Fortin Municipio que Florece!!!

Fortin  Municipio que Florece!!!

martes, 17 de julio de 2012

El Baldón: La mentira y la incitación a la violencia .Por: José Miguel Cobián




          Durante toda su vida como partido político, el PAN ha luchado contra el PRI, en todos los foros, con todos los medios a su alcance, y sobre todo, con una visión de país diferente del nacionalismo revolucionario que supuestamente ampara a los gobiernos revolucionarios.  Fue el PAN quien arrebató al PRI la presidencia de la República, y quien respetuoso de las instituciones y del mandato de las urnas, se la va a regresar, en contra de la convicción y de la voluntad del Presidente de la República.  Así han sido históricamente las cosas, y sobre todo, adversarios que luchan en el marco de las instituciones, desde hace casi 20 años. Respetando ambos las reglas del juego que son las reglas de los códigos electorales aprobados por TODOS los partidos políticos.  Hoy de un plumazo, el Sr. López quiere borrar esa historia, y convencer a sus hordas –ignorantes de las luchas democráticas del PAN- de que el PRI y el PAN son la misma cosa. Llega al grado absurdo de pretender que la pérdida del poder por parte de acción nacional se debe a un arreglo ¨en lo oscurito¨ en el que participó el propio presidente Calderón…   Esta afirmación resulta absurda –por no decir ridícula- ante la evidencia histórica.  Salvo que López Obrador considere que Calderón tiene la capacidad de controlar a millones de electores para que pierda su partido y gane el de Peña Nieto, lo cual es válido en la ciencia ficción, más no en la realidad mexicana.  Y si acaso Calderón tuviera ese poder, lo lógico sería haberlo usado en favor del partido en el que ha nacido, crecido y luchado toda su vida.   Sin embargo, los seguidores de López, se lo creen a pie juntillas, negando uno de sus atributos humanos, el uso del criterio y el discernimiento.
     Cuando López entendió que no podía alegar fraude electoral en las urnas, porque se abrieron más de la mitad y se recontaron a la vista de todos. Porque quienes participaron como funcionarios electorales son ciudadanos y es imposible afirmar que hubo complot nacional de ciudadanos para hacerle perder la elección.  Porque las reglas para participar en esta campaña las establecieron todos los partidos en la última reforma electoral, realizada a modo de las peticiones del PRD, PT, y MC, es decir, a modo de lo que AMLO solicitaba, y por ello no se puede alegar en contra de la ley electoral.    Decía que cuando se dio cuenta de que no se podía por ese lado, alegó públicamente cuestiones que no invalidan la elección conforme a la mencionada ley electoral, pero que satisfacen la justificación por la derrota, tanto de sus asesores, como de sus hordas.  De tal manera que hoy televisa, los gobiernos estatales, y algunos otros medios de comunicación son los que lograron, junto con unas tarjetas de puntos de Soriana y unas tarjetas de Monex que hoy todavía no se define que uso tuvieron, todos esos factores lograron modificar el deseo de los electores.  
     Acusa al gobierno de Veracruz de haber participado en el magno fraude, olvidando que en Veracruz no ganó el PRI, lo cual per se, demuestra la falsedad de su afirmación.  Acusa a los medios cuando en nuestro entorno, siendo ciudadanos que vemos televisión y leemos periódicos, no ganó el PRI. Lo cual demuestra que los medios no influyen en la decisión del elector, quien cada vez vota más y mejor informado.
     Toda la serie de mentiras y afirmaciones de López tienen como único fin, alimentar la incomodidad de sus hordas y lograr su candidatura para el 2018, en lugar de aprovechar el segundo lugar –como en 2006- para negociar cambios para el país.  Parece que otra vez –como en 2006-, dejará el lugar de oposición influyente al PAN (tercera fuerza), y perderá la oportunidad de ayudar a México y llevar a cabo parte de su proyecto de nación, pues para AMLO la realidad se divide entre todo y nada, sin puntos intermedios.  
     Mientras tanto, estimula la indignación, alimenta el odio entre mexicanos, y espera con todo su corazón que haya algún muerto –mártir de su causa-, para exacerbar aún más a sus hordas en contra de un país que en las urnas lo rechazó por segunda ocasión.  Esa incitación implícita a la violencia en lugar de aprovechar su posición privilegiada para lograr avanzar en los cambios en los que supuestamente López cree y confía, es una traición a sus quince millones de votantes, que creyeron en él y en su república amorosa, que jamás votaron por la violencia, la intolerancia y el fomento al odio entre los mexicanos, sino por un proyecto de gobierno, que con el número de diputados y senadores que posee la izquierda puede matizar las políticas de gobierno de Peña Nieto.
     Curiosamente quienes dicen NO A LA IMPOSICIÓN, quieren imponer desde su calidad de minoría entre las minorías (pues no representan a todos los votantes de AMLO), su criterio sobre el destino de la elección y de la nación.  Lamentablemente –para ellos-, la mayoría de los mexicanos está en contra de sus intenciones, lo cual queda claro con el mínimo apoyo a sus manifestaciones en plazas públicas.  Radicalizar su movimiento va a traer consecuencias funestas para el proyecto político de AMLO, salvo que los mexicanos no aprendamos con la doble lección de 2006 y 2012 y evitemos confiar en él una tercera vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario