Fecha: 04/02/2012
DE LA VIEJA GUARDIA A INTERNET
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| Mario Vásquez Sandoval, periodista y líder de opinión con amplia trayectoria profesional. |
Veracruz, Ver.- Inmersos en un crecimiento explosivo de medios de comunicación, donde la inmediatez de la información muchas veces se impone a la conducta obligada del reportero de corroborar la veracidad de lo que está trasmitiendo, pocos periodistas conservan la práctica de escribir mientras entrevistan; de preguntar, de aclarar si queda alguna duda de lo que señala el entrevistado. El tiempo es valioso, pero dar noticias erróneas es peligroso, cuando va de por medio el prestigio profesional y la credibilidad.
El uso de la grabadora no le ha sido necesario. Libreta y pluma en mano, escribe dos, tres palabras claves de lo que le informan, palabras suficientes para hacer una nota de dos, tres cuartillas, con una ortografía y redacción impecables, revisada minuciosamente una, dos, tres y las veces que sean necesarias.
DE LA "VIEJA GUARDIA"
Disciplinado, metódico, exigente consigo mismo, sencillo, buen conversador, líder de opinión, periodista que ha transitado a lo largo de tres décadas por toda clase de situaciones en su vida profesional, Mario Vásquez Sandoval es sin duda un periodista de “la vieja guardia” adaptado a los tiempos de la internet.
En más de treinta años se ha mantenido fiel a los dos únicos medios de comunicación en que incursionó, diario El Dictamen, Decano de la Prensa Nacional y Grupo FM, ambos de la familia Malpica.
Cada mañana, de lunes a viernes a muy temprana hora, escuchamos su comentario en el noticiero de Grupo FM Noticias, generalmente temas políticos, pero también de la vida cotidiana, del acontecer en Veracruz, el país o el mundo, mientras en las páginas de El Dictamen sus notas diarias que generan opinión.
Seis gobernadores, seis presidentes de la República, y más de una docena de presidentes municipales ha visto pasar en su vida profesional. Algunos brillantes, pocos de ellos honestos, otros gobernantes desastrosos, pero de todos ellos ha escrito y comentado, y a muchos, a muchísimos, ha entrevistado.
CUANDO EL TÍTULO NO BASTA
En charla para Cambio Digital, Mario Vásquez nos platica parte de su experiencia profesional, pero sobre todo recomienda a las nuevas generaciones de reporteros que se preparen, que un título universitario por sí solo no basta; saber de comunicación, no es suficiente. Leer, cultivarse es indispensable; dominar otros idiomas, no solo el inglés es básico.
“Que se preparen lo más posible, ahora ya no basta con la licenciatura, sino con la maestría y el doctorado si es posible, y sobre todo algo que les debo recomendar a los jóvenes que inician en esta profesión, el idioma, eso es fundamental, el idioma abre las puertas, el inglés es inmediato pero si se puede el francés, y más allá el italiano o el alemán o hasta el chino que está muy de moda. Además del hábito de la lectura, tener siempre un libro en el buró, para amarrar el sueño siempre es muy recomendable”.
Mario Vásquez comenzó su carrera cuando lo más moderno eran las máquinas de escribir, mecánicas, ni siquiera eléctricas. Cuando las “noticias de última hora” llegaban con un día o más de retraso a las redacciones vía télex. Cuando en la radio se grababa en carrete abierto y cuando para ser locutor se exigía una voz impecable, porque no había consolas que eliminaran lo gangoso o chillante de la misma.
Hoy, Blackberry en mano, tiene en su cuenta de correo, twitter o facebook lo que está pasando en el justo momento en cualquier parte del mundo.
LOS TIEMPOS CAMBIAN, EL BUEN PERIODISMO NO
La tecnología ha avanzado, los tiempos han cambiado, pero el periodismo, el buen periodismo no.
Mario Vázquez Sandoval ha dedicado más de la mitad de su vida al periodismo y expresa que uno de sus mayores logros en esta trayectoria, fue el de tener siete notas en primera plana en El Dictamen.
Durante muchos años compartió su pasión por el periodismo con la enseñanza, en lo que era el Centro de Capacitación de la Armada de México.
