Fortin Municipio que Florece!!!

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lunes, 23 de julio de 2012

Perfiles por:Alfredo Bielma Villanueva


CAMALEON
lunes 23 de julio 2012
Según las fotografías publicadas con boletín anexo, recientemente han visitado al gobernador Duarte de Ochoa los candidatos electos al gobierno del estado de Jalisco, Aristóteles Sandoval y de Yucatán, Rolando Zapata, ambos son jóvenes valores del priismo que Peña Nieto ha asumido que será el Nuevo PRI, como si la edad en política fuera consustancial a nuevas virtudes, diferentes al tipo del tradicional político a la mexicana. Los motivos de las entrevistas se desconocen a ciencia cierta, pero es más que obvio que de entre ellos no estará el de pedir consejos acerca de la forma en cómo gobernar; la inferencia es lógica, pues ni Yucatán ni Jalisco guardan similitud con Veracruz en lo referente a sus respectivas condiciones financieras y políticas, ni en lo territorial, menos en materia de población.
El denominador común entre Duarte, Sandoval y Zapata es su juventud, ese es quizás el único rasgo relevante que los pudiera vincular (a parte del partidista), de acuerdo a la tipología política mexicana. Una coincidencia entre estos tres personajes políticos es su meteórico ascenso al gobierno estatal con más o menos escalas. Aristóteles Sandoval, de 38 años, de regidor del ayuntamiento que fue del ayuntamiento de Guadalajara (2001-2003) pasó a diputado local (2003-2006), de allí escaló nada menos que a la alcaldía de la capital jalisciense (35 años), desde donde fue catapultado por el PRI al gobierno estatal. Rolando Zapata Bello, de 43 años, es el de mayor trayectoria política pues ha sido diputado local en dos ocasiones, presidente del PRI estatal, diputado federal, Oficial Mayor y Secretario de Gobierno, antes de ser postulado por el PRI y resultar triunfador al gobierno de su estado. De Duarte, ya sabemos cómo en solo seis años logró su ascenso al gobierno estatal, con fugaz escala en la cámara de diputados.
Con estos antecedentes y debido a la muy escueta información acerca de sus visitas a Duarte solo hay espacio para la especulación, aunque permite esbozar un somero análisis partiendo de la base de que los motivos no están en la esfera local sino que forman parte de una estrategia diseñada para toda la república. Recuérdese que el ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, siendo presidente del CEN del PRI publicó spots televisivos con su imagen para hablar de una nueva generación de políticos; muy ad hoc a la imagen fresca que transmite Enrique Peña Nieto. Más detalles los proporciona la visita a Veracruz hace pocas semanas del actual gobernador de Nuevo León, él también es un elemento joven, aunque tampoco haya entregado buenas cuentas en resultados electorales al candidato electo de su partido.
En esa estrategia, la importancia de estos personajes radica en el desempeño que tendrán como gobernadores pues son parte de la simiente que servirá para mantener en el poder a su partido, enriqueciendo a la vez las opciones para seleccionar candidatos presidenciales; Videgaray, entre otros, ya habrán apreciado esa tesitura. La eventual incógnita está en el desempeño de Sandoval y Zapata pues aún son gobernadores nonatos; en cambio, en Veracruz las complicaciones de orden financiero y de inseguridad pública le han entorpecido a Duarte su arranque gubernamental.
Lo cierto es que, guardadas todas las proporciones de tiempo y lugar, ninguno de estos noveles actores políticos ha demostrado, hasta ahora, los tamaños que a su edad ya habían perfilado, por ejemplo, Lázaro Cárdenas en su trayectoria militar y política, como gobernador de Michoacán, presidente del PNR, por caso, y Miguel Alemán como mandatario veracruzano y coordinador de los gobernadores sumados al presidente Cárdenas en defensa de la expropiación petrolera. En política nada está prefigurado, por lo que dependerá de las circunstancias de que se rodee cada uno de estos personajes su porvenir político en el escenario nacional.
Es este un tema prematuro, por supuesto; pero en política nadie hasta ahora ha demostrado que un actor político requiera de elevado coeficiente intelectual o dueño de cultura excelsa para encumbrarse hasta el pináculo del poder, o que para lograrlo deba transitar largamente por los pasillos del poder; tiempo y circunstancias son ya lugar común pero al fin son factores que determinan acontecimientos.
En lo que a Veracruz corresponde a nosotros nos interesa todo lo que se refiera al Dr. Duarte de Ochoa por cuanto a que es el mandatario de los veracruzanos; en esa condición política su suerte se vincula al interés de más de siete millones de veracruzanos que esperan la cabal consecución de los ofrecimientos. Ya perdimos seis años como estado y miles de millones de pesos operan en el pasivo estatal sin que haya una explicación valida de su ejercicio, luego entonces la preocupación no es menor porque después de 18 meses de un nuevo gobierno aún no se advierten los signos de la recuperación o, como dice el cliché puesto en boga en aquel tenebroso pasado, del relanzamiento económico, industrial, agropecuario, turístico etc., del estado.
El pesimismo se acrecienta cuando vislumbramos que en el futuro inmediato, de aquí a diciembre, el universo político está nebuloso y, todavía más, que una vez que se re resuelva el tema presidencial sobrevienen en este estado las campañas políticas de quienes aspirarán a convertirse en alcaldes y legisladores en Veracruz. Esa perspectiva significa que nuevamente estaremos involucrados en temas de carácter electoral, que ocuparán la mayor parte del tercer año de gobierno. Tomando como base la experiencia del presente año electoral, la lógica avisa que el escenario de Veracruz será similar al actual por cuanto a que, de nuevo, se postergarán el desarrollo económico, la creación de empleos, la construcción de la infraestructura agropecuaria, urbana, carretera, etc.
Entonces, ¿habrá o no relanzamiento? Un interrogante cuya respuesta es diferida mientras tanto no se esclarezca el horizonte político de Veracruz, pues a partir de diciembre próximo habrá nuevo presidente de la república en quien los más optimistas cifran renovadas esperanzas respecto de que “ahora sí” bajarán los recursos federales. Un argumento que el gobernador Duarte se ha encargado de desvanecer cuando habla que Calderón ha apoyado al Estado, “lo valoro porque ha apoyado a Veracruz”. 
Perfiles personales a parte, a los veracruzanos en su conjunto lo único que nos interesa es que Veracruz salga del atolladero; de lograrlo entonces se pudiera especular sobre futuros políticos. Si no, no, como dijera el gallego.

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