*Siempre he dicho que la librería ideal no es la que tiene el libro que andas buscando, sino la que te vende el libro que no sabía que querías. Camelot.
THE WASHINGTON POST
En Estados Unidos es muy común ver como a diario muchos hombres y mujeres viven el Sueño Americano. El famoso esquema cuando, de la noche a la mañana, inventores o gente con iniciativas se convierten en súper millonarios y se hablan de tú con Carlos Slim y Bill Gates y con Valentín. Es la historia de Jeffrey P. Bezos, fundador de Amazon.com, un portal que se dedicó en sus inicios a vender libros por la red y se convirtieron en barones del dinero, como los hombres que nacieron en el Silicón Valley. Pues este pelón multimillonario, ha pillado a la gente del diario The Washington Post y, como en El Padrino, les hizo una oferta que no pudieron rechazar, por 250 millones de dólares a la mano y en cash, dejaron entrar a los libreros a dirigir el diario que aún gravita en las manos de la familia Graham.
HUBO UNA VEZ UN TIEMPO
Recientemente hojeé una revista, la mejor de habla hispana, ‘Vanity Fair’. Vi una historia que quedó grabada en los anales del periodismo de investigación mundial. 40 años después la revista ubicó a los protagonistas en el mismo lugar y con la misma gente: los hombres del diario The Washington Post. En la misma redacción donde cambiaron la historia de un país a la caída del presidente Richard Nixon, gracias a su trabajo de investigación y al chismoso Garganta Profunda, que les filtraba todo desde dentro. Como un vil traidor. Porque todos los que filtran desde adentro las cosas, como ahora este espía Snowden, son viles traidores. No se puede escupir donde se duerme. En la foto, de izquierda a derecha el actor Robert Redford, el periodista Carl Bernstein, el exdirector Ben Bradlee y Bob Woodward en la redacción del Washington Post. Entre los cuatro suman 306 años. Redford tiene 76. Fueron aquellos hombres de Watergate, dirigidos y comandados por Ben Bradlee, el amigo personal del presidente Kennedy, y por Katherine Graham, la dueña del periódico. La editora. El Discovery Chanel revive ahora aquella historia de periodismo puro, la que Woodward decía: “Hay muchas mujeres que se sienten decepcionadas cuando ven que no soy como Robert Redford”, cuando la película ‘Todos los hombres del presidente’ irrumpió en los cines. A la historia del reencuentro, se le tituló ‘Once upon in time in Washington’. Esa foto está incompleta, falta el otro actor, el gran Dustin Hoffman. Pero revive cuatro décadas después las batallas que se dieron desde ese diario que hoy, para decepción de los lectores fieles, lo acaba de comprar un tiburón de Wall Strett, el pelón Jeffrey Bezos, dueño de Amazon.com, porque los diarios, dicen los pitonisos, tienden a desaparecer del mundo por el Internet. Lo raro es que la compra-venta fue muy barata, 250 millones de dólares, dicen las notas. Y esa lana Carlos Slim se los compraría en un minuto, como ya lo está haciendo con The New York Times. La fotografía se encargó a Annie Leibovitz, Premio Príncipe de Asturias 2013 (Anna-Lou «Annie» Leibovitz es una fotógrafa estadounidense. Fue la primera mujer en exponer su obra en la Galería Nacional de Retratos de Washington D. C. y la última en retratar al músico John Lennon, antes de que éste fuera asesinado en 1980). “El Watergate del que escribimos en el Washington Post entre 1972 y 1974 no es el mismo que conocemos hoy. Sólo era un atisbo de algo mucho peor. Cuando le forzaron a dimitir, Nixon había convertido su Casa Blanca, en gran medida, en una empresa criminal”, escribieron esta semana Woodward y Bernstein en el diario capitalino. El periodista Raúl del Pozo contó una anécdota sobre aquellos incidentes, cuando la poderosa presidencia de Nixon, con el halcón Henry Kissinger a un lado, y Nixon alcoholizado, querían derrumbar la libertad de expresión de ese mítico y legendario diario. Escribió Raúl: “La lavadora de ropa sucia y el enjabonamiento es para mí una analogía del periodismo, tal vez desde que el ex fiscal y jefe de la campaña de Nixon amenazó al Post diciendo: «Si publicáis toda esa mierda, Katie Graham se va a pillar las tetas en la máquina de escurrir ropa». La que se pilló las tetas fue la Administración Nixon mientras Katie, la gran dama de la libertad de expresión, llevaba colgada alrededor del cuello una escurridera de ropa en miniatura que le regaló un dentista y en todo momento estuvo dispuesta a ir a la cárcel antes de revelar las fuentes de sus periodistas”.
CORREO LECTOR (ROBO AEROPUERTO)
En su notiveriana columna, detalla usted el robo que sufrió una señora en nuestro aeropuerto de Veracruz. Estos rateros aprovechan el fin de las vacaciones, cuando hay más pasajeros que regresan, sobretodo, para empezar a comprar los útiles escolares de sus hijos por la reanudación de clases la semana que viene. ¿Usted cree que los “vigilantes” no los conocen? Máxime si van todos los días a cometer esos robos. Pero lo que es muy importante es que, cuando le roban sus tarjetas de crédito o débito, generalmente son a mujeres por descuidar sus bolsas de mano; pero si usted ha leído que una vez que tienen la tarjetas robadas, en el 90 % de los casos compran con dichas tarjetas en tiendas conocidas, donde debe haber una mafia de cajeros y cajeras que aceptan las compras por cantidades grandes, sin pedir la identificación respectiva (credencial de elector) para comparar que la firma y fotografía correspondan a la persona que está comprando. Donde también hay una mafia de rateros (as) es en Wal Mart, ahí bloquean, “sin querer” con un carrito al carrito que va la señora, y otro, “sin querer” la bloquea por detrás, mientras destraban los carritos, aprovecha una tercera persona a abrirle la bolsa a la señora y robarle su cartera con dinero y tarjetas. Cuando llega a la caja se da cuenta del robo, pide que le enseñen el video y le dicen que no está permitido, (cuantas serán las quejas de este negocio que el teléfono de la ciudad de México, que tenían a la vista para exponer las quejas de los clientes ya lo quitaron y lo desconectaron) ¿y dónde creen que se fueron a comprar los rateros? Efectivamente, a Sam's Club. Reciba, como siempre, un afectuoso saludo. F.A.
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
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