• MÁS DE 50 MILLONES CON HAMBRE
• ARTÍFICES AZULES DE LA CALUMNIA
• ESCALADA DE PRECIOS Y QUIEBRAS
• VERACRUZ, BLANCO DE CONJURAS
Cuando meditamos sobre las cifras dadas a conocer por organizaciones internacionales y nacionales, en las que se reafirma que más de 50 millones de mexicanos no alcanzan a cubrir sus más elementales necesidades de alimentación, no queda otro camino que pensar en el total fracaso de los sistemas financieros internacionales, pero sobre todo, en el sofisma en el que de manera reiterativa se ha sostenido en los últimos once años sobre la presencia en nuestro país de un gobierno demócrata y progresista que vela por “el bien el común”.
Está más que claro, los gobiernos federales emanados en los últimos dos sexenios como una alternativa para el desarrollo integral, han demostrado su ineficacia tanto en lo democrático como en la económico, lo prueban los elevados retrocesos que se advierten en el ritmo de crecimiento del país, al tiempo de la clara utilización de la fuerza del Estado para manipular procesos electorales, por vía de campañas de desorientación y lodo artificiosamente diseñadas con asesores del extranjero expertos en la manipulación de las masas, que han definido a la sociedad mexicana como un conglomerado “fácilmente sensible al rumor, primordialmente en lo referente al ámbito de la actividad pública”.
Para los gobiernos azulados precisamente eso ha sido la sociedad mexicana, “una masa” manipulable cuyo voto puede ser “dirigido” por vía de la calumnia y la descalificación, utilizando “la proclividad de los mexicanos” para poner atención al chisme y al rumor, en el cual los ingredientes siempre serán verdades a medias aderezadas con fuertes dosis de calumnias y descalificación, lo que apegado a “oportunas” declaraciones oficiales generadas entre la luz y la sombra, podrán dar origen a la manipulación electoral a favor de unos y en contra de otros, en el ámbito de la contienda electoral.
Ha sido invariablemente la descalificación, no la propuesta, lo que ha distinguido las campañas azuladas en las dos últimas décadas, incluso en la actualidad y desde la misma casa presidencial, se continúa descalificando a los contendientes de otros distintivos partidistas; ahora los blancos son tanto los integrantes del Congreso de Unión, senadores y diputados que en su mayoría son de oposición al color presidencial, como los gobernadores y exgobernadores de entidades con tonalidades distintas a lo azulado.
Dichas maquinaciones propagandísticas, semejantes a las que hundieron al pueblo alemán en el fascismo nacista, perversidades maquinadas por intrusos a nuestra vida política que fueron “importados” por el Partido Acción Nacional, sobre ello incluso podemos citar al español Antonio Sofá Roché, quien gracias a “sus cuates” en el actual gobierno ya cuenta con acreditación como ciudadano mexicano, pese a sus negativas ingerencias en procesos electorales anteriores.
Así las cosas, prepárese usted a una de las campañas más sucias en la historia del país, es más, ya se observa por doquier el lodo que arriba, en Veracruz lo estamos registrando desde la campaña estatal pasada, muchas de las referidas pestes entra a nuestro casa por las pantallas de televisión y ya no se diga por conducto de twiteros y sistemas en lo general de Internet; también algunos medios veracruzanos se convertirán en vías para difundir los pantanos que enlodan todo.
Pero los veracruzanos perciben la realidad, la escalada en precios y la disminución del poder adquisitivo no es una fantasía, la realidad lacera a los sectores más desprotegidos de las distintas zonas veracruzanas, a lo que se suman políticas en materia de seguridad y de desarrollo rural ineficaces, que han quebrantado las aspiraciones de miles de familia, es más, pese a los buenos tiempos en el mercado internacional, productos como azúcar y café, disminuirán sus niveles de producción ante fallas notorias en programas en beneficio del campo.
La penetraciones de nuevos sistemas comerciales con cadenas de autoservicio provenientes del exterior, ha pegado sin cuartel a los productores de carne de aves y reces en suelos veracruzanos, pese a ser líderes en la producción nacional los problemas financieros los mantienen bajo amenaza, en lugar de mejorar los dividendos disminuye.
El alto costo de la vida impacta aún más con incrementos a todo tipo de combustibles, incluyendo el fluido eléctrico, lo que no sólo daña la economía empresarial sino que duele en los limitados rangos de la subsistencia familiar, nadie en la capital del país le hace caso al grito de protesta de la población veracruzana, pionera y cimiento en la producción de hidrocarburos y energía eléctrica, para que se frenen incrementos a combustibles y se apliquen tarifas razonables al consumo de energía eléctrica.
Para darle más duro a nuestra provincia, en el mismo altiplano se diseñan y aplican periódicamente campañas repletas de negrura con la finalidad de desacreditar a funcionarios jarochos y paralelamente a candidatos del mismo partido, dirigiendo comentarios negativos que dañas nuestras fuentes de ingresos como lo es el turismo, una “campañita” casi permanente es la contaminación de nuestras aguas y ríos lo que se entrelaza con afectaciones directas al número de visitantes que registra la Entidad, al disminuir el interés del turista por miedo a contaminarse, disminuyen los ingresos de la industria hotelera, restaurantera, artesanal, de productos y de servicios, vitales no solo para la zona costeñas veracruzanas, sino para muchos municipios involucrados en dichos renglones, con lo que se intenta generar irritación de los veracruzanos contra el partido político dominante ; la influenza incluso nos la acreditaron a nuestra industria porcícola; últimamente ha resultado muy socorrida y recurrente el tema de la inseguridad, en donde los villanos ahora resulta que no son los mismos que operan en todo el país, sino que los delincuentes en el caso específico de nuestro Estado son los políticos del partido con más simpatías en Veracruz, que obviamente no son los del PAN.
Ante los millones de pobres que no alcanzan ni siquiera a comprar los alimentos indispensables para superar desnutrición y hambre, más de 50 y 60 millones para el caso de México citan las fuentes internacionales, no tiene la autoridad federal “para donde hacerse”, claro que puede decir que esos pobres son por culpa ade3 la baja productividad de los veracruzanos, pero se da el caso que pese a campañitas, los ritmos de crecimiento en tierras jarochas superan la media nacional, ello se registra en todo el sexenio de Felipe Calderón e incluso del de Vicente Fox, que fue mejor que éste último.
Ante hechos consumados e insalvables, habrá que esperar a quién más responsabiliza el actual régimen no sólo de la inseguridad, sino de la falta de empleo, de la carestía, del quebranto en el campo mexicano, de más de 50 millones de mexicanos que no tienen ni para comer, de las altas tarifas de energía eléctrica, de los “gasolinazos” cada vez que amanece un nuevo mes, de la angustia y quebranto en sistemas de transporte, de los saldos negativos en los promedios del Producto Interno Bruto, del ambiente de inseguridad y terror en que cada día viven más mexicanos, del constante cierre de comercios y pequeñas empresas, lo que se registra dramáticamente en todo el país, pero no sería extraño que culparan de todo ello a Veracruz… Ahí la dejamos.
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