27 de abril de 2012
¿Saben los candidatos a quien enfocar sus campañas? Evalúe usted mismo.
La estructura de los votantes está definida en función de su certeza a favor o en contra de un determinado candidato a un puesto de elección popular. Hay votantes que están seguros de apoyar a cierto candidato o partido, esos son los llamados ¨voto duro¨. Nada ni nadie va a hacer que cambien el sentido de su voto… Hay simpatizantes, que hoy están pensando votar por tal o cual sigla, pero que pueden cambiar de parecer si algo influyera en ellos… Hay indecisos que al día de hoy todavía no han decidido a quien favorecer… Por último hay un grupo de personas que no van a votar el día de la elección o van a anular su voto, el grupo del NO VOTO.
Los candidatos en su inexperiencia pueden caer en el error de subirse a su ladrillito y marearse, sintiendo que son personas diferentes a las demás, y sobre todo superiores. Debido a ello, en muchas circunstancias, deciden asistir exclusivamente a eventos en los cuales tienen todo a favor, eventos organizados y asistidos por su voto duro… Esos eventos sólo sirven para fortalecer los lazos entre el candidato y sus votantes, pero no le otorgan un voto adicional. Se debe de atender este sector, sin dedicarle demasiado tiempo de campaña.
El sector de simpatizantes y el de indecisos es el que decide una elección, pues son mayoría, y cuando hay escasa diferencia en la intención del voto, son los que pueden hacer ganar o perder a un candidato…
En la campaña presidencial, se observa como el equipo de Josefina intenta quitarle votos a Enrique con la campaña negra en su contra. Curiosamente los analistas estiman que los puntos que le quiten a Peña en preferencia electoral van a ir hacia Andrés Manuel, pues el rechazo a las políticas del PAN es muy fuerte. Allí por la ventaja que trae el candidato tricolor, le conviene administrar su ventaja y no exponerse, incluso en reuniones ¨a modo¨ para conservarse a la defensiva y llegar tranquilo al día de la elección.
En las campañas distritales para diputado federal la situación es diferente. Los candidatos tienen que entregar buenas cuentas tanto a la dirigencia estatal como a la nacional, y allí es dónde deben de dedicar sus esfuerzos a grupos de simpatizantes e indecisos. Sobre todo considerar reuniones en corto con líderes de opinión, que pueden transmitir sus propias simpatías a sus allegados y crear una cadena favorable en ese enorme sector de indecisos y simpatizantes.
No hay ninguna ventaja suficiente que lleve a un candidato a diputado federal a descuidar el sector de voto más importante para él y sus candidatos a senadores y a la presidencia. El esfuerzo a nivel de tierra lo tienen que dar los que buscan la diputación federal.
Es importante saludar a mucha gente y pedirle el voto. Sin embargo no es suficiente. Se puede saludar a noventa mil personas y terminar con treinta mil votos. Importa mucho el tener reuniones dónde exista intercambio de opiniones, y el ciudadano pueda conocer a fondo al candidato, más allá de una sonrisa y un apretón de manos. Las reuniones multitudinarias son adecuadas para el voto duro del partido, pero las reuniones con pocas personas son las adecuadas para atraer a los simpatizantes y a los indecisos.
Un candidato a diputado federal, no puede ni debe comportarse como un candidato a la presidencia con ventaja enorme, pues ese gran error puede hacer que aunque gane, no entregue buenas cuentas y denote que su trabajo político no fue el más adecuado para su partido. La humildad y sencillez son dos características imprescindibles para triunfar en estos momentos políticos.
Usted como ciudadano que lee esta colaboración, habrá de evaluar cada una de las opciones que tiene y ojalá decida por una de ellas, y se presente a votar el día de la elección.
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