tomado de
Gilberto Herrera Medina*
Los gobiernos del PAN han mostrado, entre otras características, ser en extremo, si se puede decir, supinamente ignorantes en materia económica y, en lo político y en lo histórico, subjetivistas a más no poder en la manera de manejar el poder, si en eso queremos quedarnos, y ya no se hable del país entero.
Un enorme contrasentido económico, político e histórico se vio en este reciente viaje a Estados Unidos del presidente Felipe Calderón. ¿Quién le aconsejó que éste era el momento oportuno de sacar al mercado las acciones sobre el petróleo mexicano, que es lo mismo que decir deuda accionaria de Pemex con el exterior?
En primer lugar, el sistema bancario mundial especulativo y financiero aunque suene redundante, se halla empachado de crisis accionaria y las bolsas mundiales y sus reflejos monetarios son una prueba.
¿A qué precios o a qué valor tendrían que venderse las acciones sobre el petróleo mexicano? ¿Al precio de cotización actual del petróleo mundial por barril, o al precio de valor de la mezcla mexicana? Se entiende que sería lo último, pero esto no cambia el contrasentido, el equivoco económico que tal propuesta de especulación internacional contiene.
¿Que la iniciativa privada norteamericana, esto es las empresas o los bancos, o los consorcios internacionales, monopólicos desde luego, serían las adquirentes de estas acciones que se ofertan en el mercado hasta por un total de 10 mil millones de dólares?
Hay ya de por medio una enorme especulación de las compras a futuro del petróleo mundial y esto es lo que tuvo y tiene por las nubes el precio del petróleo, beneficios de ese capital especulativo a pagarse por la cuota de ganancia mundial de las diferentes ramas industriales que más consumen y transforman el energético.
Todo un galimatías económico, financiero y político es lo que entraña esta puesta en el mercado de esa nueva deuda pública externa de México que se suma a los más de 350 mil millones de dólares que ya tiene en su pasivo México, más los intereses de amortización y pagos parciales o renegociaciones de esa deuda, que haya que hacer a favor del capital mundial.
Pero antes el Banco de México ha comprado al FMI más de 4 mil 500 millones de dólares, por cerca de cien toneladas oro. ¿Qué significa una operación así? Significa que en realidad estamos apalancando al patrón de cambio dólar.
¿Por qué?; sencillamente, porque todas las compras mundiales de oro, entre ellas la reciente de 100 toneladas de México, tienden a lograr el efecto de hacer declinar el precio mundial del oro, otra especulación específica, igual que la compra de petróleo a futuro, lo que con toda seguridad se logrará, más temprano que tarde, en la siguiente crisis o dentro de la misma en que nos desenvolvemos y que no ha terminado, sino que está más activa que nunca como acabando de empezar.
¿Qué gana la economía mexicana, dentro del espacio que ocupa dentro del capitalismo mundial, con estas marometas y contrasentidos vulgares y superficiales en la manera de querer manejar la economía mundial.
Y frente a esto, ¿cómo se comporta el capitalismo criollo, nuestros acumuladores de ganancia y beneficio de dentro y de fuera del gobierno? ¿No van a invertir, que es como decir a especular? Seguramente no lo harán, pues no es lo mismo jugar regatas en el río Balsas, que con Misisipi crecido y revuelto del enorme capital norteamericano y mundial que ahí se valoriza con todo y crisis.
*Analista
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