*Esta ciudad tiene hoy una noticia que la llenó de alegría. Las niñas regresaron a casa, sanas y salvas. Dios las llenó de bendiciones el tiempo que no estuvieron en casa. Camelot.
EL LIBRO DE LA REINA
Por Federal Express (Fedex) llegó el libro. Fue comprado por mi pariente y amigo, Alfonso Muriedas, veracruzano, norteño de la zona de Tantoyuca, donde la elección interna panista sacó chispas y los hizo pelear como pelea entre visigodos y vikingos. Fue comprado en la librería ‘Losada’ de la madrileña calle Alameda 3. En el mismo Madrid. Envuelto en papel de regalo muy pachucón, rojo llamativo, como aquel rojo de la fidelidad pasada. Mi pariente Muriedas andaba por España cuando leyó columna que hice referencia al libro de la reina: “La soledad de la Reina” de Pilar Eyre. Me mandó correo diciendo que lo compraría y me lo enviaría al regresar a México, cosa que ya llegó esta mañana del Día del Amor y la Amistad. Lo desenvuelvo. Está cañón. 500 y pico de páginas de ese libro que todo España lee, en momentos que la Corona está siendo juzgada por las travesuras del yerno incómodo, que andaba tentoneando lo que podía, hasta parecía mexicano el tal Urdangarin, apellido impronunciable. Cito a Carmen Rigalt, que ya lo leyó: «En España, la Reina no es muy querida, pero sí muy respetada», apunta Pilar Eyre, convencida de que en estos momentos, y pese a la crisis que vive la Familia Real, un referendo daría el espaldarazo a la Monarquía. Su libro descifra lo que durante muchos años ha corrido por los cenáculos en clave de rumor. Eyre se ha dedicado a investigarlos y despejar incógnitas, liberándose de los prejuicios que durante años han atenazado a los españoles. La peor censura es la que empieza por uno mismo. El escándalo sólo existe en los ojos de los escandalizados.
LOS BORBONES
Brincada la sucesión monárquica, cuando Franco decidió que reinara el hijo y no el padre. Casada con Juan Carlos de Borbón, que sería rey de España, aún gobernando con mano dura Francisco Franco. Una anécdota revela que el padre, al que no quería el generalísimo, le informó al dictador que habría boda real entre el hijo y la hija del rey griego, Sofía. El odio entre ambos, Franco y el Borbón mayor, era bien conocido.
“El mismo día que el compromiso sale a la prensa, la boda de Juan Carlos y Sofía, el padre telefonea a Franco, que está a bordo del yate Azor. Hay tormenta, la comunicación es deficiente, don Juan da grandes voces:
¡Que el príncipe se casa! ¡Con la princesa Sofía de Grecia!
Lo repite varias veces, nadie contesta al otro lado del auricular, solo se oye el bravío oleaje. Al final, cuando Juan ya ha apurado varios whiskys, se oye la voz atiplada del Caudillo recitando:
Es motivo de gran alegría este compromiso de…
A su enemigo, , según lo llaman en El Pardo, se le escapa la risa. Comprende que Franco se ha retirado para escribir una declaración oficial. Y masculla entre dientes: ¡Ese enano despreciable!”
LAS FOTOS
Ilustrado con varias fotografías (77), el libro desvela pasajes históricos. Esa Monarquía vivió horas difíciles antes de tomar la Corona, pasaron por la convulsión del asesinato de Carrero Blanco, la mano derecha de Franco. Tiempos en que, cito a Pilar Eyre: “había armas, odio, violencia, y ganas de matar y tal vez de morir”. Narra el libro las peripecias de la Reina y su marido el Rey, cuando antes de ser nombrado heredero de la Corona surgió la boda de la nieta de Franco con el primo incómodo, y la Corona en sus sienes se tambaleaba.
¿Haría Franco a su nieta reina consorte?
El futuro Rey lo encaró. Pidió audiencia a Franco y fue a El Pardo:
“En esta audiencia pasé uno de los momentos más tensos de mi vida. ¡Sudaba por dentro!”, dijo quien sería Rey.
CAMINAR
El libro lleva al lector por los intrincados pasillos de la vida de la reina, desde que aspiraba a serlo hasta que lo logró. La muerte de Franco, aquella vez de ese gélido mes de noviembre de 1975 cuando un aire frio del Guadarrama hizo lo que muchísimos adversarios no pudieron hacer, encamarlo y morir al poco tiempo; la boda del primo de su esposo con la nieta de Franco, lo que hizo sospechar que la sucesión podría cambiar de rumbo, destino e historia, los amores furtivos y no furtivos del rey, que lo ha hecho un cazador de presas buenas, cazador de mujeres como JFK, una leyenda en eso de las alcobas vecinas; los colegios del príncipe que alguna vez será rey, la reacción de la reina cuando el hijo se enamoró de periodista divorciada; la preparación para lo que son, reyes que reinarán pero no gobernarán; el 23-F, la locura de Tejero, historia revivida de esa reina que rememora el sufrimiento de ese golpe de Estado frustrado, y la hizo regresar al tiempo de cuando los militares griegos derrocaron a la Monarquía de su familia; su hermano que reinaba y su madre, sus hermanos, su cuñada, sus sobrinos tuvieron que salir con lo que tenían puesto, viviendo años de la misericordia del rey de España; la historia de esa España que aún olía a caña, tabaco y brea, la España de este tiempo en los tiempos de su reina, Sofía.
-Parece absurdo, pero sé que le gusto al rey.
Era Lady Di, dicho a un ayudante la vez que visitó Mallorca y el rey le quiso meter un arrimón real, infiel como su abuelo Alfonso XIII. Si la mejor biografía de la reina la escribió Pilar Urbano, que fue autorizada y es de las pocas que se ha sentado con la dama a platicar de sus cuitas, esta de Pilar Eyre aporta datos interesantes. Un buen libro que se lee de rapidito, que estoy a punto de terminar, que me sometí a su lectura y ayer, como canta Sabina, me dieron las once y la una y las dos y las tres, para terminarlo.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
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