Acertijos
*Hay dos clases de hombres: quienes hacen la historia y quienes la padecen. Camelot.
EL PODER EN EL WAR ROOM
Dice Carmen Rigalt que ‘todos los éxitos se resumen en dos: los apoteósicos y los otros’. Es día que los poderosos presidentes y jefes de Estado llaman al war room de Peña Nieto, a felicitarle. Todos los grandes llaman y toma la llamada Luis Videgaray. El no hay otro. Videgaray es una sorpresa. El columnista Juan Ignacio Zavala, excoordinador de Prensa de Chepina, hermano de Margarita y cuñao del presidente Calderón, predijo que “Videgaray será secretario de Hacienda, de Relaciones Exteriores, de Gobernación, de la poderosa Oficina de Gobierno, vocero presidencial, cheff presidencial, capitán de meseros, redactor de discursos y jefe de escoltas”, o sea, todo. Le faltó: chalán por las mañanas, vete-por-los-chescos y enlace con los gobernadores. Las llamadas de los extranjeros llegan. Varios intérpretes se necesitan para entenderle al ruso Vladimir Putin y a la alemana mamá Merkel, que por fin habló. Era la llamada que tenia angustiado al nenorro. Sin Merkel, la vida no es vida, y aunque ahora no necesitamos cash porque Calderón deja las arcas llenas, no sea que mañana nos ocurra lo que a España, que tuvo que endrogarse con abonos chiquitos, como los de Elektra. Llamó el halcón Nentayahu de Israel. Y el presidente de El Salvador, Tailandia, Perú y la alcaldesa de Chacaltianguis, aunque a esta no le tomaron la llamada. El alcalde de Tierra Blanca aún no lo hace, tampoco le tomarán llamada, es panista… y gacho.
RELACIONES EXTERIORES
Cuando los jefes de estado o primeros ministros llaman a México, uno se pregunta ¿Quién será el secretario de Relaciones Exteriores?
Rubro donde la política del PRI brilló con luz propia y tuvimos, hasta en tiempos inciertos del echeverrismo, una Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que acogió la ONU como suya, una propuesta muy mexicana.
Unos dicen que cuando el presidente la leía en Naciones Unidas, Porfirio Muñoz Ledo, que era su talento, la leía a baja voz en sus labios. De él fue la autoría.
Brilló tanto México en las relaciones mundiales, que en el camino nos hicimos de un Premio Nobel de la Paz, con Alfonso García Robles, compartido con una socióloga sueca, en el año de 1982 de Nuestro Señor Jesucristo y del Obispo Marcelino.
Otro lector opinó que Peña Nieto debe aprovechar estos cuatro meses y pico para talachearle al inglés, lenguaje que los presidentes dominan. Desde De La Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo and Procter and Gamble, Vicente Fox y Felipe Calderón. Todos esos no necesitaron intérprete cuando hablaron con papá Reagan o papá Bush padre o papá Clinton o papá Bush hijo o papá Obama. No vayas a salir, Quique, con que necesitas interprete. Anda, a talachearle al Harmon Hall. Hay ofertas ahora, dos por uno.
ESE VIEJO PRI
Al parecer, el dictado de la elección que los 18 millones y pico de votantes le dieron a Enrique Peña Nieto, para que comenzara a jubilar a ese viejo PRI que se niega a irse a sus casas o a los asilos, lo mismo a nivel nacional que a nivel municipal, comienzan a pensarse las cosas en otro nivel. Hay alguien por allí que su sola presencia lastima al nuevo PRI. Emilio Gamboa Patrón (La Boa), prototipo del priísta acomodado, que lo mismo vende su alma al diablo que al demonio, aunque sean la misma cosa. Gamboa rechinaba de limpio porque, pensaba hasta antes de la aparición de los estudiantes de la Ibero, los del #YoSoyJuancamaney, que él seguiría mamando en las sagradas ubres como mandón. Había jugado las cartas y se perfilaba a ser el coordinador de los senadores priístas. Él por un lado (senadores), y el otro capo, Beltrones, por el otro (diputados), apuntaban para liderar a las bancadas legislativas. Pobre Peña con esa mancuerna. Pues bien, parece que Peña Nieto está metiendo la devoradora Koblens y aspira a aquellos que suspiran. Los trascendidos de Milenio, que son bien acertados, apuntan que no será Gamboa el coordinador de senadores en la 62 legislatura, que lo será una mujer valerosa, lista, muy política, Cristina Díaz (María Cristina Díaz Salazar, Monterrey, Nuevo León, 17 de septiembre de 1958), secretaria general del PRI. Así se debe comenzar. A honrar esos 18 millones de votos (se incluye a Nemi) que le dieron sus simpatizantes. Cristina es mujer inteligente. De esa camada de mujeres políticas respetables, la que enaltece el género. Abogada de la Universidad Autónoma de Nuevo León, fue la que tomó la estafeta del huido y acorralado endeudador, el bailarín Humberto Moreira, cuando tuvo que salir del PRI por piernas, más rápido que Checo Pérez, corredor de automóviles. A Veracruz le unen lazos de amistad con Cristina. Será bienvenida en ese cargo de coordinadora, si es nombrada. Bien por Peña.
