*De Vincent Van Gogh: “Sueño mis pinturas y luego pinto un sueño”. Camelot.
EL MUSEO (IV) Y ULTIMA
La Historia, decía Eliseo Alberto, es una gata que siempre cae de pie.
La historia de la mudanza y el periplo de los cuadros del Museo de Arte del estado de Veracruz, como en los cuentos de hadas, tuvieron un final feliz.
Bueno, medio feliz porque degollaron al pobre antropólogo, a quien culparon de andar de chillón y quejoso. Gachos. Va la historia:
Hace un tiempo en este lugar, donde los bosques se visten de espinos, como decía Machado, un funcionario del IVEC se llevó en su mochila en una pick up unos cuadros perrones que enmarcaban el glorioso Museo de La Concordia.
El que es propiedad del Estado, pero está a resguardo de los orizabeños.
La lista de Schindler de esos cuadros, la publiqué hace unos días en este mismo espacio.
La gente culta de la ciudad pegó el grito en el cielo.
Se querían armar como la Brigada Bracamontes de mi General Villa (¿Oye tú, Francisco Villa, qué dice tú corazón?) y llegar a Xalapa y tomar por las armas las oficinas donde los cuadros languidecían, porque solo ellos los veían.
Acostumbrados ahora a no dar audiencias, los cuadros lloraban lágrimas de cristal, como los hermanos Carrión cantaban.
Una mañana, quien paga y manda en Veracruz, ante la ola de protestas ordenó que de inmediato regresaran al lugar sede. Llegaron como el Jibarito, locos de contentos.
Alguien tenía que pagar los platos rotos, y siempre el hilo se rompe por lo más delgado mijito, dice Minga. El cascarrabias director del IVEC, Félix Báez Jorge, asemejando un poco a la Perlasca que todos llevamos dentro, frente a una copa de vino decretó el cese.
El antropólogo se quedó sin chamba.
Los cuadros duermen ya en sus habitaciones climatizadas.
Las paredes desnudas del museo vuelven a ser habitadas.
La historia tuvo un final feliz.
Un funcionario se quedó sin su empleo porque, sospecharon, fue de llorón a informar a los grupos culturales.
Mataron al mensajero. Cuando el mensajero era el inocente.
Ahora, esos grupos que protestaron para ser devueltos los cuadros, deben protestar para que le devuelvan el trabajo al antropólogo cesado. Gachos. Los de allá y los de acá.
Faltan los ‘Diegos’, pero esos andan itinerantes por España, y creo que Benedicto, el papa alemán, alcanzó a verlos de reojo al pasar por El Prado, si es que allí están, al lado de los Velázquez y los Goya. El Museo vuelve a recuperar su clientela. Han quitado los DVD de National Geographic, donde exhibían cuadros de pinturas a falta de las originales. La matiné ha terminado. Tan, tan.
FRAUDE A LA NACION
‘Fraude a la nación’, grita a voz en pecho el priísta Manlio Fabio Beltrones, porque quiere, ‘primero el programa y luego el hombre’. Historia añeja. Una vez de hace un tiempo, Jesús Reyes Heroles, ideólogo veracruzano, le decía al presidente Echeverría que primero habría que sacar el programa y luego el hombre. Ajá.
Echeverría lo vio de reojo y le dijo: ‘ok mi buen Jesús, ponte a trabajar’. Poquito más tarde, en el populoso barrio defeño de Tepito, donde está asentada la Casa del Obrero Mundial, el poderoso presidente lanzaba la candidatura de José López Portillo.
La solución se había esparcido. Pocos la creían porque Moya era el indicado, decían los moyistas. El presidente gozaba al hacer sufrir a todos. No podía ser interrumpido porque cuidado con interrumpir a un presidente en un acto público, el destierro era poco. Esa muralla de Jericó era impenetrable. Pero Jacobo Zabludovsky se atrevió.
Encuclillado, se acercó al presidente para que le corroborara si eso de ‘primero el programa y luego el hombre’ se había ido al carajo. Por allí, el poderoso comunicador preguntó si lo de Jolopo era cierto, o era un borrego. Era cierto.
El programa se quedó tal cual en la oficina de Reyes Heroles, presidente del PRI nacional. Creo que el Museo de las Desgracias y Lamentos lo tiene en una de sus salas.
López Portillo comenzó con el ‘besamanos’ y tiempo después aseguraría que ‘defendería el peso como un perro’, lo que le ocasionó ladridos dónde se parara.
Enrique Peña Nieto, el candidato priísta mejor posicionado, seguro sonríe desde su bunker casi presidencial ante esta desfachatez beltronista.
No habrá programa y si habrá hombre. Uno que vuela como gaviota.
Peña Nieto lanzará su Proclama a la Nación y su candidatura el mismo 15 de septiembre, fecha significativa en el calendario de los mexicanos.
Dirá como aquel hombre bueno: ‘sobre esta piedra edificaré mi campaña’. Luego, se persignará y recibirá la bendición papal y la de los cardenales mexicanos para que sea buenito, y un buen presidente.
Beltrones tendrá que guardar en el escritorio, como lo hizo tiempo atrás Reyes Heroles, su queja de: ‘primero el programa, luego el hombre’. Que así sea.
POBRE DE NOSOTROS
Los plomazos la tarde del sábado, en estadio de fútbol de Torreón, hicieron que la imagen de México volviera a estar en el mundo. Nos ven como un país de plomazos y de bajas. Carpizo dijo que para combatir la violencia hay que dar educación a los jóvenes. Cosa muy difícil porque, leo en El País: “Hay otros datos sobre México que también son sorprendentes: en el 94% de los municipios del país no hay librerías y el índice de lectores de libros es uno de los más bajos de América Latina. Según la Universidad Johns Hopkins, México tiene uno de los porcentajes más bajos del mundo de población activa ocupada en organizaciones civiles (0,04% en México; más del 2% en Perú y Colombia). Traigo a colación estos datos solo para sugerir que el problema de México y su guerra tiene múltiples ramificaciones que van desde la política de Estados Unidos sobre drogas o venta de armas hasta el consumo de libros o la precariedad de su sociedad civil organizada”.
Lo bueno en este fin de semana, es que los Tiburones Rojos de Veracruz por fin ganaron tres puntos. Los que los hace respirar un poco. El pescadito pescó una.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.comPor: Gilberto Haaz Diez
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