Allí adquirió la disciplina de hacer ejercicio diario, de levantarse a las 5:00 horas de la mañana y acostarse a las 21:00 ó 22:00 horas; a desayunar, comer y cenar en horarios fijos y sobre todo a verse siempre limpio, impecable.
En su labor periodística disfruta el poder relacionarse con las personas, conocer casi a diario a nuevos personajes.
De su paso por la Secretaría de Marina a la que ingresó por invitación de un almirante que había visto su desempeño en entrevistas recuerda que “era pesado estar en las mañanas en la Escuela y posteriormente en las tardes escribir en el Dictamen, pero como todo esfuerzo valió la pena, es una experiencia de vida, el levantarse muy temprano para tener tu uniforme impecable, no es lo mismo que la vida civil, aquí todo tiene que hacerse de la mejor manera”.
Recuerda muy bien cuando un superior le pidió que diera un discurso muy importante en una reunión con puros almirantes, los altos mandos, “en ese entonces yo no tenía el mismo grado y pues el provenir de la vida civil y verse rodeado con oficiales que iniciaron su trayectoria en las escuela sí era un reto, que afortunadamente supere y fui reconocido”.
EL MAESTRO ALFONSO VALENCIA RÍOS
Tuvo, dice nuestro entrevistado, “la fortuna de trabajar con el maestro Alfonso Valencia Ríos, en el periódico, poco tiempo después de egresar de la Facultad de Periodismo que era la carrera que se cursaba en aquel entonces, estuve en el Dictamen, posteriormente me invitan a colaborar en la radio, en Grupo FM al lado de grandes periodistas; la familia Malpica me arropó y gracias a Dios a la fecha conservo a lo largo de los años mis medios en los que me inicié trabajando, la radio que es una de mis pasiones y el periodismo escrito, siempre combinando las dos actividades, es una grata experiencia, conocer y ver pasar a tantas personas”.
Casi a diario, Mario Vásquez comparte mesa en el Café de La Parroquia con amigos de diferentes profesiones que usan la mesa más grande del resto del lugar, donde cómodamente caben seis, a veces ocho personas sentadas.
Pocas veces come allí, solo un café, si acaso una canilla, pues disciplinado como es, no sale de su casa sin desayunar.
Desde esa mesa observa a las nuevas generaciones de reporteros; a las docenas de “informadores políticos” que se mezclan con los periodistas, a los jóvenes estudiantes de Comunicación que hacen sus “pininos” y a uno que otro periodista que como él llevan dos, tres décadas en la profesión sin abandonarla, a pesar de lo ingrata que en ocasiones suele ser.
Vázquez Sandoval considera que el periodista, aunque nunca se jubila, poco a poco debe irse retirando. Dejar la actividad reporteril de manera digna, no cuando la capacidad mental o la fuerza fallen.
“Hay que dar paso a los nuevos periodistas, hay que ir bajando el ritmo, claro la salud es primero, no siempre uno va a estar tan lúcido y fuerte, hay que retirarse de manera digna, plena por lo que en algún momento hay que pensar en el retiro, es difícil llegar y pasar tantísimos años y no dejar el espacio, siempre que haya vida y salud que es lo importante habrá que hacer, pero te puedo decir que poco a poco hay que irse retirando”.
-Qué es lo que te resulta más difícil, complicado en tu trabajo como periodista, preguntamos
“No es que sea algo difícil, pero veo que las nuevas generaciones vienen empujando fuerte, los nuevos periodistas, los tiempos cambian y pues cada día el campo está más competido, eso es grato ver que los jóvenes tienen interés en esta profesión que te deja satisfacciones, aunque tiene sus sacrificios, el estar lejos de casa, el pasar varias horas en la redacción, el pensar la nota, hacerla, rehacerla, el saber cuál es el punto medular de la información”.
¿Alguna experiencia grata de tu vida profesional?
“Lo más grato, así como la corona de mi carrera fue aquel año en donde salieron siete notas de Mario Vázquez en el Dictamen en primera plana, no recuerdo la fecha, creo que fueron notas sobre drenaje y alcantarillado, y algunos otros temas que estaban en ese momento, pero fue muy grato, conservo el ejemplar para recordar aquel día en que tuve la gran oportunidad de tener todas mis notas en portada, es algo muy grato como periodista”.
Charlar con Mario es ameno, la capacidad para recordar nombres y situaciones, pero sobre todo no requerir de una grabadora para escuchar una, dos, tres veces lo que declaró un entrevistado y de allí hacer la nota, es una cualidad que pocos, poquísimos periodistas pueden presumir. Nuestro entrevistado es de esos pocos.
El uso de la grabadora no le ha sido necesario. Libreta y pluma en mano, escribe dos, tres palabras claves de lo que le informan, palabras suficientes para hacer una nota de dos, tres cuartillas, con una ortografía y redacción impecables, revisada minuciosamente una, dos, tres y las veces que sean necesarias.
DE LA "VIEJA GUARDIA"
Disciplinado, metódico, exigente consigo mismo, sencillo, buen conversador, líder de opinión, periodista que ha transitado a lo largo de tres décadas por toda clase de situaciones en su vida profesional, Mario Vásquez Sandoval es sin duda un periodista de “la vieja guardia” adaptado a los tiempos de la internet.
En más de treinta años se ha mantenido fiel a los dos únicos medios de comunicación en que incursionó, diario El Dictamen, Decano de la Prensa Nacional y Grupo FM, ambos de la familia Malpica.
Cada mañana, de lunes a viernes a muy temprana hora, escuchamos su comentario en el noticiero de Grupo FM Noticias, generalmente temas políticos, pero también de la vida cotidiana, del acontecer en Veracruz, el país o el mundo, mientras en las páginas de El Dictamen sus notas diarias que generan opinión.
Seis gobernadores, seis presidentes de la República, y más de una docena de presidentes municipales ha visto pasar en su vida profesional. Algunos brillantes, pocos de ellos honestos, otros gobernantes desastrosos, pero de todos ellos ha escrito y comentado, y a muchos, a muchísimos, ha entrevistado.
CUANDO EL TÍTULO NO BASTA
En charla para Cambio Digital, Mario Vásquez nos platica parte de su experiencia profesional, pero sobre todo recomienda a las nuevas generaciones de reporteros que se preparen, que un título universitario por sí solo no basta; saber de comunicación, no es suficiente. Leer, cultivarse es indispensable; dominar otros idiomas, no solo el inglés es básico.
“Que se preparen lo más posible, ahora ya no basta con la licenciatura, sino con la maestría y el doctorado si es posible, y sobre todo algo que les debo recomendar a los jóvenes que inician en esta profesión, el idioma, eso es fundamental, el idioma abre las puertas, el inglés es inmediato pero si se puede el francés, y más allá el italiano o el alemán o hasta el chino que está muy de moda. Además del hábito de la lectura, tener siempre un libro en el buró, para amarrar el sueño siempre es muy recomendable”.
Mario Vásquez comenzó su carrera cuando lo más moderno eran las máquinas de escribir, mecánicas, ni siquiera eléctricas. Cuando las “noticias de última hora” llegaban con un día o más de retraso a las redacciones vía télex. Cuando en la radio se grababa en carrete abierto y cuando para ser locutor se exigía una voz impecable, porque no había consolas que eliminaran lo gangoso o chillante de la misma.
Hoy, Blackberry en mano, tiene en su cuenta de correo, twitter o facebook lo que está pasando en el justo momento en cualquier parte del mundo.
LOS TIEMPOS CAMBIAN, EL BUEN PERIODISMO NO
La tecnología ha avanzado, los tiempos han cambiado, pero el periodismo, el buen periodismo no.
Mario Vázquez Sandoval ha dedicado más de la mitad de su vida al periodismo y expresa que uno de sus mayores logros en esta trayectoria, fue el de tener siete notas en primera plana en El Dictamen.
Durante muchos años compartió su pasión por el periodismo con la enseñanza, en lo que era el Centro de Capacitación de la Armada de México.
Allí adquirió la disciplina de hacer ejercicio diario, de levantarse a las 5:00 horas de la mañana y acostarse a las 21:00 ó 22:00 horas; a desayunar, comer y cenar en horarios fijos y sobre todo a verse siempre limpio, impecable.
En su labor periodística disfruta el poder relacionarse con las personas, conocer casi a diario a nuevos personajes.
