EL LLAGAR Por: Gilberto Haaz Diez

Acertijos

*De Saramago: “Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista; tienes que leer”. Camelot.

EL LLAGAR

La primera vez que oí el nombrecito, pensé era de alguien que se había llagado (escoriado). No, llagar es un vocablo asturiano utilizado en el Principado de Asturias con que se conoce al lugar de producción de la sidra. En los llagares no sólo se elabora la sidra, sino que en algunos de ellos también tienen lugar las celebraciones conocidas como «espichas», en las que se consume la sidra escanciada directamente de los toneleso "pipas" acompañada de alimentos típicos asturianos (como por ejemplo los bollos preñaos), funcionando como sidrería o restaurante. Pues allí estaba la tarde de antier, con un viento frio veracruzano en El Llagar, restaurante del 2707 del bulevar Ávila Camacho. Uno español, vamos, se come como en España en cualquiera de sus buenos comederos; junto a dos amigos, Rico y Roque, que se guarecían del frente frío número 23. Allí, en mesa de fondo departía con unos amigos un hijo de un querido amigo, al vernos nos dimos el abrazo de Año Nuevo, el notario veracruzano, Gerardo Gil Lastra. En ese abrazo recordé a su padre, el buen Gerardo, un hombre bueno, positivo para su ciudad, amante del futbol, honesto, recordado cada día y año que pasa. Una vez me recomendó comer los callos a la madrileña en La Bola, por la Gran Vía, una que es una taberna, riquísimo.

LA GASTRONOMIA

‘Podías hacer un libro de gastronomía’, me dijo Paco Noriega con una taza de café Nespresso, adonde no se apareció Draga Vidal. He andado en mil changarros, los muy picudos y los muy populares como las garnachas de Rinconada, he conocido a chefs de relevancia, de uno que me traje su autógrafo pensando algún día fuera luminaria famosa, pero no se me ha hecho conocer a Ferran Adriá, el del Bulli. Vi ya con mis propios ojos a Messi y a Ronaldo Cristiano pero no al Chicharito. La comida era buena, camarones para pelar, cordero, patata frita, lengua, más mejor (sic), diría Minga, cuando al lado encontré a un gurú. De mesa a mesa oía sus predicciones como las da (no es albur) Walter Mercado. Hablaba de política y de fútbol. Al fútbol hice oídos sordos, porque sólo hay dos equipos en el mundo que valen la pena. Los dos españoles: Barcelona y Real Madrid.

PREDICCIONES

El Gurú argumentaba con alguien que, si Peña Nieto gana y Veracruz le da los dos millones de votos que se comprometió el otro Yunes (Héctor), JDO tiene todo el panorama a sus pies. Hablaba del retorno de los brujos. Que Jon Rementería Sempé regresará (no lo que se llevó, hablo de experiencia, no sean mal pensados) a la titularidad de la Secretaría de Salud, y Canaya a su curul. Que Buganza, ahora que viene El Papa Benedicto a Guanajuato, al parecer se lo llevará como Vo-cero oficial para asuntos latinoamericanos, ya ven ustedes que tiene buena vibra con la jerarquía eclesiástica. Erick Lagos no será presidente del PRI estatal, decía este gurú barbón, a lo más que se conforme con lo que tiene. El Gurú hablaba quedito, bajito, ya no pude concentrarme ni parar oreja porque a esa hora Messi y el Barcelona, en la pantalla LCD de la tele del restaurante, apabullaban al Osasuna en la Copa del Rey y, además, el Gurú no sabe que el mundo se acabará este año, según los mayas. Ah, a esa comida quedó de llegar el señor Othón González Ruiz, asesor de gobernadores y de Sarkozy y Obama, no llegó porque le tocaba pagar. Ni mandó el bacalao, que se había comprometido. Hay días así.

LOS PARQUIMETROS

El Emirato orizabeño estrenará parquímetros. El Alcalde Hugo Chahín Maluly lo anunció a propios y extraños. No se concesionarán, los fondos recaudados serán para el Ayuntamiento. Alguna vez pasé un buen tiempo, casi un mes, en Santander, que también es pueblo y tiene mar. Cuando se me acabó lo del turista que babosea por todos lados, escudriñé en sus servicios municipales, cierta vez me encontré allí mismo al empresario Luis Gutiérrez Príncipe, dueño del Toreo de Orizaba y el Restaurante Romanchu, no recuerdo si iba a San Vicente de la Barquera o a Santillana del mar, la ciudad de las tres mentiras, como Loma Bonita, Oaxaca: que ni está en una loma, ni es bonita y ni piensan como oaxacos, piensan como veracruzanos; Santillana por igual: ni es santa, ni es llana y no tiene mar. Con Luis revisé sus servicios municipales, caminamos por su prados versallescos, como los de Orizaba ahora, los transportes son municipales (aquí no, son de los Castelán padre, hijo y Espíritu Santo), utilizan un demonial de lugares en parquímetros y han excavado debajo de los parques para hacer estacionamientos. La tierra es barata, porque es de los ayuntamientos, y todos automatizados. Cobran todos los servicios municipales y la gente se los paga con gusto, porque saben que no se tentonean el dinero, se lo devuelven a la ciudad en obras y servicios. Vamos, cobran una anualidad por el ‘vado’ a la banqueta, lugar por donde entra tu auto para estacionarlo en el garaje de tu casa. El Emirato comienza una recolección. Costará siete pesos la primera hora, anuncian. Ya diseñan los letreros. Si usted ve uno así, no se preocupe, querrá decir parquímetro o estacionamiento. Es el nuevo lenguaje orizabeño: ???? ????????.

ESE REY DE CARNAVAL

Draga Vidal me pide, como las complacencias de la radio, envíe un saludo a un lector notiveriano, Miguel Ángel, el famosísimo ‘Pato Lucas’, uno que fue rey del carnaval, como Pámpano, de los antiguos, de los que sí sabían bailar y daban alegría a esas fiestas carnestolendas, diría un clásico. Servido.
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