31-Enero-12
Como una respuesta a las necesidades que se observan continuamente dentro de la sociedad y en el departamento de Psicología del DIF Municipal de Córdoba, surgió el Taller de Niños, en el que se busca crear un espacio de convivencia y aprendizaje entre padres e hijos.
El psicólogo Juan Antonio Mendoza Hernández, señaló que el taller está basado en el desarrollo psicoafectivo del niño, que consiste en analizar las etapas en las que el menor va creciendo, se estructura su personalidad y cómo se va unificando integralmente con los padres.
Indicó que la relación directa entre padres e hijos se está viendo muy mermada, por ello lo importante es el compromiso de los padres y la actitud de querer aprender y mejorar, aunque lo más difícil es llevarlo a cabo en casa.
Los temas que serán abordados en el Taller de Niños son: la hiperactividad, los límites en el hogar, la sana convivencia, familias disfuncionales, entre otros.
Está dirigido a niños de seis a diez años, se imparte todos los días jueves de 2 a 3:30 de la tarde y tiene un costo simbólico de 10 pesos.
“El niño tiene que venir acompañado del tutor, de preferencia los padres, y se trabaja mediante dinámicas, se procura que el tallercito sea vivencial, que la convivencia sea directamente padres e hijos y se da cierta orientación”, comentó.
A través de las dinámicas se pretende que los padres aprendan y conozcan más sobre el hijo a través del juego: que aprendan a poner límites, a convivir sanamente, a identificar gustos, preferencias, tolerancias, entre otras cosas.
Mendoza Hernández destacó que con este tipo de talleres que se ofrecen en el DIF de Córdoba, se busca generar una convivencia sana, porque es importante que en los hogares ésta sea mejor cada vez; evitar la disfuncionalidad, distanciamientos emocionales, que el niño crezca sin límites, autoritarismos, y que padres e hijos sean unos desconocidos entre ellos.
El psicólogo consideró que es frecuente que exista este desconocimiento entre padres e hijos, principalmente por el ritmo de vida o porque hay padres y madres que trabajan, entonces se va haciendo frecuente que en los hogares el niño crezca con la abuelita o supervisado por alguien externo a la casa.
La respuesta al taller ha sido buena, el cupo es limitado, y está abierto al público en general; en la primera sesión realizada el jueves 26 de enero asistieron ocho niños con sus mamás.
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