*De José Martí: “La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie”. Camelot.Por: Gilberto Haaz Diez
LOS CONGRESISTAS
Joaquín López Dóriga, por instrucciones de su jefe Emilio Azcarrága Jaen, y hartos de que la violencia se enseñoreé y paseé por nuestro pobre territorio, tuvo la noche de anoche en su muy visto noticiero, a los tres presidentes de los principales partidos políticos de México. Los tres, con cara de niños inocentes y de yo no fui, se limpian las manos y dicen que, si por ellos fuera, ahora mismo firmaban todas las iniciativas que envió el presidente. Luego, llamó al Capo Beltrone y ese otro, con su voz de capullo inocente y su rostro de Capulina (Germán Dehesa dixit), dijo que, si por él fuera ahora mismo firmaría. Mienten todos. El presidente Calderón está en espera desde hace mucho tiempo de ese documento que crea la Policía de Mando Único, tan necesaria ahora; está esperando también en Los Pinos las otras reformas en Seguridad: lavado de dinero, extinción de dominio, delitos contra periodistas; jurisdicción militar, para darle certeza jurídica al glorioso Ejército y la gloriosa Marina mexicanos, que están dando la batalla por nosotros. Amnistía, pidió el loco de Fox, que esa mañana no se tomó su Prozac. Ya le regresó el presidente el mensaje por red nacional. A la media hora del noticiero, cuando vi la cara de esos panistas, priístas y perredistas que se sacudían el polvo de inocencia de sus trajes para decir que, si por ellos fuera, ahora mismo firmarían con tinta sangre del corazón, entonces apagué esa tele y me puse a ver una película de Vampiros chupa-sangre, son mejores que estos, aquellos chupan sangre pero divierten, estos solo maman y maman y no dejan de mamar. No por algo la gente, harta de todo, comienza a circular que el 15 de septiembre no se aparezcan por los ‘gritos’ del país, en protesta.
LAS BAJAS COLATERALES
Han declarado los representantes del Casino Royale, que en el atentado que costó 53 vidas, ellos no tienen más responsabilidad legal que con sus fallecidos empleados. Les asiste en parte la razón. Los negocios de este tipo debían tener un seguro de daños a terceros, para que algunos y algunas de los que murieron, sus familias tengan siquiera un aliciente económico para menguar los días venideros. Allí el Gobierno Federal podría aplicar una beca a los herederos con los bienes incautados a la delincuencia organizada. Es lo menos que se puede hacer. Otra. Todos ahora voltean a ver las tapiadas salidas de seguridad de emergencia. Es chocoso siempre poner ejemplos. Pero en Estados Unidos, donde han inventado todo, cuando se quiere abrir un changarro, el primero que te checa y supervisa es el jefe de bomberos, o sus expertos, éste llega y te dice: aquí me abres una puerta, aquí me abres otra, aquí me pones tantos extinguidores, regreso a revisarte en diez días. Si el documento no lleva la firma del jefe de bomberos, jamás lo podrás abrir. Aquí, las corruptelas en los ayuntamientos y en el poder municipal o estatal o federal, abre esas puertas selladas.
YO TENIA DIEZ PERRITOS
Al inicio de la contienda panista, los que querían heredar la silla de Calderón eran siete. Los Siete Magníficos, solían llamarles los medios y sus columnistas. Eran muchos para tan poco asiento. Bueno, el asiento no es de opacidad ni de pequeñeces, es el asiento más grande donde se ha podido sentar un mexicano, la silla presidencial, aunque mi general Villa y Emiliano Zapata la despreciaron porque, aseguraban que estaba muy caliente y les saldrían almorranas. O hemorroides, diría un médico clásico como Lila.
Uno a uno, poco a poco se fueron descartando, como en baraja de tapete de mesa de juego de Las Vegas, los conspicuos y picudos panistas. El Marshall Heriberto Félix Guerra. Javier Lozano, el amigo de Duarte, a quien el gobernador de Veracruz llamó despectivamente ‘persona non grata’, para Veracruz y los cuates de La Parroquia. A Lozano, según Duarte, lo había besado el diablo. Aforismo y maldición de los tiempos de Echeverría. Pues bien, Lozano tampoco está en esa lista. Fueron descartándose, como aquella vieja canción de ‘yo tenía diez perritos…’.
LUJAMBIO
Se pensaba que Alonso Lujambio, cuyo panismo está blindado a modo de prueba y en contra de nada, aguantaría el paso hasta el final, es decir, vender caro su amor, como la Aventurera de Lara. Pero no aguantó vara (el amnistiero Fox dixit), en conferencia de prensa dijo lo que muchos sabíamos y sospechábamos, que las encuestas no le ayudaban a ir a la pelea contra sus compañeros de sector y de partido, y se fue como el jibarito, loco de contento. Qué pena, dicen las mujeres, a Peña Nieto había que echarle un gallo de pelea guapo, como Lujambio. Solo quedan tres: Chepina, que lidera la lista, Creel y el Cordero que cuida la lana de los mexicanos. Pronto se sabrá quién es el guapo o la guapa que enfrenta al favorito de las telenovelas, Enrique Peña Nieto. Es una pena la baja panista, porque según un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), las personas que pasan más tiempo a la televisión y no tienen demasiada información política, dan su voto a los candidatos que mejor apariencia física tienen, según la página de Yo influyo. Pierde candidatura, pero gana el país un buen secretario de Educación. Tan, tan.
LOS SALVADOS
El suceso del crimen a la gente inocente del Casino Royale, un bingo y casa de juego con nombre de película de James Bond, minimizó las otras noticias que crecían. Le salvó la vida a Moreira, el exgobernador que endeudó a su Estado y le venía un alud de golpes mediáticos. Salvó a las Ladys de Polanco, cuya comparecencia se eclipsó. Salvó también a la Ninel Conde y sus famosos chistes en la red. Ha salvado a muchos este suceso que hartó a los mexicanos y de los cuales cinco sicarios han caído atrapados.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
LOS CONGRESISTAS
Joaquín López Dóriga, por instrucciones de su jefe Emilio Azcarrága Jaen, y hartos de que la violencia se enseñoreé y paseé por nuestro pobre territorio, tuvo la noche de anoche en su muy visto noticiero, a los tres presidentes de los principales partidos políticos de México. Los tres, con cara de niños inocentes y de yo no fui, se limpian las manos y dicen que, si por ellos fuera, ahora mismo firmaban todas las iniciativas que envió el presidente. Luego, llamó al Capo Beltrone y ese otro, con su voz de capullo inocente y su rostro de Capulina (Germán Dehesa dixit), dijo que, si por él fuera ahora mismo firmaría. Mienten todos. El presidente Calderón está en espera desde hace mucho tiempo de ese documento que crea la Policía de Mando Único, tan necesaria ahora; está esperando también en Los Pinos las otras reformas en Seguridad: lavado de dinero, extinción de dominio, delitos contra periodistas; jurisdicción militar, para darle certeza jurídica al glorioso Ejército y la gloriosa Marina mexicanos, que están dando la batalla por nosotros. Amnistía, pidió el loco de Fox, que esa mañana no se tomó su Prozac. Ya le regresó el presidente el mensaje por red nacional. A la media hora del noticiero, cuando vi la cara de esos panistas, priístas y perredistas que se sacudían el polvo de inocencia de sus trajes para decir que, si por ellos fuera, ahora mismo firmarían con tinta sangre del corazón, entonces apagué esa tele y me puse a ver una película de Vampiros chupa-sangre, son mejores que estos, aquellos chupan sangre pero divierten, estos solo maman y maman y no dejan de mamar. No por algo la gente, harta de todo, comienza a circular que el 15 de septiembre no se aparezcan por los ‘gritos’ del país, en protesta.
