Es indudable que hay muchísimos mexicanos
resentidos por las políticas sociales de los últimos 20 años. La falta de oportunidades de trabajo y la
pérdida de la movilidad social, que fue un gran liberador de presión social
cuando el PRI gobernaba bajo la premisa del nacionalismo revolucionario, han
convertido al país en un polvorín. Y los
partidos políticos juegan y explotan esas necesidades primarias de sus
seguidores, para mantenerlos como sus simpatizantes para las próximas
elecciones, sin considerar que por beneficiar a personas o siglas partidistas,
se perjudica a la Nación.
Hoy vemos a los líderes del PAN jugar a
decir hoy una cosa y mañana otra, como si quisieran quedar bien con el próximo
presidente de México, pero al mismo tiempo, quedar bien con los consumidores de
su marca y justificar en un supuesto fraude una derrota por ellos mismos
buscada y obtenida. Mientras que en la
izquierda hay una relación esquizofrénica con López Obrador, pues por un lado,
saben que hará su propio partido político que se llamará Morena, y con eso les
va a quitar diputados, senadores, y muchos votos a las izquierdas, al grado de
que los dueños del PT y de MC, están considerando sumarse a su partido en lugar
de correr el riesgo de desaparecer y perder todas esas prebendas económicas de
las que han vivido gracias a haberse inventado partidos políticos. La relación se complica porque el grupo de
Ebrard, que incluye a un político brillantísimo como Manuel Camacho, sabe que
si la izquierda no está unida, es muy difícil ganar la presidencia, y la única
manera de tenerla unida en el 2018 será si el candidato es AMLO, pero eso
implica que Ebrard y su gente se queden como el chinito, pues sus tiempos
también se agotan.
Así, vemos que habrá protestas pacíficas,
pero de cualquier manera se inquiera a la inversión tanto nacional como
extranjera. Preocupa que cualquiera de esas protestas pueda derivar en algún
hecho de violencia, y por otra parte, se observa que se está midiendo la
paciencia y cobardía de las autoridades, al permitir agresiones a particulares,
como es el caso de la propuesta toma de televisoras, que si no se hace
correctamente y hay daños y desmanes, quedará en evidencia la incapacidad o
quizá la falta de valor de los funcionarios para aplicar la ley y defender los
bienes de los particulares ante el posible ataque de las hordas
lopezobradoristas. Y es que así se verá
la situación, nadie va a medir si hay razón o no, simplemente se va a valorar
si los manifestantes violan la ley, dañan propiedad ajena, etc., y la reacción
de la autoridad.
Reaccionar y reprimir será malo, no
hacerlo también. Vaya situación de
perder-perder que enfrenta la autoridad, y mientras los juegos de poder están a
la orden del día en México, a nivel internacional se gesta un tsunami económico
de consecuencias imprevisibles.
Mientras Europa obtiene cierta calma con el apoyo a los bancos –que no a
todas la economía- españoles, en Estados Unidos la situación se torna muy
delicada, porque no hay una definición de ventaja en ningún candidato, lo cual
implica que el presidente Obama tendrá que dedicar más tiempo a su campaña y
menos a los asuntos que le importan a los Estados Unidos, lo cual implica dejar
para último minuto la negociación del presupuesto para el próximo año, a la par
de que al estar en campaña los republicanos no tienen interés en apoyar ninguna
medida que pueda darle frutos a Obama, con lo cual la manera de reducir el
déficit o incrementar el nivel de endeudamiento, también tendrá que decidirse
después de la elección, dejando muy escaso tiempo para resolver los
resentimientos electorales.
China reduce su nivel de crecimiento, y
con ello, frena el crecimiento de economías como Brasil, Argentina y Chile.
Argentina a su vez, enfrenta otra vez problemas económicos por la falta de
seriedad de su presidenta en el aspecto económico. Rusia estable gracias a la dictablanda de
Putin. El petróleo puede irse a las nubes, si escala la guerra civil en Siria,
pues los rebeldes están siendo armados, entrenados y apoyados por las potencias
occidentales de siempre, mientras que Rusia y China, juegan sus interese geopolíticos
y su amistad con Irán quien juega un papel importante en el apoyo al régimen
sirio, mientras intenta continuar su programa nuclear. En caso de que algo se complique en el medio
oriente, habrá otra vez un factor más de crisis, ante la falta del crudo que
cruza por el estrecho de Ormuz, lo cual implicará una recesión mundial, dadas
las condiciones actuales.
Por eso el título de esta colaboración, en
lugar de ser tan pedestres y locales, los políticos debieran de ver más allá de
sus propios intereses y comenzar a preocuparse por el pueblo de México, pues
mientras no haya definiciones ni unión, no podremos enfrentar ese futuro que se
nos viene encima.
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