tomado de
Mayo 13, 2011
Mauricio Cárdenas Vargas*
Las declaraciones del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens de que la inseguridad es un riesgo para el crecimiento contrasta con la que realizó el presidente Felipe Calderón durante su visita a Washington de que el crecimiento económico el año pasado fue de 5.5%, el nivel más alto en 10 años.
Reiteró que hoy México goza de una estabilidad económica que no tuvo en años y que se crearon 850 mil empleos formales, la cifra más alta registrada; que se tienen 125 mil millones de dólares en reservas; que el país podría pagar dos veces su deuda externa y que el país se está volviendo de clase media.
Ese país maravilloso lo pintó durante un encuentro con el Consejo de las Américas. Sin embargo, una vez más, las cifras siguen estando maquilladas para que ante el mundo se pretenda ver a México como un país próspero, bondadoso y que todo lo bueno se hizo en estos 10 años de gobierno.
La inseguridad y violencia no existen en la agenda internacional, pero todos los días en los noticieros del mundo se transmiten las imágenes de los ejecutados que hay a lo largo y ancho del país.
Y si a esto se suma la declaración del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero en el sentido de que “les guste o no, México está avanzando”, se demuestra que el discurso oficial dista de lo que sucede en la realidad.
México no está avanzando si las inversiones están siendo inhibidas por la inseguridad pues no se generan empleos-aunque se diga que se han creado 850 mil-, por lo que no hay crecimiento económico.
Se dice que la nación se está volviendo de clase media, lo que no puede ser aceptado cuando en el país más de 50 millones de mexicanos se encuentran en pobreza, a menos que ahora la clase media se mida en el número de pobres.
El desempleo sigue en aumento y los productos de primera necesidad se siguen encareciendo. ¿Cómo se puede hablar de estabilidad económica cuando cada mes se incrementa el precio de la gasolina y que eso repercute en el precio de los productos y que lo tienen que asumir los consumidores finales?
El mejor pulso económico lo tienen las amas de casa que todos los días salen mercados y supermercados y cada día alcanzan a comprar menos.
El “ya basta” del que habló el Primer Mandatario hace algunas semanas, también lo piden los ciudadanos hacia sus autoridades que siguen hablando de un país próspero y bondadoso mientras en la realidad siguen habiendo más pobres.
Y también habría que recomendar que se coordinen más las autoridades de lo que declaran el mismo día unos y otros. Mientras en México, el gobernador del Banco de México señala que la inseguridad es un riesgo para el crecimiento a corto plazo, el jefe del Ejecutivo en el extranjero declara que el nuestro es un país estable y que ha tenido un crecimiento económico jamás registrado.
Ese tipo de declaraciones lastiman a los mexicanos que todos los días tienen que salir a buscar el sustento para vivir, mientras los funcionarios solamente viajan con sueldos de primer mundo en una sumida en la pobreza.
En lugar de andar presumiendo un país maravilloso, el gobierno, en sus tres órdenes, debería de ponerse a buscar la forma de generar empleos bien remunerados ya que con el sueldo mínimo de alrededor de 1,500 pesos mensuales, nadie puede sobrevivir.
*Abogado, Maestro en Derecho Financiero
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