Fortin Municipio que Florece!!!

Fortin  Municipio que Florece!!!

sábado, 24 de septiembre de 2011

CAMALEON " Gobierno y transparencia" Por: Alfredo Bielma Villanueva



Gobierno y transparencia
Sáb, 24/09/2011
En el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, ante el presidente Obama y otros destacados jefes de Estado, el presidente mexicano Felipe Calderón afirmó que anteriormente los recursos del gobierno en México eran como una caja negra de cuyo ejercicio pocos tenían conocimiento y que, con el triunfo de la democracia (léase alternancia), se ha venido transparentando el uso de los recursos públicos. Allí mismo, el presidente de los Estados Unidos de América, Barak Obama, dijo: “nos comprometemos como gobierno a ser más transparentes…a interactuar más con nuestros conciudadanos en la toma de decisiones…nos comprometemos a buscar los más elevados estándares de integridad, porque aquellos en el poder están para servir a su gente no a si mismos”.

“El acceso a la información es un derecho que es universal”, remató Obama. Lo dice el presidente de una potencia económica cuya población ha trazado márgenes muy exigentes respecto de las actitudes de sus gobernantes, que tampoco allá están exentos de incurrir en prácticas de corrupción; aunque, por supuesto, no en el grado ni el número que se alcanza en México. Porque, a parte de motivaciones culturales e históricas propiciatorias, o quizás a causa de eso, en nuestro país es muy bajo el número de ciudadanos concientizados en la lógica de que el gobernante debe rendirnos cuenta y debe ser nuestro atento y seguro servidor. También, porque en México el éxito lo medimos en función del dinero que se posee, sin importar la forma en cómo se obtiene y, por otro lado, no existe una conciencia colectiva que castigue con dedo flamígero al político corrupto.

Acceso a la información y transparencia son dos instancias a las que en Veracruz debemos acostumbrarnos ya sea en la esfera político-administrativa, ya en el ámbito de la ciudadanía, cuya participación en los asuntos del orden público debiera acrecentarse para desfacer y componer los entuertos que el desinterés y la apatía han provocado. En esta aldea no superamos aún la opacidad sobre la manera en cómo se manejan los dineros y los asuntos públicos desde el gobierno y desde la política.

Para comprobarlo bastaría escudriñar con ojo crítico la sarta de mentiras e inexactitudes que contiene el discurso proveniente de los cenáculos del poder. Ya habrá oportunidad para exhibir lo que discursean los alcaldes, por ejemplo, cuando hablan de la obra pública que presumen estar haciendo; de la diputada que ignora que en Zongolica prosiguen las viejas prácticas de venta de las hijas por el padre de familia y que por inconfesable razón niega esa realidad. Del diputado que declara que lo ocurrido últimamente en la conurbación Veracruz- Boca del Río “son los coletazos del final”, ¿de quien?; del servidor público que dictamina y condena antes de investigar y del otro que no conoce el plan de reconstrucción carretera. En fin, la comparación entre lo que dicen con lo que hacen nuestros “servidores públicos” no resiste el más breve y superficial de los análisis. El porqué persisten en esa actitud radica en que lo hacen porque no hay castigo público, no existe protesta ciudadana contra el engaño y la simulación.

 Débese señalar que el espectro de la corrupción en México es más amplio de lo que parece; pues corrupto no es solo el que lucra con el dinero público, también lo es el servidor público inepto, el que ofrece y no da resultados pero carece de la suficiente calidad moral para renunciar a los elevados ingresos que el cargo proporciona, pues prefiere la permanencia sin importar el daño que provoca a la colectividad, a la que no sabe o no puede servir. Corrupto también es el servidor público que en el discurso engaña, el que miente a sabiendas, el que por parecer efectivo solo dispara conceptos al aire en discursos insustanciales. Corrupto es el servidor público que gasta el dinero de un ejercicio fiscal y no entrega la obra pública que justifique el gasto.

Hasta qué nivel se eleva la corrupción nos da cabal idea la súplica que algunos feligreses de Veracruz expresaron ante las reliquias de Juan Pablo II rogando que los políticos roben “pero no mucho”, la plegaria va acompañada con demandas de empleos y de salud. Esa figura nos revela lo inocultable que es en este país la corrupción, que es parte consustancial de nuestra conciencia social, como importante configuración del costumbrismo mexicano. En este sentido lo curioso es que no se cante en corridos ¿será por bochorno colectivo? A veces el subconsciente colectivo inhibe sus propias lacras.

alfredobielmav@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario