ES UNA CARTA DE AGOSTO DEL 2O1O QUE CONSIDERE IMPORTANTE POR QUE SU CONTENIDO SIGUE TENIENDO VIGENCIA
LA REDACCION
Señores Senadores:
LA REDACCION
Señores Senadores:
Ayer escuché por la radio un spot a través del cual ustedes me preguntaban ¿qué puedo hacer por México este Bicentenario?...
Pensando para mis adentros, pude darme cuenta de tantas cosas que puedo hacer por México (y que, de hecho, todos los días las hago)...
Luego reflexioné que ustedes tienen una mejor oportunidad que yo para llevar a cabo muchas grandes cosas por México. Cosas mucho más grandes que un miserable spot para lavarse la cara frente a la ciudadanía...
De entrada y aún cuando no pueden ser Cámara de Origen en materia fiscal, nada les impide que se sienten un ratito a diseñar una iniciativa que genere un sistema tributario justo, a partir del cual sea fácil y equitativo pagar impuestos y sea una herramienta eficaz para generar empleos; misma que tan pronto la terminen, se la pueden remitir a los Diputados para que la estudien, la dictaminen y la voten...
Para ello sólo se tienen que desprender de la telaraña de la demagogia y dejar el falso argumento de que todas las reformas fiscales que proponen esquemas generalizados son una carga para los más pobres.
Los más pobres, a quienes ustedes dicen defender, están pagando ya las consecuencias de un sistema tributario injusto, absurdo y enredoso: no tienen empleo ni manera de conseguirlo; porque no lo hay.
Me siento con la calidad moral para exigirles, en este Bicentenario, que sean ustedes quienes hagan algo por México; pues cuando tuve la honrosa oportunidad de ser Diputado, voté a favor de una reforma fiscal que comprendía precisamente lo que les pido que hagan. Quienes votamos a favor de la propuesta nos quedamos tan sólo 9 votos detrás de quienes votaron en contra, bajo el falso argumento de su defensa a los pobres que a ellos les ha permitido vivir como ricos...
En este Bicentenario, le s pido a ustedes convertir en realidad las propuestas legislativas que hagan de México un país más próspero, más igualitario y más feliz, durante los 200 años que están por venir...
Mientras tanto, en lugar de preguntarnos a nosotros qué podemos hacer por México, dejen de hacerse guajes (me reprimí de escribir la palabra que mejor los describe) y hagan lo que ustedes bien saben que se debe hacer, aunque para ello se deban tragar todos los discursos demagógicos que han pronunciado en cada ocasión que les ponen un micrófono enfrente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario