agosto/26/2011
Francisco Cárdenas Cruz
Hillary Clinton
Si no es ya la guerra entre el crimen organizado y el narcotráfico y el gobierno del presidente Felipe Calderón, que éste les declaró a principios del sexenio y que ahora se niega a reconocer, es narcoterrorismo, como el año pasado lo advirtió la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton y anoche lo reconoció oficialmente, por primera vez, el propio mandatario.
Lo ocurrido la tarde de ayer en casinos de Monterrey y Saltillo, las balaceras en la misma capital de Coahuila y en Torreón y la difusión en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, a través de las redes sociales, de que comandos armados iniciarían ataques a planteles escolares, más la ejecución del periodista sinaloense Humberto Millán Salazar, colaborador de Radio Fórmula secuestrado en Culiacán y la del gerente comercial del Grupo Radio Centro, parece dejarlo claro que los grupos criminales responden a la declaratoria de guerra que les hiciera el Ejecutivo Federal al inicio del sexenio.
La sede del Casino Royale de la capital nuevoleonesa que fue incendiada con gasolina esparcida por un grupo criminal, que, hasta el cierre de esta columna había provocado 53 muertos, quemados y asfixiados y una decenas de heridos, es uno de los más cruentos desafíos al gobierno calderonista y al ejército de agentes federales, soldados, marinos y policías estatales y municipales que desde hace varios años fueron enviados a “garantizar la seguridad” de sus habitantes.
Anoche, el secretario técnico y vocero del Consejo Nacional de Seguridad, Alejandro Poiré, secundó lo expresado por el presidente Calderón y reiteró que lo de Monterrey fue un acto de terrorismo, lo que hizo recordar aquella advertencia hecha el año pasado por la secretaria de Estado de la Unión Americana de que lo que hay en México es narcoterrorismo, lo que los hombres del gobierno calderonista, rechazaron en automático y que hoy empiezan a reconocer.
Otro ataque similar de grupos criminales, aunque afortunadamente incruento, fue en el centro de apuestas del Grupo Caliente de Jorge Hank Rhon, en la capital coahuilense, así como más balaceras en Torreón, a la que desde lo sucedido el sábado pasado afuera del estadio de futbol del Grupo Modelo, se busca convertir en otra Ciudad Juárez.
Lo ocurrido la tarde de ayer en casinos de Monterrey y Saltillo, las balaceras en la misma capital de Coahuila y en Torreón y la difusión en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, a través de las redes sociales, de que comandos armados iniciarían ataques a planteles escolares, más la ejecución del periodista sinaloense Humberto Millán Salazar, colaborador de Radio Fórmula secuestrado en Culiacán y la del gerente comercial del Grupo Radio Centro, parece dejarlo claro que los grupos criminales responden a la declaratoria de guerra que les hiciera el Ejecutivo Federal al inicio del sexenio.
La sede del Casino Royale de la capital nuevoleonesa que fue incendiada con gasolina esparcida por un grupo criminal, que, hasta el cierre de esta columna había provocado 53 muertos, quemados y asfixiados y una decenas de heridos, es uno de los más cruentos desafíos al gobierno calderonista y al ejército de agentes federales, soldados, marinos y policías estatales y municipales que desde hace varios años fueron enviados a “garantizar la seguridad” de sus habitantes.
Anoche, el secretario técnico y vocero del Consejo Nacional de Seguridad, Alejandro Poiré, secundó lo expresado por el presidente Calderón y reiteró que lo de Monterrey fue un acto de terrorismo, lo que hizo recordar aquella advertencia hecha el año pasado por la secretaria de Estado de la Unión Americana de que lo que hay en México es narcoterrorismo, lo que los hombres del gobierno calderonista, rechazaron en automático y que hoy empiezan a reconocer.
Otro ataque similar de grupos criminales, aunque afortunadamente incruento, fue en el centro de apuestas del Grupo Caliente de Jorge Hank Rhon, en la capital coahuilense, así como más balaceras en Torreón, a la que desde lo sucedido el sábado pasado afuera del estadio de futbol del Grupo Modelo, se busca convertir en otra Ciudad Juárez.
Rodrigo Medina
Y ante una ola de rumores transmitida a través de las redes sociales de que grupos armados atacarían los planteles escolares en la zona entre el puerto de Veracruz y Boca del Río, municipio éste que hasta hace poco fue gobernado por el panismo, se suscitó una alarma generalizada entre los padres de familia que acudieron en tropel a recoger a sus hijos, a pesar de que el gobernador priísta de la entidad, Javier Duarte de Ochoa, los llamó a mantener la calma y a no hacer caso de rumores, presas como han estado los veracruzanos en los últimos meses de la violencia que se ha recrudecido en esa zona y en muchos otros municipios.
En Monterrey, el también gobernador priísta de Nuevo León, Rodrigo Medina, volvió a verse en el ojo del huracán ante la ola de violencia que priva en ese estado y que con todo y los operativos policíaco-militares, han sido incapaces de atenuar tanta violencia como la que se ha incrementado desde que asumió el cargo.
