* El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados. Camelot.
Por: Gilberto Haaz Diez
LALO ANDRADE
Tarde calurosa de mayo 26. El presidente de la Mesa Directiva de los diputados veracruzanos llegaba a estas tierras donde, en una de ellas, tienen fama de cafeteros y beisboleros, Córdoba; en la otra, tienen patentado como de ellos, muy suyo y propio al legendario Pico de Orizaba y juegan al fútbol, aunque ahora no haya Albinegros. Eduardo Andrade Sánchez (Coatzacoalcos, 29 de julio de 1948), con un currículo mas amplio que cualquier guerrero de batallas intrépidas, se apersonaba a comida en casa orizabeña. Cronista deportivo, procurador con Chirinos, diputado federal por dos ocasiones, senador de la República, abogado por la UNAM, varios premios nacional de periodismo. Doctor en Ciencias Políticas de la UNAM. Pertenece al Claustro de doctorados (no confundir, no crean que es un claustro donde van a rezar o a hacer penitencia. No, allí se junta con Carpizo y todos aquellos talentosos peralocas que han brincado la línea de las barreras del estudio) de la misma universidad. Diputado local con Duarte, donde conduce a la borregada como buen pastor.
Venía de una conferencia ante estudiantes de la UGM, la de Luís Reyes Larios, un hombre propositivo, hermano del Arzobispo de Veracruz, el mendocino Hipólito Reyes Larios, que invoca la palabra de Dios.
Ante una veintena de comensales, Lalo rememoró aquellos días de la batalla ante el ahora conocido como ‘juayderito’, Joaquín López Dóriga, cuando de repente se le apareció como fantasma en Chapultepéc 18, sede de Televisa, una historia que la lleva cargada a las espaldas, como el Pipila a la piedra.
Para aquellos que somos de Parchis para acá, Joaquín tenía en foro televisivo a gente de todos los partidos, menos del PRI. Andrade pedía time, un espacio para defender a los tricolores. Llegó y entró como Pedro por su casa y se le plantó al comunicador.
Ambos dos (Fox dixit), eran de ese rebaño. Un tiempo de comunicador, Lalo Andrade cubría las ausencias del gran Jacobo Zabludovsky, que ahora a sus 83 años aún informa en la radio. Lo que allí ocurrió todos lo recuerdan. Joaquín le acusaba de que iba ‘happy’. Lalo no lo negaba. Tú también has estado así, le recriminaba con el dedo en el pecho. Historias que se contaron en esa tarde donde contertulios comieron con quien ahora es presidente de la Mesa Directiva de la Legislatura local.
EL MARSHALL FELIX GUERRA
Quien esto escribe le bautizó como el Marshall Félix Guerra, en momentos que se vino a Veracruz a prestar ayuda cuando el ciclón-huracán Karl nos partió en dos y nos inundó hasta la conciencia, él implementó un Plan Marshall, de allí el nombrecito. Heriberto, se llama.
Es el titular de Sedesol, esa secretaría que desarrolla función social. Marshall es uno de los 7 que aspira y suspira por la candidatura del PAN a la presidencia. Sin haberlo tratado, debe ser un buen hombre, como dice Perro Uribe.
Emparentado con la familia Clouthier, tuvo buen suegro, el Maquio, uno a quien sí traté cuando llegaba a estas tierras ahora calurosas en tiempo que disputaba la presidencia del país y que sirvió, esa embestida del gordo, para abrirle el camino a un vaquero con botas, que ganó la presidencia aquel 2 de julio que no se olvida.
Verónica Villanueva, su coordinadora de entrevistas de Comunicación Social, me hizo llegar un discurso y unas fotos donde Marshall está ante el presidente Felipe Calderón, y el otro presidente, pero de Televisa, Emilio Azcárraga Jean.
Los convocó Iniciativa México, un esfuerzo de esa televisora.
El presidente Calderón se puso a mano y entregó 60 millones de pesos prometidos a los ganadores de esa Iniciativa México. En 2010 se presentaron 40 mil proyectos, que no es número menor. Yo le reconozco al Marshall que en Orizaba, en tiempos del Imperio, trajo lana para embellecer unos parques recreativos, ahora mismo en la Alameda Cri-Cri, un letrero pondera el apoyo y la obra del gobierno de la República, para dotar a esa gran alameda de juegos infantiles y piezas para hacer ejercicio físico.
Algo muy positivo, como la Enmienda del gobernador JDO en la Conago, para que los recursos de aquel Fondo para Desastres Naturales (FONDEN), lleguen sin los horribles candados que les pusieron porque, sucede que en Veracruz, cuando mas los necesitábamos, no llegaban porque querían que el estado aportara un peso sobre peso y, en ese tiempo, como Zedillo: no había cash.
EL CHICHARITO
Consuelo Diez, amiga que vive en Barcelona y, por lógica, le va a esos extraterrestres que juegan como los dioses les indicaron, envió un correo burlón con la leyenda: “Tresssss”. Conocedora de que le voy al Real Madrid, avisaba lo que todos sabíamos. No se pudo. Queríamos muchos que Chicharito les anotara por lo menos uno, aunque dábamos por descontado que ganarían porque no son de este planeta. Tienen a Messi, y ese es como Pelé en sus buenos tiempos. Aquel de quien Tarcisio Burgnich, futbolista italiano tras perder la final en México 1970, dijo: “Creí que Pelé era de carne y hueso como yo. Estaba equivocado”.
CORREO DE PAISANO CUENQUEÑO
Gilberto, te felicito sinceramente, yo creo que ni tú sabias que ibas a recibir este premio de ese calibre, pero eso es lo de menos, Dios te dotó de esa forma de narrar; por los que te leemos nos transportas a ese lugar, yo he viajado contigo a todos los lugares que has visitado y conozco muchas parte del mundo por ti , me da mucho gusto por ti, por tu familia, por Tierra Blanca, por el estado de Veracruz, eres un ejemplo a seguir, muchas felicidades, tu amigo Alfonso Arcos.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
LALO ANDRADE
Tarde calurosa de mayo 26. El presidente de la Mesa Directiva de los diputados veracruzanos llegaba a estas tierras donde, en una de ellas, tienen fama de cafeteros y beisboleros, Córdoba; en la otra, tienen patentado como de ellos, muy suyo y propio al legendario Pico de Orizaba y juegan al fútbol, aunque ahora no haya Albinegros. Eduardo Andrade Sánchez (Coatzacoalcos, 29 de julio de 1948), con un currículo mas amplio que cualquier guerrero de batallas intrépidas, se apersonaba a comida en casa orizabeña. Cronista deportivo, procurador con Chirinos, diputado federal por dos ocasiones, senador de la República, abogado por la UNAM, varios premios nacional de periodismo. Doctor en Ciencias Políticas de la UNAM. Pertenece al Claustro de doctorados (no confundir, no crean que es un claustro donde van a rezar o a hacer penitencia. No, allí se junta con Carpizo y todos aquellos talentosos peralocas que han brincado la línea de las barreras del estudio) de la misma universidad. Diputado local con Duarte, donde conduce a la borregada como buen pastor.
Venía de una conferencia ante estudiantes de la UGM, la de Luís Reyes Larios, un hombre propositivo, hermano del Arzobispo de Veracruz, el mendocino Hipólito Reyes Larios, que invoca la palabra de Dios.
Ante una veintena de comensales, Lalo rememoró aquellos días de la batalla ante el ahora conocido como ‘juayderito’, Joaquín López Dóriga, cuando de repente se le apareció como fantasma en Chapultepéc 18, sede de Televisa, una historia que la lleva cargada a las espaldas, como el Pipila a la piedra.
Para aquellos que somos de Parchis para acá, Joaquín tenía en foro televisivo a gente de todos los partidos, menos del PRI. Andrade pedía time, un espacio para defender a los tricolores. Llegó y entró como Pedro por su casa y se le plantó al comunicador.
Ambos dos (Fox dixit), eran de ese rebaño. Un tiempo de comunicador, Lalo Andrade cubría las ausencias del gran Jacobo Zabludovsky, que ahora a sus 83 años aún informa en la radio. Lo que allí ocurrió todos lo recuerdan. Joaquín le acusaba de que iba ‘happy’. Lalo no lo negaba. Tú también has estado así, le recriminaba con el dedo en el pecho. Historias que se contaron en esa tarde donde contertulios comieron con quien ahora es presidente de la Mesa Directiva de la Legislatura local.
EL MARSHALL FELIX GUERRA
Quien esto escribe le bautizó como el Marshall Félix Guerra, en momentos que se vino a Veracruz a prestar ayuda cuando el ciclón-huracán Karl nos partió en dos y nos inundó hasta la conciencia, él implementó un Plan Marshall, de allí el nombrecito. Heriberto, se llama.
Es el titular de Sedesol, esa secretaría que desarrolla función social. Marshall es uno de los 7 que aspira y suspira por la candidatura del PAN a la presidencia. Sin haberlo tratado, debe ser un buen hombre, como dice Perro Uribe.
Emparentado con la familia Clouthier, tuvo buen suegro, el Maquio, uno a quien sí traté cuando llegaba a estas tierras ahora calurosas en tiempo que disputaba la presidencia del país y que sirvió, esa embestida del gordo, para abrirle el camino a un vaquero con botas, que ganó la presidencia aquel 2 de julio que no se olvida.
Verónica Villanueva, su coordinadora de entrevistas de Comunicación Social, me hizo llegar un discurso y unas fotos donde Marshall está ante el presidente Felipe Calderón, y el otro presidente, pero de Televisa, Emilio Azcárraga Jean.
Los convocó Iniciativa México, un esfuerzo de esa televisora.
El presidente Calderón se puso a mano y entregó 60 millones de pesos prometidos a los ganadores de esa Iniciativa México. En 2010 se presentaron 40 mil proyectos, que no es número menor. Yo le reconozco al Marshall que en Orizaba, en tiempos del Imperio, trajo lana para embellecer unos parques recreativos, ahora mismo en la Alameda Cri-Cri, un letrero pondera el apoyo y la obra del gobierno de la República, para dotar a esa gran alameda de juegos infantiles y piezas para hacer ejercicio físico.
Algo muy positivo, como la Enmienda del gobernador JDO en la Conago, para que los recursos de aquel Fondo para Desastres Naturales (FONDEN), lleguen sin los horribles candados que les pusieron porque, sucede que en Veracruz, cuando mas los necesitábamos, no llegaban porque querían que el estado aportara un peso sobre peso y, en ese tiempo, como Zedillo: no había cash.
EL CHICHARITO
Consuelo Diez, amiga que vive en Barcelona y, por lógica, le va a esos extraterrestres que juegan como los dioses les indicaron, envió un correo burlón con la leyenda: “Tresssss”. Conocedora de que le voy al Real Madrid, avisaba lo que todos sabíamos. No se pudo. Queríamos muchos que Chicharito les anotara por lo menos uno, aunque dábamos por descontado que ganarían porque no son de este planeta. Tienen a Messi, y ese es como Pelé en sus buenos tiempos. Aquel de quien Tarcisio Burgnich, futbolista italiano tras perder la final en México 1970, dijo: “Creí que Pelé era de carne y hueso como yo. Estaba equivocado”.
CORREO DE PAISANO CUENQUEÑO
Gilberto, te felicito sinceramente, yo creo que ni tú sabias que ibas a recibir este premio de ese calibre, pero eso es lo de menos, Dios te dotó de esa forma de narrar; por los que te leemos nos transportas a ese lugar, yo he viajado contigo a todos los lugares que has visitado y conozco muchas parte del mundo por ti , me da mucho gusto por ti, por tu familia, por Tierra Blanca, por el estado de Veracruz, eres un ejemplo a seguir, muchas felicidades, tu amigo Alfonso Arcos.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario