*De Henry Ford: “Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen”. Camelot.
Por: Gilberto Haaz Diez
COSAS VIEJAS
El sistema político mexicano aún etiqueta con candados cosas de los tiempos de los dinosaurios. Existen esquemas de control que deben enviarse al bote de la basura.
Van. En la antigüedad, el presidente debía pedir permiso al Senado para poder abandonar el país, ya fuera a gira de trabajo o a lo que fuera.
El Congreso, si no había inconvenientes, normalmente los aprobaba.
Pero hubo tiempos en que se la hicieron cansada al presidente.
Por acuerdo congresista y presidencial, quitaron ese horrible candado y ahora la oficina de la presidencia sólo informa al Congreso.
Y avisa cuando regresa con el cántico aquel de: ‘ya llegó el que andaba ausente’.
Cómo debía ser.
Otra. Cuando alguien del gobierno es laureado o reconocido por país extranjero, sea que se entregue una medalla o reconocimiento pleno, tiene que ser el Congreso, de acuerdo al Articulo 37 Constitucional, quien le de el beneplácito.
Es decir, lo aceptas o no lo aceptas.
Esas barajitas antiguas deben desaparecer, aunque sean puntos constitucionales.
El secretario Genaro García Luna osó recibir uno de la Policía Nacional de Colombia, por el combate y lucha al narcotráfico, y los mariachis gritaron, aullaron y se rasgaron la piel, porque no tuvo la delicadeza de avisar al Supremo Congreso. Ahora, en represalia o por la falta misma, le quieren quitar la nacionalidad mexicana.
Pobre. Debe andar viendo si los guatemaltecos lo adoptan, porque nada es más horrible que quedarse sin patria, pasaporte o país.
EL GACHO LOZANO
Javier Lozano Alarcón, poblano, abogado de la Escuela Libre de Derecho, secretario del Trabajo del gabinete de Calderón, se ha vuelto un ave de tempestades.
No hace mucho Javier Duarte de Ochoa, que cobra sus quincenas como gobernador de Veracruz, le asestó el calificativo de ‘persona non grata’, como se estila en la diplomacia cuando quieres hacerle fuchi a alguien.
Duarte entró a la dinámica del no te entumas. El de palo dado ni Dios lo quita.
Los diarios nacionales emitieron caricaturas de ese tema.
Lozano era ‘non grato’.
Todo por haberse reunido a tomar un café con Miguel Ángel Yunes Linares, me dijo un contertulio. Ahora el PRI nacional le dice a Lozano que es ‘conflictivo’, ‘dinamitador del dialogo’, ‘intransigente’, ‘ineficaz’, poco les faltó para decirle ‘ojáis’ (traducción de ojete, que en lenguaje Náhuatl significa gacho). Los epítetos y soflamas no salen sobrando. Son apenas los escarceos de esta guerra que se avecina, donde los tricolores quieren posicionar al del copetito, al Gaviota Peña Nieto.
UNA DE FIDEL
Antier me lo encontré en la Blackberry. El IFE, la Santa Inquisición electoral, había desechado una acusación panista por aquellos tiempos de las grabaciones. Lo declararon inocente. En Nopaltepec respiraron tranquilos y el cura echó a andar las campanas de la iglesia. Tocaban tan duro que asemejaban a las del Vaticano en la Plaza de San Pedro. Fidel Herrera Beltrán debió recibir ayer un reconocimiento de cuando fue presidente del PRI en el Distrito Federal. Su biógrafo sin sueldo, me dice que lo fue allá por los años 77-79, cuando acababa de ser destetado para las cosas grandes. El reconocimiento será en Puente de Alvarado, sede de ese PRI defeño. El mismo biógrafo sin sueldo, me cuenta que el exgobernador asesora a los gobiernos de Durango, Colima y Nayarit (Veracruz no, no se hagan bolas, Duarte puede solo, con la ayuda de Juan Manuel del Castillo y Tomás Ruiz González). Fue presidente Fidel en el tiempo del negro Sansores, aquel dinosaurio que se volvió famoso por la frase: “Los que ya bailaron que se sienten”, o Reyes Heroles o Muñoz Ledo, aquí su biógrafo chafeó, no tenía el dato exacto.
LOS ENVIDIOSOS
Si la envidia fuera tiña, reza un viejo refrán. Otro habla de aquellas cuñas que aprietan: “Para que la cuña apriete debe ser del mismo palo”.
José Ángel Gurría, efímero secretario de Hacienda de Zedillo, economista puro, graduado en la UNAM y con especialidades en las universidades de Leeds, del Reino Unido, Harvard y la del sur de California, declaró desde su cargo de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), un ente donde los economistas se hablan de tú hasta con el diablo, donde deciden quienes comemos y quienes no comemos y a que dieta nos regimos, que su voto iba a ser francés.
Gurría aseguró que él no votaría por Agustín Carstens, propuesta mexicana para cubrir la cancha del castigado sexual DSK, el francés que se quiso arrinconar a una camarera en hotel neoyorkino, y que solo por eso le sacaron los sheriffes tarjeta roja y el puesto ha quedado vacante.
Gurría, como buen servil de los europeos, dijo que daría su voto a la mujer francesa, la que riñe por el puesto con Carstens para el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Le hace lo mismo que Zedillo le hizo a Carlos Salinas, cuando el expresidente iba directo a presidir la Organización Mundial de Comercio, le destapó el asunto del hermano incómodo y lo mandó al basurero de la historia.
Caras vemos, corazones no sabemos.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
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