Juan Antonio Nemi Dib
Hécuba y Príamo, los reyes de Troya fueron sus padres. Debió ser hermosa, porque cautivó al mismísimo Apolo, una de las deidades más importantes del Olimpo. Ella se hizo sacerdotisa del “joven imberbe” (dios de la luz y el sol, de la medicina y la curación, de la música, de la poesía...) y logró negociar él, que le concedió el don de la profecía, a cambio de un “encuentro carnal”. Pero una vez que controló los arcanos de la adivinación -tradicionalmente reservados a los dioses- doña Casandra se atrevió a rechazar a don Apolo, quien enfureció por la traición... y la maldijo. En venganza, Apolo le escupió la boca con una durísima imprecación: conservaría el don de profetizar, sabría de todas las cosas por venir, pero ya nadie creería más en sus pronósticos.
Es la metáfora mitológica que Fernando Vázquez Rigada escogió para titular a su nuevo libro de ensayo (“Las palabras de Casandra”) que recientemente me invitó a presentar. La obra lleva por subtítulo “Historia del futuro del Estado mexicano” y desmenuza en ella los tiempos idos y los tiempos por venir que, según su propia tesis, se construyen ahora, en el presente.
Del texto dije que en realidad se trata de una declaración de principios, un manifiesto. Catálogo de emociones, que incluye frustración, expectativas incompletas, sueños y esperanzas, dichas con la fuerza y la determinación de una arenga, una convocatoria. No es un libro optimista, sus expresiones rebosan de contundencia y no necesariamente con carita feliz: “el sistema económico generó una crisis ambiental. Seguir haciendo lo mismo -producción masiva con base en carbonos y organización de la vida social alrededor de petróleo y derivados- nos conducirá a la extinción”, dice muy al comienzo.
Uno desea que el profeta se equivoque en sus determinantes adivinaciones, por supuesto. Y es comprensible que él también desee equivocarse, que rechace la noción de Casandra que -reconoce- parece condenarle. Estas son algunas de sus tesis:
“Todo en nosotros habla de un pasado glorioso, de un presente confuso y de un futuro extraviado”. Somos un museo, pero no un mirador.”
“La influencia del país se ha ido desvaneciendo junto con nuestra incapacidad para tomar decisiones, enfrentar el futuro y recuperar nuestra ambición como nación líder en el contexto internacional”.
“El Estado ya no es ogro ni filántropo. Ha dejado de ser ogro por presión social y filántropo por pobreza. Pasamos de la dictadura perfecta a la democracia imperfecta.”
“Los valores que regían la vida nacional se están evaporando. El mexicano, que rendía culto a los valores que regían la vida en árboles multicolores, que reía de la muerte, con ella, hoy le rinde culto. La devoción por la muerte ha ido erosionando el afán por la vida.”
“Asumir lo que vendrá, la necesidad impostergable de generar un nuevo sistema de vida mexicano, es admitir la necesidad de emprender grandes tareas que demandarán sacrificios colectivos.”
“Tendremos que emprender de manera simultánea una multitud de reformas. Hay que encender los motores económicos de la nación, que nos permitan generar un ciclo de crecimiento económico potente y sostenido. Hay que tender redes sociales de inclusión y apostar a lo que no se ha hecho”.
“Hay que recuperar nuestra noción de civilidad”.
Su visión crítica de la realidad no va a gustarle a muchos:
“La clase dirigente del país se ha caracterizado por la irresponsabilidad. El país ha registrado avances, sin duda, pero el ritmo lento y la potencia limitada de los mismos han abierto una brecha social que es inútil tratar de ocultar.”
“En México, el Estado es pobre y es débil. Tenemos, por tanto, un Estado altamente ineficiente.”
“A diferencia de otras experiencias, en México la alternancia no derivó en una refundación del sistema político, de la cultura del poder ni en la confección de una nueva agenda económica.”
“Las más grandes empresas del país pagan pocos impuestos o, en términos prácticos, no pagan en absoluto.” “100 grandes contribuyentes, en el año 2005, pagaron en promedio 74 pesos de ISR y 67 pesos de IVA”.
“El número de pobres se incrementó, hasta llegar a casi 48.9 millones en el año 2008: un aumento de casi 6 puntos porcentuales en dos años... [de toda América Latina] Sólo en México la pobreza se incrementó.”
“El tamaño de la economía se ha venido contrayendo con respecto al ritmo acelerado de otras economías del mundo. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, la economía mexicana era la décima más grande del mundo en el año 2000, mientras que hoy se ubica en la posición número 14.”
“De acuerdo a Transparencia Internacional, el país también ha caído presa de la corrupción. En el año 2000, el país ocupaba el lugar 59 dentro del índice de corrupción. Hoy, diez años después, se ubica en el lugar 98. La honestidad mexicana ha caído, de acuerdo a esta ONG, 39 posiciones como resultado de la gestión de los gobiernos de la alternancia.”
Que Casandra falle, aunque sea por esta vez.
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