ARTICULISTA INVITADO
En estos días la población ha podido conocer por diversos medios de comunicación el intenso trabajo que se está haciendo para la formulación de dos de las grandes reformas pendientes en el país, la energética y la hacendaria.
Sin embargo, hemos escuchado también voces que incitan a la población a la duda y desconfianza en estas reformas.
Está claro que algunos actores políticos no logran entender la importancia de hablarle a la ciudadanía con la verdad y optan por declaraciones precipitadas y sin sustento, como las de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quienes ya están satanizando e invitando a una resistencia civil contra las reformas antes mencionadas, a pesar de desconocerse el alcance de éstas.
Es imprescindible tener una clase política a la altura de las necesidades y exigencias del país, madura, objetiva y que anteponga el interés de los mexicanos por encima de ideologías o tribus partidistas, por eso el llamado continuo a las declaraciones responsables y constructivas.
En ningún momento, el Presidente Enrique Peña Nieto ha hablado de privatizar PEMEX, por el contrario, ha dicho no a su privatización, pero si a la modernización de la paraestatal y de nuestro sector energético y esto, por supuesto, incluye entre otros temas el futuro papel de Pemex, de la CFE, la diversificación e impulso de energías limpias y renovables.
Comparto la preocupación para que los alcances de las reformas energética y hacendaria permitan obtener los recursos públicos necesarios para mejorar la desigualdad económica, combatir la pobreza, apoyar al campo mexicano, reinvertir en nuestras instalaciones petroleras y eléctricas, e incentivar nuestra producción y consumo nacional.
A final de cuentas, los mexicanos queremos que las cosas se hagan bien y nos vaya mejor como país, de ahí que exijamos compromiso en nuestros servidores público y les reprochemos aquellas acciones que nos afecten en lo general, o en casos particulares, como la discriminación y hostigamiento al niño tzotzil que sufrió vejaciones en Villahermosa, Tabasco a manos de un inspector de comercio.
Estoy convencido que las discusiones y análisis sobre las reformas en comento en el Congreso de la Unión, estarán a la altura de lo que el país requiere.
PD. Desde este espacio expreso mis sentidas condolencias a la familia Delfín Ortega, por el lamentable y accidental deceso de su hija. Yolanda debe ser recordada como ejemplo de superación y valor para nuestros jóvenes veracruzanos. Descanse en paz.
Sin embargo, hemos escuchado también voces que incitan a la población a la duda y desconfianza en estas reformas.
Está claro que algunos actores políticos no logran entender la importancia de hablarle a la ciudadanía con la verdad y optan por declaraciones precipitadas y sin sustento, como las de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, quienes ya están satanizando e invitando a una resistencia civil contra las reformas antes mencionadas, a pesar de desconocerse el alcance de éstas.
Es imprescindible tener una clase política a la altura de las necesidades y exigencias del país, madura, objetiva y que anteponga el interés de los mexicanos por encima de ideologías o tribus partidistas, por eso el llamado continuo a las declaraciones responsables y constructivas.
En ningún momento, el Presidente Enrique Peña Nieto ha hablado de privatizar PEMEX, por el contrario, ha dicho no a su privatización, pero si a la modernización de la paraestatal y de nuestro sector energético y esto, por supuesto, incluye entre otros temas el futuro papel de Pemex, de la CFE, la diversificación e impulso de energías limpias y renovables.
Comparto la preocupación para que los alcances de las reformas energética y hacendaria permitan obtener los recursos públicos necesarios para mejorar la desigualdad económica, combatir la pobreza, apoyar al campo mexicano, reinvertir en nuestras instalaciones petroleras y eléctricas, e incentivar nuestra producción y consumo nacional.
A final de cuentas, los mexicanos queremos que las cosas se hagan bien y nos vaya mejor como país, de ahí que exijamos compromiso en nuestros servidores público y les reprochemos aquellas acciones que nos afecten en lo general, o en casos particulares, como la discriminación y hostigamiento al niño tzotzil que sufrió vejaciones en Villahermosa, Tabasco a manos de un inspector de comercio.
Estoy convencido que las discusiones y análisis sobre las reformas en comento en el Congreso de la Unión, estarán a la altura de lo que el país requiere.
PD. Desde este espacio expreso mis sentidas condolencias a la familia Delfín Ortega, por el lamentable y accidental deceso de su hija. Yolanda debe ser recordada como ejemplo de superación y valor para nuestros jóvenes veracruzanos. Descanse en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario