
.de Alberto Menendez Guzman
llegaste
como llegan
las cosas
que no
se esperan ya
con la sorpresa
igual
con que cae
una gota
de lluvia
en pleno
día de sol
(cuando olvidamos
que el cielo
también llora
aunque tenga
el rostro
maquillado
de azul)
y ya no
te esperaba
iba por
mi camino
sin pronunciar
palabras
y sin mirar
atrás
iba pensando
como viven
los ríos
su almanaque
de arena
y no tienen
edad
y ya no
te esperaba
porque las mismas
playas
ya no esperan
a veces
que se le acerque
el mar
tenía sed
todavía
pero mis labios
secos
no pronunciaban
ya
un nombre
de mujer...
y tú llegaste
entonces
así
tan de repente
que se cambió
mi día
y pareció
que siempre
te había
esperado yo
y viví
nuevamente
y tomé
del rocío
la sabia
bienhechora
que devolvió
mi fe
y volví
la mirada
y humedecí
mis labios
y pronuncié
tu nombre
y me entregué
a tu vida
como si eternamente
te esperara
yo a ti!
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