Fortin Municipio que Florece!!!

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lunes, 11 de abril de 2011

Acertijos

Por: Gilberto Haaz Diez

* Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos. Camelot.


POR EL PUERTO Viernes de periplo por Veracruz Puerto. Es el día que las acciones de Televisa se derrumban por andar en malas compañías. El huamachito florece y la calor comienza a cobrar estragos. Suda todo. Es el día que Luís Miguel le cantará a los veracruzanos y moverá su cuerpo como alguna vez lo movía Elvis. Esperan unas 10 mil personas en el WTC. El día de su cumpleaños. Un amigo me dijo que vio una limusina recorrer Boca del Río, donde seguro él iba, como una vez vi en la avenida Pensilvania de Washington a La Bestia de Obama (Cadillac de 8 toneladas de peso, espesor de 25 centímetros y velocidad de 280 kilómetros por hora, por si hay que huir). La Bestia rechaza todo: balas de gran espesor, misiles, ataques químicos, lanza-cohetes, bueno, rechaza hasta mentadas de madre. Obama tiene dos iguales con blindaje 17 mil, como Manzur. El Servicio Secreto teme a los terroristas por aquello de no te entumas, por los locochones fundamentalistas o los locos gringos que quieran atentar contra el poderoso presidente, tendrán que adivinar en cuál de las dos va. Yo le vi pasar cerca de La Casa Blanca, y como no atinaba a saber en cuál de las dos iba, agité mis brazos y saludé como provinciano emocionado a las dos limos: “Bye, president”, grité como Juayderito. PLEITO CASADO Hay un pleito casado en Veracruz. La alcaldesa Carolina Gudiño Corro, de raíces terrablanquenses, riñe con el síndico Coño Sierra, perdón, Toño Sierra, o Toño riñe con ella, el orden de los factores no altera el pleito. Aseguran que ella le pide la renuncia. Cosa imposible, porque esos cargos de elección popular son irrenunciables y no se les puede hacer manita de puerco, se les puede acalambrar, pero hasta allí. Como el síndico único es hombre poderoso, adinerado y pudiente y los calienta el mismo sol rojo, los calambres le harán cosquillas. Pleitos rancheros, diría Kamalucas, un filósofo de mi pueblo. El poder crea disputas y quizá sean los jaloneos propios de los inicios de las administraciones municipales, eso hace que los veracruzanos estén a las carcajadas y viendo desde ring side ese round entre la presidenta municipal y el síndico único, un empresario constructor de las grandes ligas y de la lista de Forbes de los billetudos, de los que se hablan de tú con Slim y con Rico Mac Pato, personaje de quien muchos se preguntan ¿qué demonios hace ahí? Con tanta riqueza material en su poder. Por la tarde, al abrir la Blackberry, circula un correo donde Salvador Manzur y el gobernador Javier Duarte ríen a mandíbula abierta, porque, dice este correo, se burlan de ese pleito y les da risa, como la risa en vacaciones. Debían saber que son las aguas internas las que hunden los barcos, no las externas, según un decir, y Pérez Reverte escribe que ‘ningún mar es mala gente. Es el viento el que lo hace peligroso y mortal’. O sea, alcaldesa, hay que cuidarse de un viento malo. TOUR CULINARIA Cada que salgo por tierras veracruzanas, hago mi shopping de su comida típica. Consumo lo que Veracruz produce. Y no es comercial. Ese día, al circular por la jodida, cara y mala autopista de Capufe, la de Orizaba-Veracruz, me desvié a El Retorno, en el kilómetro 62+500. Me avituallo de queso de hebra y el ranchero y la famosísima crema de Capulines, que ni mi rey de España saborea. Compren cuando pasen. Suelo comprar todo lo que encuentro: mangos, papayas, melones, pitayas, como la canción de Enrique Guzmán. Tamales de elote y el bollito. Ahora en el camino venden el mango llamado Ataulfo. Aún no llega el Manila. Pronto estará al alcance. Al igual que los costales de naranjas o las garnachas de Rinconada, cuando voy a Xalapa. Ahora no he ido. RESTAURANTES Suelo también comer de lo sabroso en Veracruz o Boca del Río. Al pasar por la parte cercana al Lois, pues iba a comer al Azafrán del bulevar, a los huevos rotos, o sean, los estrellados con patatas como se comen en Casa Lucio de la Cava Baja en Madrid, hice un alto y me refaccioné de unos chamorros para llevar a casa, en el Kuinito de doña Guadalupe Vázquez, del bulevar Ávila Camacho 3903, con 32 años de antigüedad. A Perro Uribe le decía que eran mejores que los de Paris de ‘Au pied de cochon’, el de la Rue de Coquilliere en San Eustacio (Saint Eustache), uno que abre día y noche y que allí deambulé con mi hermano Enrique, quien se negaba a pagar la cuenta porque era en euros y cara, y el chamorrito ni tan bueno. Hay otro ‘pata de cochino’ en Polanco en el hotel Presidente. Pero ninguno de los dos está tan sabroso como los chamorritos de doña Guadalupe, del Kuinito. Le compré los últimos cuatro que le quedaban y el olorcito que despedía hizo que me diera más hambre, que a veces mas cornada da el hambre, por parafrasear a Luís Spota. Doña Guadalupe es mujer de gran plática, conversadora, amable, de esas madrecitas que son orgullo de lo nuestro, a su edad trabajando y ofertando cosas riquísimas, es algo que ni la Mastercard puede comprar. ANTONIO SELEM En el azafrán –al partir de salida para un café en plaza Américas–, escuché que alguien me gritó: ‘Gilberto’. Era Antonio ‘Toño’ Selem, alto jerarca del gobierno en el área de finanzas del tiempo del gobernador Fernando Gutiérrez Barrios, quien comía en una mesa aledaña con un hijo del ‘hombre leyenda’, al que presentó. Nos saludamos con afecto. Gente de bien y hombre de las confianzas financieras, un ‘gutiérrezbarrista’ leal a la memoria de aquel gobernador que un día Carlos Salinas lo convirtió en leyenda, y se lo llevó de la mano a la secretaría de Gobernación para combatir a los malosos dirigentes petroleros (remember el Quinazo), gracias a eso ahora existen los Romero Deschamps. Toño comentó que se la pasaba entre Houston y Xalapa. Hablamos un poco de las cosas de gobierno y preguntó por Luís Antonio Pérez Fraga, a quien hace tiempo no veo.


Comentarios: haazgilberto@hotmail.com

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