LAS BAJAS COLATERALES
Han declarado los representantes del Casino Royale, que en el atentado que costó 53 vidas, ellos no tienen más responsabilidad legal que con sus fallecidos empleados. Les asiste en parte la razón. Los negocios de este tipo debían tener un seguro de daños a terceros, para que algunos y algunas de los que murieron, sus familias tengan siquiera un aliciente económico para menguar los días venideros. Allí el Gobierno Federal podría aplicar una beca a los herederos con los bienes incautados a la delincuencia organizada. Es lo menos que se puede hacer. Otra. Todos ahora voltean a ver las tapiadas salidas de seguridad de emergencia. Es chocoso siempre poner ejemplos. Pero en Estados Unidos, donde han inventado todo, cuando se quiere abrir un changarro, el primero que te checa y supervisa es el jefe de bomberos, o sus expertos, éste llega y te dice: aquí me abres una puerta, aquí me abres otra, aquí me pones tantos extinguidores, regreso a revisarte en diez días. Si el documento no lleva la firma del jefe de bomberos, jamás lo podrás abrir. Aquí, las corruptelas en los ayuntamientos y en el poder municipal o estatal o federal, abre esas puertas selladas.
YO TENIA DIEZ PERRITOS
Al inicio de la contienda panista, los que querían heredar la silla de Calderón eran siete. Los Siete Magníficos, solían llamarles los medios y sus columnistas. Eran muchos para tan poco asiento. Bueno, el asiento no es de opacidad ni de pequeñeces, es el asiento más grande donde se ha podido sentar un mexicano, la silla presidencial, aunque mi general Villa y Emiliano Zapata la despreciaron porque, aseguraban que estaba muy caliente y les saldrían almorranas. O hemorroides, diría un médico clásico como Lila.
Uno a uno, poco a poco se fueron descartando, como en baraja de tapete de mesa de juego de Las Vegas, los conspicuos y picudos panistas. El Marshall Heriberto Félix Guerra. Javier Lozano, el amigo de Duarte, a quien el gobernador de Veracruz llamó despectivamente ‘persona non grata’, para Veracruz y los cuates de La Parroquia. A Lozano, según Duarte, lo había besado el diablo. Aforismo y maldición de los tiempos de Echeverría. Pues bien, Lozano tampoco está en esa lista. Fueron descartándose, como aquella vieja canción de ‘yo tenía diez perritos…’.
LUJAMBIO
Se pensaba que Alonso Lujambio, cuyo panismo está blindado a modo de prueba y en contra de nada, aguantaría el paso hasta el final, es decir, vender caro su amor, como la Aventurera de Lara. Pero no aguantó vara (el amnistiero Fox dixit), en conferencia de prensa dijo lo que muchos sabíamos y sospechábamos, que las encuestas no le ayudaban a ir a la pelea contra sus compañeros de sector y de partido, y se fue como el jibarito, loco de contento. Qué pena, dicen las mujeres, a Peña Nieto había que echarle un gallo de pelea guapo, como Lujambio. Solo quedan tres: Chepina, que lidera la lista, Creel y el Cordero que cuida la lana de los mexicanos. Pronto se sabrá quién es el guapo o la guapa que enfrenta al favorito de las telenovelas, Enrique Peña Nieto. Es una pena la baja panista, porque según un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), las personas que pasan más tiempo a la televisión y no tienen demasiada información política, dan su voto a los candidatos que mejor apariencia física tienen, según la página de Yo influyo. Pierde candidatura, pero gana el país un buen secretario de Educación. Tan, tan.
LOS SALVADOS
El suceso del crimen a la gente inocente del Casino Royale, un bingo y casa de juego con nombre de película de James Bond, minimizó las otras noticias que crecían. Le salvó la vida a Moreira, el exgobernador que endeudó a su Estado y le venía un alud de golpes mediáticos. Salvó a las Ladys de Polanco, cuya comparecencia se eclipsó. Salvó también a la Ninel Conde y sus famosos chistes en la red. Ha salvado a muchos este suceso que hartó a los mexicanos y de los cuales cinco sicarios han caído atrapados.
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