El Sol de Córdoba
12 de diciembre de 2011
Córdoba, Veracruz.- Desde anoche miles de católicos abarrotaron la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Barrio de La Estación, para celebrar este 12 de diciembre los 480 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al ahora santo Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
Y es que la Virgen de Guadalupe es considerada la "reina de los mexicanos", por eso el fervor en esta fecha se desborda, de generación en generación, porque es la Madre de Jesucristo, nuestro redentor.
Precisamente por la gran fiesta que se le profesa a la Virgen, los diferentes cuerpos de auxilio como son Tránsito Municipal, Cruz Roja Mexicana, Comisión Nacional de Emergencia y hasta la Policía Municipal, desde ayer intensificaron el operativo "Guadalupe-Reyes", ante el constante peregrinar de católicos provenientes de diferentes puntos de la ciudad hacia la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.
Los cohetes, Las Mañanitas con mariachi, tambora, bandas musicales, y a capela, se escuchan por miles de voces, que cantan con amor a la Morenita del Tepeyac, recordando en cada frase las cinco apariciones que se dieron del 9 al 12 de diciembre de 1531.
Por ese gran amor a María, hoy los padres de familia llevarán a sus hijos, vestidos de "inditos" y "marías" a bendecir, participarán en las misas que habrá desde temprana hora hasta el anochecer, en señal de agradecimiento por tantas cosas buenas, y también malas, porque de éstas también se aprende.
Desde luego, habrá infinidad de papás que acudirán con sus pequeños para cumplir alguna manda en especial, con la esperanza de ser escuchados y la Virgen interceda por ellos ante su hijo Jesús.
De acuerdo a los investigadores, la primera aparición de la Virgen de Guadalupe fue el sábado 9 de diciembre de 1531, como narra el Nican Mopohua (la narración más antigua de las apariciones guadalupanas).
Sin duda alguna, la celebración de la Virgen del Tepeyac es un acontecimiento entre lo humano y lo divino, por el mensaje de esperanza, alegría, unidad y sobre todo fe que da a los mexicanos ante tantos problemas de diferente índole, y que de una u otra manera se logran superar.
Córdoba, Veracruz.- Desde anoche miles de católicos abarrotaron la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Barrio de La Estación, para celebrar este 12 de diciembre los 480 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al ahora santo Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
Y es que la Virgen de Guadalupe es considerada la "reina de los mexicanos", por eso el fervor en esta fecha se desborda, de generación en generación, porque es la Madre de Jesucristo, nuestro redentor.
Precisamente por la gran fiesta que se le profesa a la Virgen, los diferentes cuerpos de auxilio como son Tránsito Municipal, Cruz Roja Mexicana, Comisión Nacional de Emergencia y hasta la Policía Municipal, desde ayer intensificaron el operativo "Guadalupe-Reyes", ante el constante peregrinar de católicos provenientes de diferentes puntos de la ciudad hacia la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.
Los cohetes, Las Mañanitas con mariachi, tambora, bandas musicales, y a capela, se escuchan por miles de voces, que cantan con amor a la Morenita del Tepeyac, recordando en cada frase las cinco apariciones que se dieron del 9 al 12 de diciembre de 1531.
Por ese gran amor a María, hoy los padres de familia llevarán a sus hijos, vestidos de "inditos" y "marías" a bendecir, participarán en las misas que habrá desde temprana hora hasta el anochecer, en señal de agradecimiento por tantas cosas buenas, y también malas, porque de éstas también se aprende.
Desde luego, habrá infinidad de papás que acudirán con sus pequeños para cumplir alguna manda en especial, con la esperanza de ser escuchados y la Virgen interceda por ellos ante su hijo Jesús.
De acuerdo a los investigadores, la primera aparición de la Virgen de Guadalupe fue el sábado 9 de diciembre de 1531, como narra el Nican Mopohua (la narración más antigua de las apariciones guadalupanas).
Sin duda alguna, la celebración de la Virgen del Tepeyac es un acontecimiento entre lo humano y lo divino, por el mensaje de esperanza, alegría, unidad y sobre todo fe que da a los mexicanos ante tantos problemas de diferente índole, y que de una u otra manera se logran superar.
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