Bienvenido Lolek AL ESTILO MATHEY

Tú eres mi hermano del alma, realmente el amigo que en todo camino y jornada está siempre conmigo. Roberto Carlos

Por: Gustavo Cadena Mathey

Buen día lector:

Como escribió ese extraordinario músico brasileño, intención que compartió para siempre sobre el Papa Juan Pablo II el pueblo mexicano, en ciertos momentos difíciles que hay en la vida, buscamos a quien nos ayude a encontrar la salida.

Y es precisamente en estos momentos difíciles que se viven en Xalapa, “ la incertidumbre” dijo en la misa dominical de 12.30 el Arzobispo Hipólito Reyes, que afecta a todo el país, más que las reliquias del Papa Mexicano, es el buen recuerdo y las enseñanzas que nos legó Karol Wojtyła, las que nos deben motivar  “a encontrar la salida” para que  aquella palabra de fuerza y de fe que él nos ha dejado, nos sirva para que finalmente nuestra entidad y toda la República encuentren la armonía perdida.

Claro, en tratándose de asuntos celestiales y terrenales Dios dijo ayúdate que yo te ayudaré; por eso hace muy bien el gobernador Javier Duarte (feliz cumpleaños) en aliarse con el Presidente de la República para combatir a la delincuencia y salir adelante y por eso y muchas cosas más, los propios militares le están haciendo reconocimientos al joven mandatario, algo ya pocas veces visto en estos tiempos.

Este lunes como el domingo por la tarde en la capital veracruzana con la Caravana por la Paz, ha habido jaleo del bueno al arribar las reliquias de “Lolek” (como le decían de pequeño su madre y sus amigos), quien fuera el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica por más de 25 años y eso es un enorme motivo para esperanzarnos todos en este día en que de alguna manera el Siervo de Dios influirá para que se produzca el milagro de la recuperación pacífica.

En vida terrenal Don Juan Pablo estuvo en México en cinco ocasiones, una de ellas en el puerto jarocho pero no llegó a Xalapa. Se fue de México pero no se fue; alguna vez fue agredido en Roma pero supo perdonar, su cuerpo tuvo que morir físicamente pero no su espíritu.

Hoy vino a visitarnos acaso en el mejor momento. Lo hace con el testimonio de su sangre y sus vestimentas. Aunque en lo particular creo que no debiera ser así, en cierta manera nos devuelve la visita que le hicimos a Roma en enero-febrero de 1995, cuando muchos xalapeños, coatepecanos, orizabeños, veracruzanos y mexicanos lo tuvimos a tres metros de distancia y fuimos a atestiguar en su enorme templo la beatificación del santo xalapeño Monseñor Rafael Guízar y Valencia.

En fin, se trata de un personaje de fama mundial y sin importar preferencias religiosas, hay que señalar que la llegada de sus reliquias a Poza Rica, a Papantla, Xalapa, Veracruz, a Córdoba, Orizaba, San Andrés Tuxtla y Coatzacoalcos, por tratarse de un hombre justo que vivió intentando hacer el bien, resulta apenas oportuna en estos tiempos complejos para contribuir a que recobremos la paz en la que siempre anhelamos vivir.

Que tenga buen día.

Mar, 20/09/2011