Por otra parte, la aparición, ayer, del periodista sinaloense Millán Salazar, causó indignación y conmoción en Culiacán y en todo el estado. El colaborador de Radio Fórmula-Culiacán, quien era director del diario digital A Discusión, fue secuestrado la mañana del miércoles por un grupo de hombres encapuchados y armados con rifles de alto poder, cuando se dirigía a su oficina y su cuerpo, con varios impactos y el tiro de gracia, fue encontrado por la policía a unos 100 metros de donde fue subido violentamente a una camioneta.
En la capital sinaloense, otro periodista, Luis Enrique Ramírez, que escribía la columna Fuentes Fidedignas en el diario El Debate, en la que abordaba temas políticos, no policíacos –igual que el extinto- dejó de publicarla debido a que “no existen condiciones de seguridad” para continuar con su ejercicio profesional ante las reiteradas amenazas que recibió y decidió abandonar el estado, como lo han hecho otros sinaloenses temerosos de ser víctimas de tanta violencia.
Sinaloa, el estado gobernado por el aliancista Mario López Valdez, es desde hace varios meses escenario de secuestros, ejecuciones y enfrentamientos entre los cárteles de la droga, que tienen aterrorizados a los habitantes de la mayoría de municipios.
Esa es la guerra que el Ejecutivo Federal le declarara al crimen organizado y al narcotráfico y que hasta ahora ha cobrado casi 50 mil víctimas y que hoy ya es narcoterrorismo.
De esto y de aquello…
Lo que el presidente Felipe Calderón y los integrantes del gabinete de seguridad nacional negaron una y otra vez ante la ola de violencia que el crimen organizado y el narcotráfico ha ido elevando mes tras mes y año tras año por todas las entidades federativas y que desde Washington les fuera advertido de manera reiterada, tuvo finalmente que ser reconocido… Fue un acto terrorista cometido presuntamente por sicarios de alguno de los cárteles de la droga que desde hace años se disputan ferozmente el control de la distribución y venta en Nuevo León y particularmente en Monterrey y su zona metropolitana… O sea, se trató de una acción narcoterrorista que acabó con la vida, hasta el cierre de esta columna, de 53 personas que se encontraban en el interior del Casino Royale de la capital nuevoleonesa que quedaron atrapadas, cuando el grupo criminal arribó al lugar al atardecer, cerró las puertas, roció gasolina en el interior y prendieron fuego para huir de inmediato… Quienes se encontraban en el lugar murieron por asfixia o a causa de las quemaduras y otras más fueron hospitalizadas en grave estado, de acuerdo al reporte de las autoridades estatales… Rodrigo Medina, gobernador priísta de Nuevo León y quien heredara una entidad penetrada por el narcotráfico, reveló que la Secretaría de Gobernación ordenó la reapertura del Casino Royale que el ayuntamiento de Monterrey había clausurado… Sin embargo, el mandatario estatal solicitó la inmediata intervención de esa dependencia, igual que lo ha hecho en ocasiones anteriores cuando se han registrado hechos de violencia que han ido de las extorsiones, secuestros y ejecuciones, hasta los narcobloqueos en plena zona colindante con otros municipios…. Lo ocurrido obliga a preguntar ¿qué hace el ejército de agentes federales, soldados, marinos y policías estatales y municipales, que de tiempo atrás, permanecen en la capital de Nuevo León y en cuyas narices se han seguido cometiendo actos de violencia?…
En Monterrey, el también gobernador priísta de Nuevo León, Rodrigo Medina, volvió a verse en el ojo del huracán ante la ola de violencia que priva en ese estado y que con todo y los operativos policíaco-militares, han sido incapaces de atenuar tanta violencia como la que se ha incrementado desde que asumió el cargo.
Por otra parte, la aparición, ayer, del periodista sinaloense Millán Salazar, causó indignación y conmoción en Culiacán y en todo el estado. El colaborador de Radio Fórmula-Culiacán, quien era director del diario digital A Discusión, fue secuestrado la mañana del miércoles por un grupo de hombres encapuchados y armados con rifles de alto poder, cuando se dirigía a su oficina y su cuerpo, con varios impactos y el tiro de gracia, fue encontrado por la policía a unos 100 metros de donde fue subido violentamente a una camioneta.
En la capital sinaloense, otro periodista, Luis Enrique Ramírez, que escribía la columna Fuentes Fidedignas en el diario El Debate, en la que abordaba temas políticos, no policíacos –igual que el extinto- dejó de publicarla debido a que “no existen condiciones de seguridad” para continuar con su ejercicio profesional ante las reiteradas amenazas que recibió y decidió abandonar el estado, como lo han hecho otros sinaloenses temerosos de ser víctimas de tanta violencia.
Sinaloa, el estado gobernado por el aliancista Mario López Valdez, es desde hace varios meses escenario de secuestros, ejecuciones y enfrentamientos entre los cárteles de la droga, que tienen aterrorizados a los habitantes de la mayoría de municipios.
