ARTICULISTA INVITADO
Un par de semanas atrás iniciaron los trabajos de la que
podemos tomar como la política pública más importante del gobierno del
presidente Enrique Peña Nieto. La Cruzada Nacional Contra el Hambre arranca en
por lo menos 400 municipios así lo anuncio la titular de SEDESOL Rosario Robles
Berlanga en el marco de la instalación de la Comisión Intersecretarial para la Instrumentación
de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.
La titular de la referida secretaría dejó claro que no se trata de entregar
despensas y recursos sin sentido, por el contrario, existe una estrategia clara
para modificar el ambiente en el cual se desarrollan las familias que serán
beneficiadas en el programa piloto. También ha pedido que se evite cualquier
suspicacia respecto de la entrega de las ayudas y recursos, pues esto solo
obedece a la inminente necesidad de los beneficiados.
El artículo 4° de la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos, en su párrafo tercero, otorga expresamente el derecho a la
alimentación, nutritiva, suficiente y de calidad, y ésta será garantizada por
el Estado. Esta cruzada contra el hambre es un esfuerzo integral por modificar
el entorno social y económico para fortalecer y garantizar la seguridad
alimentaria, además de garantizar otros derechos relacionados como el derecho a
la Salud, la Educación, la Vivienda, los Servicios Básicos y la Seguridad Social.
Los apoyos y recursos se distribuirán tomando como base los
programas existentes como Oportunidades, Apoyo Alimentario, Seguro para Mujeres
Jefas de Familia, Pensión para Adultos Mayores y Empleo Temporal entre otros.
En este proyecto se requiere la cooperación e interacción de varias secretarías,
como SEDESOL, Trabajo, Economía, Comunicaciones y Transportes, Medio Ambiente y
Agricultura, así como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas.
El objetivo central de este programa integral contra el
hambre es justamente revertir el escenario de pobreza en el que se encuentran
7.4 millones de hermanos mexicanos. Sin embargo, la estrategia tiene una visión
más trascendental como he adelantado antes, que consiste en modificar
definitivamente la lógica con la que actúan los ciudadanos de estos 400
municipios pilotos, y en general cambiar las dinámicas económicas y sociales
generando poblaciones y municipios sustentables.
Una parte fundamental para el correcto funcionamiento es la
asignación clara de tareas realizada por el Presidente en días anteriores, por
otro lado la evaluación y vigilancia permanente por órganos autónomos que
generarán la información haciéndola pública para que los ciudadanos estén al
corriente de los progresos en la implementación y desarrollo de la Cruzada
Nacional Contra el Hambre.
Desde luego el principal promotor en este proyecto es el Gobierno
Federal, pero se debe propiciar la colaboración de todos los niveles de gobierno, de
la sociedad civil y de los ciudadanos comprometidos con México. Todos debemos
asumir el compromiso de mantener el ambiente propicio para el correcto
desarrollo de las actividades dentro de este proyecto de suma importancia para
terminar con las carencias y el cáncer social que representa el hambre.
No hay nada que dañe más a una sociedad que el hambre, ni
siquiera la inseguridad, porque aquel que tiene hambre carece de ganas de
vivir, el desánimo corrompe sus expectativas de vida, por eso, nuestro Ejecutivo
Federal ha tomado como el mayor reto de su gestión el combate al hambre, pero ésta
desde luego no se combate con armas sino con alimentos, se combate generando
empleos, generando desarrollo regional e invirtiendo en el campo, como he
mencionado en artículos anteriores.
Nuestro estado, Veracruz, puede ser fundamental en esta
estrategia de combate contra el hambre generando alimentos y productos de
consumo básico. Tenemos abundancia en Veracruz en productos alimentarios, nuestro
potencial es verdaderamente grande a nivel nacional e internacional, por lo
cual tenemos mayor responsabilidad de aumentar nuestra producción y aún más de
diversificar nuestros productos.
En el Congreso de la Unión estamos convencidos de la relevancia
de esta Cruzada Nacional Contra el Hambre, por ello estamos brindando todo el
apoyo necesario, estamos dispuestos a reformar el marco jurídico en la medida
de las necesidades para el buen funcionamiento de esta cruzada nacional. Como
ciudadano, reconozco el esfuerzo del gobierno por elevar la calidad de vida de
todos y cada uno de los mexicanos para que ninguno tenga que dejar de lado su
desarrollo por necesidades tan elementales como el sustento diario que necesita
cualquier persona.
Deseo de todo corazón y por el bien de millones de
compatriotas que literalmente no tienen que comer, que esta cruzada no sea
contaminada por factores políticos o de otra índole, y que todos los actores
tanto gubernamentales como de la sociedad civil llamados a sumarse para lograr
su pleno éxito, lo hagan sin regateos. México ha sido siempre un país solidario
y fraterno con todas las naciones, especialmente en momentos dramáticos; hoy, con
regocijo observo que el presidente Enrique Peña Nieto ha enfocado esa
solidaridad de manera suprema hacia sus propios conciudadanos.
hector.yunes@senado.gob.mx
tw: @HectorYunes
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