Fortin Municipio que Florece!!!

Fortin  Municipio que Florece!!!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Ripley & Guinness Por: Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEON


Lun, 12/12/2011
En el presente año hubo menos gente en Veracruz que intentara romper records en Veracruz, a diferencia de la diversidad que antaño escuchamos y vimos buscando hacer “el arroz a la tumbada más grande del mundo”, “el filete de robalo mas grande del mundo”, “el filete relleno de mariscos más grande del mundo”, “la mojarra más grande del mundo”, “el tamal mas grande del mundo” y todo lo más grande del mundo que usted se pudiera imaginar solo para hacernos notar de algún modo.

La competencia es divertida aunque insulsa, pero para quienes la imaginan es muy necesaria pues se trata de promover negocios cuya sobrevivencia está en riesgo; lo hacen además porque la instancia gubernamental a cuyo cargo corre esa responsabilidad peca de omisa y de ineficiente en la promoción y el fomento al turismo. De allí que buscar el record solo sea un pretexto para allegarse clientela, una muy justificada acción en defensa propia. Tan mal andan en ese sector que los prestadores de servicios turísticos dicen que “No va a ser un buen cierre de año…porque ha sido el año más bajo en los últimos 10 años en el sector turismo, pero si las autoridades dicen que vamos bien y que hay buena ocupación que así sea en la palabra de ellos, aunque en los hechos es otra cosa”.

En el mismo sentido, pero a la inversa dicen en el llano, parece que los legisladores veracruzanos de esta y pasadas legislaturas tienen una propensión casi patológica a buscar records o, al menos a preservarlos; uno de ellos es el de aprobar sin reflexión ninguna las iniciativas que se les envían desde el Ejecutivo estatal, confirmando de esta manera, una vez más, que la división de poderes es asunto de hipótesis y no de realidades.

Durante muchos años, en este país se habló de un federalismo de a mentiritas porque el poder de la federación sobre las entidades federativas era avasalladora, como descomunal la dependencia y sumisión de los estados respecto de las decisiones del centro, personalizadas en el presidente de la república. Con la alternancia eso ha quedado atrás porque la transición política se consolida en pos de sustanciales avances, gracias a lo cual el Congreso Federal ha superado su dependencia del Presidente y la antigua nota del “si señor” ha dejado lugar al debate de la pluralidad, saludable sin duda.

Sin embargo, en los Estados-Veracruz no es la excepción- el fenómeno del sometimiento del Poder Legislativo respecto al Ejecutivo aún subsiste, repitiendo el viejo esquema en el que legisla más el ejecutivo que el legislativo. En el caso de Veracruz la evidencia es clara pues basta con comparar el número de iniciativas aprobadas que han tenido origen en el Poder Ejecutivo con las que hayan presentado alguno de los legisladores. La diferencia se acentúa si juzgamos a través de la importancia del asunto legislado. Como sea, en Veracruz ese es un record históricamente imbatible que permite dudar acerca de la existencia de un auténtico Poder Legislativo, y si en cambio refleja la apariencia de una oficina de procesos legislativos al servicio del Ejecutivo. 

La reflexión no es gratuita, debido a que en no pocos casos las aprobaciones de ley estuvieron amparadas en perniciosas unanimidades, auspiciadas por un partidismo acrítico, ignorante y desentendido de la realidad estatal, a grado tal que las obsequiosas decisiones pueden perjudicar a la población. Porque hemos de saber que la aprobación de una ley o acuerdo sin fundamento en las condiciones reales de la sociedad trae como consecuencia efectos perniciosos para la misma. Una errónea interpretación de la realidad circundante por parte del legislador puede originarle severos daños económicos a la población, tal como se evidenció en el asunto del famoso “Armadillo”, por citar solo un caso.

Históricamente, en no pocas ocasiones los titulares del poder Ejecutivo veracruzano se han amparado en su mayoría camaral adicta para obtener la autorización para endeudarse, y en el pasado inmediato para conseguir la bursatilización del 80% del impuesto a la Tenencia y Uso de Vehículos. Todavía más, el gobierno anterior, consiguió que el Congreso autorizara la bursatilización del 20% de ese impuesto correspondiente a los municipios veracruzanos, todo con el cuento de realizar “inversiones productivas”. El episodio solo sirvió para que los ediles hicieran mal uso del recurso a su disposición pues en los hechos no existe inversión productiva alguna y si en cambio una descomunal deuda municipal en casi la totalidad de los 212 municipios de la entidad.

Pero, como se trata de romper records, el Congreso local acaba de autorizar a 14 ayuntamientos para que contraten empréstitos, “solicitar adelanto de participaciones federales y créditos con BANOBRAS, el pago de aguinaldos, obligaciones financieras y ­ejecutar obra productiva­”. Usted, yo, cualquiera sabe que no será para “obra productiva” alguna, sino para cubrir sus compromisos de fin de año. Los legisladores que aprobaron ese desafortunado acuerdo debieron asumir con seriedad su papel de representantes de la población, pues previo a la autorización debieron haber investigado acerca de qué obra productiva ejecutarán y comprometerse al mismo tiempo a dar un fiel seguimiento para que se cumpla. (¿Tres millones para el ayuntamiento de Hueyapan de Ocampo? A título de qué, ¿cuál obra, si como la mayoría de los ayuntamientos veracruzanos ha transcurrido en este año en el más absoluto de los inmovilismos? ¿No será que hubo generoso repartición de utilidades?)

No olvidemos que dentro de la impunidad imperante “tanto peca el que mata la vaca como el que le amarra la pata”, y en eso del endeudamiento el Congreso local-este y los anteriores- llevan buena parte de la culpa. Por esto es utópico pensar en que alguno de allí levantara la voz para decir en un momento de sublime reflexión oposicionista: “nosotros somos más que vos y juntos valemos más que vos”; pero no, ese sería como un sueño de Shakespeare en una noche de cálido verano.

En ese contexto surge la pregunta ¿cómo hubiera sido posible que los legisladores locales se quedaran fuera de la competencia por obtener un record guinness o una ligera mención de “aunque usted no lo crea” si su extracción social proviene del mismo caldo cultural en el que todos germinamos? Con honrosas excepciones su nivel cultural es mínimo. Lamentablemente esa es nuestra patética realidad, por lo que criticar a Peña Nieto porque tropezó al demostrar que leer no es su fuerte es asumir una hipocresía colectiva, porque las estadísticas nos describen como un pueblo carente de lectura, un libro al año cuando mucho. ¡Claro! Peña Nieto quiere ser presidente y nos pide su voto, ya estará en nuestras conciencias si se lo damos o no. En esa lógica, ¿cómo exigirle al legislador local una capacidad de raciocinio arriba del promedio? Allí si, ni duda cabe, son auténticos representantes populares, eso sí muy bien pagados, aunque usted no lo crea. Ya ni para quejarse, votamos por ellos porque son de los nuestros.

alfredobielmav@hotmail.com      oterociudadano.com.mx

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