Con el gusto de compartirles la aportación rotaria correspondiente a esta semana, publicada en la sección Editorial de El Sol de Tlaxcala, y con una dedicatoria adelantada muy especial, para todas aquellas virtuosas que han han tenido o que van a tener la dicha de generar vida humana.
porelplacerdeservir@hotmail.com
“…La mujer para superar al hombre, solo necesita:
ser cada día… mujer…”
El Reglamento del Club Rotario especifica tres condiciones bajo las cuales la membresía de uno de sus socios puede ser terminada automáticamente: Estas circunstancias son: no asistir ni compensar asistencia a las sesiones de club por cuatro veces consecutivas, no asistir y no compensar su asistencia al 60% de las sesiones del club en un período de 6 meses y no asistir al menos al 30% de las reuniones de su propio club en un período de 6 meses. Además un miembro perderá su membresía a menos que la mesa directiva del club haya consentido previamente no tomar medidas derivadas de tales faltas por alguna buena o suficiente razón.
Para algunos, estas reglas pueden parecer muy estrictas. Sin embargo, el estar presente en las sesiones del club es una de las obligaciones básicas que un miembro acepta al pertenecer a un Club Rotario. Las reglas estatutarias meramente enfatizan que el Club Rotario es una organización incluyente que valora altamente la asistencia. Estar presente en una reunión del club es considerado una parte vital para la operación y el éxito de cada club.
Por ello cuando un Rotario falta a cuatro reuniones consecutivas, o hace caso omiso a los requerimientos de asistencia, se considera como una renuncia al club, lo que permite considerar la aceptación de la renuncia y no una acción punitiva hecha por los directivos del club. Todos los Rotarios conocemos las consecuencias de no asistir, así que claramente se convierte en una decisión personal y consciente de retirarse del club al no cumplir los requisitos de asistencia.
Durante el Consejo de Legislación en Junio de 2004, se aprobó autorizar que se otorgue el crédito de asistencia por participar interactivamente en el Sitio Web de un Club Rotario durante 30 minutos o más. También se acredita como asistencia la presencia de un rotario en la reunión de una agrupación de Rotary es decir de Rotaract, Interact, Inner Wheel en fin. Así como también, que cuando un socio tenga una ausencia prolongada por encontrarse fuera de la localidad, se tendrán consideraciones especiales y por último que no aparezca en los registros de asistencia para evitar que baje el promedio de todo socio dispensado de asistir. O cuya asistencia sea justificable, y para ello se puede compensar asistiendo 14 días antes o después de la reunión a la que faltó a su club.
En la propuesta que hoy, trataré de analizar el contexto en el que se desenvuelve actualmente la mujer y cuál es su sitio dentro de la sociedad. Conscientes de los espacios ganados en los ámbitos: social, cultural, laboral y político, y a pesar de los obstáculos y las barreras impuestas por una sociedad eminentemente dominada por varones, por no decir aún machista, las mujeres han demostrado la igualdad de operación, que le es conferida por su calidad de ser humano, y empiezo a afirmar, que en nada se distingue el ser varón, del ser mujer.
Razón por la que debo acercar un poco de luz a tan importante tema, por consiguiente abordaré la cuestión desde la perspectiva antropológica, ya que el constitutivo inicial o último según se quiera ver, del ser humano, descansa precisamente en su naturaleza y a partir de ésta, se específica el modo de operar del ser humano. Tomando algunas de las diferencias morfológicas, constitutivas del ser humano, pareciera que la naturaleza especificó muy bien las funciones de cada uno de los géneros o sexos, sin embargo en el plano espiritual, la diferencia específica ya no se distingue de ninguna forma, es aquí donde el espíritu o la escecia del individuo, no guarda ninguna diferencia respecto a su calidad de ser. Esto define en sí, la igualdad existente entre hombres y mujeres, concediendo puntualmente tal igualdad. Habría que ahondar un poco en el plano de las perfecciones hombre-mujer, y de aquí partir para explicar el papel fundamental y trascendental de las mujeres, en el que a mis ojos visto, reviste significativamente una mayor importancia en el contexto actual.
La naturaleza femenina fue prodigiosa al permitir que su estructura biológica, fuera fecunda, de ella depende la perpetuación de la estirpe humana, la perfección que se les otorgó para la continuación de las generaciones, la obliga al desarrollo de la misma, frustrar su naturaleza desde mi perspectiva, sería negarse a sí misma.
Su condición actual, se ha transformado en un ancla para su integración plena en un mundo laboral cada vez más exigente y demandante, someter a concurso su habilidad vocacional para ascender en el campo laboral y desarrollar plenamente sus facultades dentro de un ámbito altamente competido, limita por no decir que frustra su condición natural, que genera en ella angustia y tensión natural por su condición de mujer y la responsabilidad que viene aparejada con ésta por un lado, y por otro, la pretensión de desarrollo armónico y cabal que logren lo planificado por su ser, también llamado yo.
Imposible resultaría separar el quehacer de la mujer en todos los ámbitos de la competencia humana y distanciar al hombre, pero nuestra carencia ontológica y existencial para poder completarnos como personas nos ubica en el terreno de la necesidad de unos y otros, sin importar el género o sexo; mas allá de la necesidad, del amor que nos une y resuelve o disuelve cualquier conflicto generado por la mala interpretación de esas pequeñas o grandes diferencias.
Insisto, las mujeres de hoy se desenvuelven, se desarrollan y crecen en un medio que les estimula a la persecución de más y mejores metas; los espacios que han ganado en los terrenos que les fueran vedados en otros tiempos y las facilidades que se han generado a través de las nuevas dinámicas que la sociedad desarrolla, actitudes distintas de participación, les ha permitido acceder a nuevos esquemas de realización de sus potencialidades, demostrando en todos los ámbitos la capacidad de acción que no solo iguala la capacidad del hombre, pues en muchas de ellas las supera.
La mujer de hoy, se debate entre el ser y el querer, por una parte su constitución le exige el desarrollo pleno de su naturaleza, en ella radica la procreación y la formación de nuevas vidas como un componente fundamental de sí misma y de la sociedad. Y por otro, la necesidad de crecimiento de su ser personal, la consecución de todas sus aspiraciones, la realización en todas las dimensiones de su persona.
Quisiera precisar que la mujer de hoy, es madre, esposa, padre, profesionista, amiga, doctora, jardinera, educadora, deportista, compañera, chofer, comerciante, cantante y pilar fundamental de la familia; pues de ella depende en gran medida el comportamiento social, pues la sociedad y su desarrollo, es el resultado de lo que una mujer en su caracterización de madre otorga desde la lactancia a sus hijos.
En este orden de ideas, debe ser de suma importancia que el estado proporcione apoyo a las mujeres, brindando espacios preferenciales y horarios culturales, sociales e incluso de diversión, en los cuales las mujeres trabajadoras encuentren foros de esparcimiento junto su familia, hecho que se relega por la necesidad de proporcionar la manutención diaria, en la cual se emplea la mayor parte del tiempo para satisfacer las necesidades básicas.
Apreciar, aquilatar y resaltar el papel de las mujeres. Compartir sus responsabilidades, privilegiando el papel de madre. Y resaltar la importancia que ellas tienen para formar a las nuevas generaciones, es por hoy, el trabajo que tenemos los hombres, independiente de nuestras responsabilidades sociales, familiares y morales.
Concluyo entonces: solo las mujeres que logran un desarrollo armónico y pleno, garantizan una sociedad armónica y sin conflictos con hombres dispuestos a “Dar de sí, antes de pensar en sí”.
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