De su paso por la Secretaría de Marina a la que ingresó por invitación de un almirante que había visto su desempeño en entrevistas recuerda que “era pesado estar en las mañanas en la Escuela y posteriormente en las tardes escribir en el Dictamen, pero como todo esfuerzo valió la pena, es una experiencia de vida, el levantarse muy temprano para tener tu uniforme impecable, no es lo mismo que la vida civil, aquí todo tiene que hacerse de la mejor manera”.
Recuerda muy bien cuando un superior le pidió que diera un discurso muy importante en una reunión con puros almirantes, los altos mandos, “en ese entonces yo no tenía el mismo grado y pues el provenir de la vida civil y verse rodeado con oficiales que iniciaron su trayectoria en las escuela sí era un reto, que afortunadamente supere y fui reconocido”.
EL MAESTRO ALFONSO VALENCIA RÍOS
Tuvo, dice nuestro entrevistado, “la fortuna de trabajar con el maestro Alfonso Valencia Ríos, en el periódico, poco tiempo después de egresar de la Facultad de Periodismo que era la carrera que se cursaba en aquel entonces, estuve en el Dictamen, posteriormente me invitan a colaborar en la radio, en Grupo FM al lado de grandes periodistas; la familia Malpica me arropó y gracias a Dios a la fecha conservo a lo largo de los años mis medios en los que me inicié trabajando, la radio que es una de mis pasiones y el periodismo escrito, siempre combinando las dos actividades, es una grata experiencia, conocer y ver pasar a tantas personas”.
Casi a diario, Mario Vásquez comparte mesa en el Café de La Parroquia con amigos de diferentes profesiones que usan la mesa más grande del resto del lugar, donde cómodamente caben seis, a veces ocho personas sentadas.
Pocas veces come allí, solo un café, si acaso una canilla, pues disciplinado como es, no sale de su casa sin desayunar.
Desde esa mesa observa a las nuevas generaciones de reporteros; a las docenas de “informadores políticos” que se mezclan con los periodistas, a los jóvenes estudiantes de Comunicación que hacen sus “pininos” y a uno que otro periodista que como él llevan dos, tres décadas en la profesión sin abandonarla, a pesar de lo ingrata que en ocasiones suele ser.
Vázquez Sandoval considera que el periodista, aunque nunca se jubila, poco a poco debe irse retirando. Dejar la actividad reporteril de manera digna, no cuando la capacidad mental o la fuerza fallen.
“Hay que dar paso a los nuevos periodistas, hay que ir bajando el ritmo, claro la salud es primero, no siempre uno va a estar tan lúcido y fuerte, hay que retirarse de manera digna, plena por lo que en algún momento hay que pensar en el retiro, es difícil llegar y pasar tantísimos años y no dejar el espacio, siempre que haya vida y salud que es lo importante habrá que hacer, pero te puedo decir que poco a poco hay que irse retirando”.
-Qué es lo que te resulta más difícil, complicado en tu trabajo como periodista, preguntamos
“No es que sea algo difícil, pero veo que las nuevas generaciones vienen empujando fuerte, los nuevos periodistas, los tiempos cambian y pues cada día el campo está más competido, eso es grato ver que los jóvenes tienen interés en esta profesión que te deja satisfacciones, aunque tiene sus sacrificios, el estar lejos de casa, el pasar varias horas en la redacción, el pensar la nota, hacerla, rehacerla, el saber cuál es el punto medular de la información”.
¿Alguna experiencia grata de tu vida profesional?
“Lo más grato, así como la corona de mi carrera fue aquel año en donde salieron siete notas de Mario Vázquez en el Dictamen en primera plana, no recuerdo la fecha, creo que fueron notas sobre drenaje y alcantarillado, y algunos otros temas que estaban en ese momento, pero fue muy grato, conservo el ejemplar para recordar aquel día en que tuve la gran oportunidad de tener todas mis notas en portada, es algo muy grato como periodista”.
Charlar con Mario es ameno, la capacidad para recordar nombres y situaciones, pero sobre todo no requerir de una grabadora para escuchar una, dos, tres veces lo que declaró un entrevistado y de allí hacer la nota, es una cualidad que pocos, poquísimos periodistas pueden presumir. Nuestro entrevistado es de esos pocos.
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