¿Y LA ANTAD?
La ANTAD es un organismo que aglutina a los empresarios de tiendas departamentales. Su solo nombre lo indica todo: Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales. Fue creada para defender los principios de la libre empresa y fomentar la unión entre los asociados. Allí están todos conformados: Chedraui, Soriana, Coopel, Gigante, Wal Mart, Sams, Comercial Mexicana, Sumesa, Palacio de Hierro, Oxxo, 7 Eleven, Home Depot, Sears, Sanborn’s, Fénix, todos. Pues bien, un incidente refleja una preocupación. Sucede que la cadena Soriana está presuntamente acusada de vender tarjetas a ser usadas por consumidores, que se operaban políticamente. Si eso ocurre, aunque no está del todo bien comprobado, la tienda solo ejerció una venta. Las autoridades defeñas de Marcelo Ebrard, sacando el Hugo Chávez que todos llevamos dentro, comenzó a clausurar un par de ellas en represalia. Aunque el inspector con cara de bobo, que salió en la tele, diga que es porque les faltaba un extinguidor y el retrato de Marcelo debidamente autografiado y no tiene nada que ver con lo otro (ajá). Son polvos de esos miedos que dieron cuando la gente no les votó. Porque sospechaban, como ocurre ahora con Soriana, que así actuarían, con prepotencia, cuando tuvieran todo el poder. Lo raro de esto es por qué la ANTAD no se ha pronunciado a favor de uno de sus asociados.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
Dice Carmen Rigalt que ‘todos los éxitos se resumen en dos: los apoteósicos y los otros’. Es día que los poderosos presidentes y jefes de Estado llaman al war room de Peña Nieto, a felicitarle. Todos los grandes llaman y toma la llamada Luis Videgaray. El no hay otro. Videgaray es una sorpresa. El columnista Juan Ignacio Zavala, excoordinador de Prensa de Chepina, hermano de Margarita y cuñao del presidente Calderón, predijo que “Videgaray será secretario de Hacienda, de Relaciones Exteriores, de Gobernación, de la poderosa Oficina de Gobierno, vocero presidencial, cheff presidencial, capitán de meseros, redactor de discursos y jefe de escoltas”, o sea, todo. Le faltó: chalán por las mañanas, vete-por-los-chescos y enlace con los gobernadores. Las llamadas de los extranjeros llegan. Varios intérpretes se necesitan para entenderle al ruso Vladimir Putin y a la alemana mamá Merkel, que por fin habló. Era la llamada que tenia angustiado al nenorro. Sin Merkel, la vida no es vida, y aunque ahora no necesitamos cash porque Calderón deja las arcas llenas, no sea que mañana nos ocurra lo que a España, que tuvo que endrogarse con abonos chiquitos, como los de Elektra. Llamó el halcón Nentayahu de Israel. Y el presidente de El Salvador, Tailandia, Perú y la alcaldesa de Chacaltianguis, aunque a esta no le tomaron la llamada. El alcalde de Tierra Blanca aún no lo hace, tampoco le tomarán llamada, es panista… y gacho.
RELACIONES EXTERIORES
Cuando los jefes de estado o primeros ministros llaman a México, uno se pregunta ¿Quién será el secretario de Relaciones Exteriores?
Rubro donde la política del PRI brilló con luz propia y tuvimos, hasta en tiempos inciertos del echeverrismo, una Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que acogió la ONU como suya, una propuesta muy mexicana.
Unos dicen que cuando el presidente la leía en Naciones Unidas, Porfirio Muñoz Ledo, que era su talento, la leía a baja voz en sus labios. De él fue la autoría.
Brilló tanto México en las relaciones mundiales, que en el camino nos hicimos de un Premio Nobel de la Paz, con Alfonso García Robles, compartido con una socióloga sueca, en el año de 1982 de Nuestro Señor Jesucristo y del Obispo Marcelino.
Otro lector opinó que Peña Nieto debe aprovechar estos cuatro meses y pico para talachearle al inglés, lenguaje que los presidentes dominan. Desde De La Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo and Procter and Gamble, Vicente Fox y Felipe Calderón. Todos esos no necesitaron intérprete cuando hablaron con papá Reagan o papá Bush padre o papá Clinton o papá Bush hijo o papá Obama. No vayas a salir, Quique, con que necesitas interprete. Anda, a talachearle al Harmon Hall. Hay ofertas ahora, dos por uno.
ESE VIEJO PRI
Al parecer, el dictado de la elección que los 18 millones y pico de votantes le dieron a Enrique Peña Nieto, para que comenzara a jubilar a ese viejo PRI que se niega a irse a sus casas o a los asilos, lo mismo a nivel nacional que a nivel municipal, comienzan a pensarse las cosas en otro nivel. Hay alguien por allí que su sola presencia lastima al nuevo PRI. Emilio Gamboa Patrón (La Boa), prototipo del priísta acomodado, que lo mismo vende su alma al diablo que al demonio, aunque sean la misma cosa. Gamboa rechinaba de limpio porque, pensaba hasta antes de la aparición de los estudiantes de la Ibero, los del #YoSoyJuancamaney, que él seguiría mamando en las sagradas ubres como mandón. Había jugado las cartas y se perfilaba a ser el coordinador de los senadores priístas. Él por un lado (senadores), y el otro capo, Beltrones, por el otro (diputados), apuntaban para liderar a las bancadas legislativas. Pobre Peña con esa mancuerna. Pues bien, parece que Peña Nieto está metiendo la devoradora Koblens y aspira a aquellos que suspiran. Los trascendidos de Milenio, que son bien acertados, apuntan que no será Gamboa el coordinador de senadores en la 62 legislatura, que lo será una mujer valerosa, lista, muy política, Cristina Díaz (María Cristina Díaz Salazar, Monterrey, Nuevo León, 17 de septiembre de 1958), secretaria general del PRI. Así se debe comenzar. A honrar esos 18 millones de votos (se incluye a Nemi) que le dieron sus simpatizantes. Cristina es mujer inteligente. De esa camada de mujeres políticas respetables, la que enaltece el género. Abogada de la Universidad Autónoma de Nuevo León, fue la que tomó la estafeta del huido y acorralado endeudador, el bailarín Humberto Moreira, cuando tuvo que salir del PRI por piernas, más rápido que Checo Pérez, corredor de automóviles. A Veracruz le unen lazos de amistad con Cristina. Será bienvenida en ese cargo de coordinadora, si es nombrada. Bien por Peña.
¿Y LA ANTAD?
La ANTAD es un organismo que aglutina a los empresarios de tiendas departamentales. Su solo nombre lo indica todo: Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales. Fue creada para defender los principios de la libre empresa y fomentar la unión entre los asociados. Allí están todos conformados: Chedraui, Soriana, Coopel, Gigante, Wal Mart, Sams, Comercial Mexicana, Sumesa, Palacio de Hierro, Oxxo, 7 Eleven, Home Depot, Sears, Sanborn’s, Fénix, todos. Pues bien, un incidente refleja una preocupación. Sucede que la cadena Soriana está presuntamente acusada de vender tarjetas a ser usadas por consumidores, que se operaban políticamente. Si eso ocurre, aunque no está del todo bien comprobado, la tienda solo ejerció una venta. Las autoridades defeñas de Marcelo Ebrard, sacando el Hugo Chávez que todos llevamos dentro, comenzó a clausurar un par de ellas en represalia. Aunque el inspector con cara de bobo, que salió en la tele, diga que es porque les faltaba un extinguidor y el retrato de Marcelo debidamente autografiado y no tiene nada que ver con lo otro (ajá). Son polvos de esos miedos que dieron cuando la gente no les votó. Porque sospechaban, como ocurre ahora con Soriana, que así actuarían, con prepotencia, cuando tuvieran todo el poder. Lo raro de esto es por qué la ANTAD no se ha pronunciado a favor de uno de sus asociados.
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