CAMALEON
Jue, 15/12/2011
Premonitorio o no, los planes de Fidel Herrera por alguna razón que mas de un veracruzano conoce se han trastornado, pues el gobernador Duarte de Ochoa nombró a David Velasco al frente del Comité Organizador de los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014. Originalmente se había pensado en Tuxpan, Córdoba y Orizaba como subsedes de la competencia deportiva, pero cambiaron de parecer a sugerencia del presidente del Comité Olímpico Mexicano, Felipe Muñoz, ya que en una competición como esta no es recomendable el traslado de los deportistas a grandes distancias.
Se ignora si ya se cuenta con los estudios de factibilidad para construir la infraestructura deportiva- en base a Veracruz como sede y Xalapa como subsede- algo que a estas alturas ya tendría que estar listo pues, según lo declarado por David Velasco en Abril pasado, se tendrán que construir estadios y albercas que “harán falta para la celebración de estos juegos”. El propio ex alcalde calculaba que para la adicional infraestructura deportiva se requería una inversión de entre 3 mil y 4 mil millones de pesos, que manejaría un fideicomiso de cuya existencia se ignora.
Todavía en julio pasado el gobernador Duarte de Ochoa expresó su interés porque entrenadores brasileños de voleibol de playa y de futbol playero trabajen en nuestro estado con vistas al 2014, pero que se sepa no se ha dado un paso para concretar la intención.
El caso es que todo suena muy preocupante porque el 2014 está ya a la vuelta de la esquina y la construcción de un estadio “tarda entre tres y cuatro años” según reconoció David Velasco. La voz de alarma la dio la velocista Ana Guevara el domingo pasado cuando se mostró preocupada porque no ve indicios de movimiento sobre este particular, por lo que adelantó que por esta razón Veracruz está en riesgo de perder la oportunidad de organizar estos juegos.
Suena tétrico, porque si como calcula David Velasco, se requieren de tres mil a cuatro mil millones de pesos, y como están las finanzas veracruzanas el panorama es desalentador. La deducción es lógica, si el gobierno estatal está penando por cumplir con el pago a cientos de proveedores veracruzanos ¿de donde obtendría la cantidad referida sino es contratando un nuevo préstamo?
Declaraciones optimistas las hay, aunque fuera de todo contexto, como la de Elizabeth Morales quien, obsequiosa y hasta oficiosamente pensando que así ayuda a su superior, ha dicho que “la entidad cuenta con la infraestructura deportiva suficiente, incluso si hoy (13-XII) fuera la justa deportiva”. La falta de seriedad y consistencia de su dicho es evidente porque ella sabe en que consiste este compromiso y bastaría comparar lo que vimos en Guadalajara con lo que tenemos acá para descubrir una radical diferencia. Por otro lado, si hoy fuera la justa deportiva ¿contamos con alojamiento adecuado para los atletas que nos visitarán?
A propósito, dice la alcaldesa que el asunto no es de su responsabilidad, y está en lo cierto porque claramente rebasa lo que su ayuntamiento pudiera hacer al respecto, pero lo que si está en el perímetro de su competencia es buscar la manera de contribuir, tal como lo ofreció en campaña, a que el tránsito vehicular de Xalapa se agilice, porque ya transcurrió un año y no se observa intención alguna en ese sentido. De paso, si logra hacer un servicio eficiente de recolección de basura la ciudad se lo reconocerá pues está visto que hasta ahora la función municipal se ha constreñido a lo más elemental: pavimentar calles, que no es poca cosa, aunque para 266 millones de pesos lo parezca.
Los veracruzanos sabemos el grave deterioro de las finanzas públicas estatales y que tal ha sido la razón de que el presente año lo haya ocupado la administración duartista para ordenar administrativamente el aparato operativo para “hacerlo más eficiente” y reorganizar estrategias para “equilibrar el barco” y el pago de la enorme deuda heredada. En ese sentido habrá que reconocer que en el ramo de las finanzas públicas el esfuerzo empieza a rendir frutos.
En este contexto, habrá que esperar información acerca de cómo piensa el gobierno estatal hacerle frente al compromiso deportivo que comentamos porque los plazos han adquirido calidad de perentorios, y de paso tapar la boca de “todos aquellos agoreros del desastre que decían o dicen, que Veracruz está quebrado…” Aunque a decir verdad, si la afirmación de David Velasco acerca de que se requieren tres mil o cuatro mil millones es correcta entonces habrá que ver de donde se sacan, porque el horno ya no está para bollos en un año electoral. La encrucijada es lamentable: o enfrentar el compromiso deportivo, que representaría una sangría adicional a las finanzas públicas, o renunciar a la organización del evento, lo que daría al traste con lo de Estado Próspero. He allí el dilema.
alfredobielmav@hotmail.com
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