Esa es la guerra que el Ejecutivo Federal le declarara al crimen organizado y al narcotráfico y que hasta ahora ha cobrado casi 50 mil víctimas y que hoy ya es narcoterrorismo.
De esto y de aquello…
Lo que el presidente Felipe Calderón y los integrantes del gabinete de seguridad nacional negaron una y otra vez ante la ola de violencia que el crimen organizado y el narcotráfico ha ido elevando mes tras mes y año tras año por todas las entidades federativas y que desde Washington les fuera advertido de manera reiterada, tuvo finalmente que ser reconocido… Fue un acto terrorista cometido presuntamente por sicarios de alguno de los cárteles de la droga que desde hace años se disputan ferozmente el control de la distribución y venta en Nuevo León y particularmente en Monterrey y su zona metropolitana… O sea, se trató de una acción narcoterrorista que acabó con la vida, hasta el cierre de esta columna, de 53 personas que se encontraban en el interior del Casino Royale de la capital nuevoleonesa que quedaron atrapadas, cuando el grupo criminal arribó al lugar al atardecer, cerró las puertas, roció gasolina en el interior y prendieron fuego para huir de inmediato… Quienes se encontraban en el lugar murieron por asfixia o a causa de las quemaduras y otras más fueron hospitalizadas en grave estado, de acuerdo al reporte de las autoridades estatales… Rodrigo Medina, gobernador priísta de Nuevo León y quien heredara una entidad penetrada por el narcotráfico, reveló que la Secretaría de Gobernación ordenó la reapertura del Casino Royale que el ayuntamiento de Monterrey había clausurado… Sin embargo, el mandatario estatal solicitó la inmediata intervención de esa dependencia, igual que lo ha hecho en ocasiones anteriores cuando se han registrado hechos de violencia que han ido de las extorsiones, secuestros y ejecuciones, hasta los narcobloqueos en plena zona colindante con otros municipios…. Lo ocurrido obliga a preguntar ¿qué hace el ejército de agentes federales, soldados, marinos y policías estatales y municipales, que de tiempo atrás, permanecen en la capital de Nuevo León y en cuyas narices se han seguido cometiendo actos de violencia?…
Santiago Creel
El funcionamiento de ése y de muchos otros casinos, que por años de gobiernos priístas fueron motivo de polémica y oposición y cuya autorización fuera hecha el sexenio pasado cuando Santiago Creel, era secretario de Gobernación del gobierno foxista… Hoy, casinos y casas de juego están por todas partes del país y ante la tragedia regia, el senador panista con licencia y hoy precandidato presidencial de su partido, se apresuró anoche a emitir un escueto comunicado por “el cobarde ataque a mexicanos indefensos”, expresar su solidaridad y condolencias a las familias de las víctimas y su más enérgica condena a esa manifestación de brutal violencia y demandar un México que merece vivir en paz… Aunque nadie lo deseaba, se temía justificadamente que la balacera que se suscitó la tarde del sábado pasado afuera del estadio de futbol de Torreón y que sembró el pánico entre los miles de aficionados que asistían a un partido, no sería un hecho tan “aislado” como autoridades federales insistieron en un intento de restarle gravedad… Horas antes de la tragedia en Monterrey, sin imaginar lo que ocurriría, en este espacio apuntábamos un comentario sobre los discursos del presidente Calderón y el dirigente nacional de su partido, Gustavo Madero, en la reunión plenaria del grupo parlamentario del PAN en Michoacán… Y escribíamos que al paso que vamos y al final de este sexenio, con los miles de muertos –hasta ahora casi 50 mil- que para entonces haya dejado la guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico, va a resultar que nadie asumirá la responsabilidad de los baños de sangre que se han registrado en el país… En su mensaje a los legisladores panistas en Morelia, la capital de su entidad natal –a la que aseguró que no regresaría hasta después de las elecciones de noviembre- el Ejecutivo Federal hizo una férrea defensa de soldados y marinos que participan en la lucha antinarco… Aseguró que éstos son víctimas y no victimarios y urgió al Congreso de la Unión a aprobar la Ley de Seguridad Nacional que le dé certeza a su actuar y acabe con las “imputaciones alevosas y tramposas” que se les hacen… Muchas de éstas, sin embargo, han sido documentadas y denunciadas por organizaciones de defensa de derechos humanos ante instancias no sólo nacionales sino internacionales… También el presidente del PAN, Gustavo Madero, salió con que de los 15 mil homicidios registrados en el último año, 10 mil se han cometido en estados gobernados por el PRI, al señalar que “los niveles de violencia e inseguridad de las administraciones del PAN no son distintos a los que mantenía el régimen priísta”… ¿Quién o quiénes asumirán, pues, la responsabilidad de lo que ocurre y que con lo de Monterrey –y también con lo de Saltillo y Veracruz- se agravó tanto?…
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fcardenas@pulsopolitico.com.mx
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