Fortin Municipio que Florece!!!

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Acertijos ¿Quién guardará a los guardianes? Camelot. Por: Gilberto Haaz Diez


          

VARADOS EN VERACRUZ
 
Mañana del día martes 24 de septiembre. Un día antes tomé, bajo mis propios riesgos, la autopista que va de Orizaba a Veracruz. En la de Cuitláhuac, unos cañeros pasaban la rama, en la caseta que vale 85 pesos solicitaban 50, para la causa. Había que darlos, so pena de quedarte varado. Eso era a las 10:30. Una hora después el cierre fue total. El asunto era cómo regresar, porque ir ya no tenía chiste. Pues no había manera, lo mejor y adecuado era pernoctar. Como político en desgracia. Antes merodeé por la ciudad, tomé un café y un cuate me platicó el final de la cinta de Derbez: ‘No se aceptan devoluciones’, entonces cuando me metí a un cine de Cinepolis de Plaza Américas, al de los Ramírez, pues ya ni chillé, ni moqueé ni nada parecido. Mala lecha haber sabido el final. La cinta es tremendamente taquillera, en la función de 5 y media de la tarde la sala estaba atiborrada. La niña que actúa con Derbez, fenomenal. Un tremendo éxito, como el de House of Cards, que ganó los Emmys 2013 porque es cinta que reúne todo; política en Washington, poder, corrupción, líos de sabanas y conspiraciones; bien lo decía Shakespeare, donde hay poder hay conspiración.
 
EN RANCHO TREJO
 
Aislado como Tom Hanks y sin mi balón Wilson con quien platicar, buscaba en que entretenerme, pasar el día, matar el tiempo a que cayera la noche. Los cañeros aseguran que ellos no hacen el bloqueo ni las tomas de carreteras. El gobierno federal de Peña Nieto hace como que no ve. Es muy cierto que el presidente y su staff están en la emergencia de los desastres naturales, pero no se podrá compadecer alguien de su gobierno de que aquí las cosas están del carajo. En Rancho Trejo han tomado las carreteras, eso es un entronque donde los autos y camiones se dirigen a Córdoba, allí bifurcan en un libramiento entre las dos carreteras, la federal y la autopista. Están varados como película de Hollywood. Comienzan a conocerse las historias, el diputado federal, Juan del Bosque Márquez, me dijo que anoche mismo con un machete en mano abrieron paso en una brecha para sacar un enfermo que venía en ambulancia, y se moría. Un hijo de un colaborador está allí en Rancho Trejo desde ayer a las 12 del día, sin poder llegar a casa. Un súper Oxxo está haciendo la venta del año. Hay colas para avituallarse de comida chatarra porque a veces, como en la novela de Luis Spota, más cornadas da el hambre. A Peña Nieto le llueve la crítica en las redes sociales. Su gobierno no mira para Veracruz y miles pagan las consecuencias. Qué actúe, para eso se le eligió. O dialoga y da el apoyo, o los conmina a que se quiten, como les hicieron cuando el Zócalo, dijo alguien. Lo que ocurre es que ya le tomaron la medida, desde las tomas de la Autopista del Sol hasta este día, cualquiera puede tomar una autopista y la autoridad como si nada. Y me acordé de esas cosas porque anoche mismo, para matar el tiempo y llegar a mi modesto departamentito en Vía Muerta, que para acabarla de amolar no tenía señal de tele ni agua caliente para bañarse al otro día, me leí el libro ‘El Policía’, de Rafael Rodríguez Castañeda, de los escritores de Proceso, la historia del terrible Miguel Nazar Haro, que decía: “Cuando está de por medio la seguridad del Estado, no hay constituciones ni leyes que valgan una chingada”. Como ahora.
 
UN DIA DESPUES
 
 Por la mañana de un día después, al llamar al 074 de Capufe y al 088 de los policías federales, me amanecí, a las siete de la madrugada, con que los caminos seguían tomados. Los caminos de la vida no son cómo imaginaba, no son cómo yo esperaba. No se movía nada. Y me acordé aún más de Peña Nieto, ¿Qué estará pintado este hombre? ¿O le entró el síndrome de Miguel Mancera? Ese gobernante del DF que por poco les lleva las tortas y los chescos a la CNTE del Zócalo. Luego llamé a Juan Herrera Marín, que en Gobernación con Erick Lagos da su sapiencia, para conocer si su GPS me llevaba de regreso a Orizaba. Después de una Consulta Mitofsky, me la jugué viniéndome por Huatusco. La ruta fue como la de Colón: Por Tamsa, Santa Fe, puebleé por un sitio llamado ‘Cantarranas’, como uno de España, pueblo de 575 habitantes, pueblos bellos, como los de Juan Rulfo en El Llano en Llamas. La campiña toda verde refleja el esplendor de las lluvias, que por un lado traen tragedia y daño, pero a la larga las cosechas mejoran. Mata de Zarza, otro pueblo de 349 habitantes. Con decirles que el pavimento de esos lugares está mucho mejor que los de Capufe, aunque es carretera estrecha. No hay señal de Telmex ni de Nextel. Eso que anuncia Slim de que todo México es territorio Telcel, es una mentira. Al pasar se ven niños de las escuelas en el recreo. Las tiendas de abarrotes y los tecnológicos veracruzanos, un orgullo de la educación. Los vendedores al pie, sacan su mesa de madera y te ofrecen para llevar todo, desde maíz, café, cacahuates; las iglesias en los picos de los montes como estampa de cuadro pictórico del Dr. Atl. Es este Veracruz muy nuestro, cuya campiña al llegar por Huatusco asemeja a la de los suizos, aunque aquí no hay güeros. Luego veo la Macadamia, que se cultiva y vende en el rancho del alcalde interino de Córdoba, Guillermo Rivas Díaz, al que hace mucho ya no invita el muy marro. Hacía buenas comelitonas.
 
TIERRA A LA VISTA
 
Bajo a Coscomatepec, donde tienen fama de su pan de horno de leña, toco Chocamán, tres horas después de camino, casi grito: ‘Tierra a la Vista’, cuando avizoré Monte Salas y llegué a Fortín de las Flores, que también es pueblo. Unos maestros y maestras nos daban el paso en la caseta de 10 pesos, el lado que no estaba tomado. Les dimos 5, a medio precio, como Chedraui cuesta menos. Pasamos y oímos un grito: ‘¡Muera Calleja!’, el dirigente sindical del SNTE que anda en apuros. Luego, al voltear a la izquierda, al ver el otro carril aquello era impresionante. Miles y miles de camiones con carga varados, gente que se ha bajado y prefiere caminar para llegar a algún destino. Mercancía quizá echándose a perder. Pollos sedientos en las jaulas. Cochinos hambrientos. Todo inmóvil. Nada se mueve hasta que quieran estos alborotadores. Es la realidad de este México nuestro. Del que algunas veces no se sabe si se divierte jugando a los volados, a veces con las tomas de carreteras, y a veces con la impaciencia.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
 
 

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