoto que mientras Vázquez Mota siga sin poder superar sus tropiezos, el tabasqueño, como ya empezó a ocurrir, esté a punto de alcanzarla, como apuntan algunas encuestas de preferencias electorales… Y con esa pinta de actor de cine mudo que tiene, Gabriel Quadri, de Nueva Alianza, simplemente, no avanza…

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