Zaida Alicia Lladó Castillo
He escrito sobre Jesús Reyes Heroles en otras ocasiones, pero hoy quiero recordarlo nuevamente—tomando textos antes publicados--, en su perfil de humanista, de hombre comprometido con el servicio público, como político y como reformador de la educación y la cultura nacional. Veracruzano y además tuxpeño fue Don Jesús Reyes Heroles (1921-1985). Licenciado en Derecho, con posgrados en las universidades argentinas de Buenos Aires y La Plata. Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) así como excelente político y funcionario público.
Luego entonces, entro de lleno a describir sus pensamientos en diferentes facetas de su vida y personalidad:
a) Su visión humanista
Con gran experiencia en los ámbitos académicos, sociales, políticos y gubernamentales, Don Jesús, fue autocalificado como un intelectual de la política y reconstructor de la sociedad, pues en todas sus pensamientos y actos, puso como punto central al ser humano, definiéndose como un “humanista-socio-revolucionario”, teniendo su base en : “la idea del hombre, como libertad y como justicia en la sociedad” ;
La libertad, para Jesús Reyes Heroles, es resultado o consecuencia de ese “humanismo social”, puesto que la misma exige el debilitamiento de la desigualdad y el fortalecimiento de la democracia : “la persona supera su individualismo y hace suyos los valores colectivos cuando su lucha alcanza la igualdad entre los hombres”; y “el hombre alude al concepto de libertad, no en singular sino en plural, como un conjunto de libertades fundamentales, agrupadas en espirituales y políticas. Estas libertades serán una realidad, siempre y cuando exista justicia social; en otras palabras, a todo hombre libre corresponde una sociedad justa; y, a la inversa, a toda sociedad justa corresponden hombres libres y solidarios”. (Reyes, 1975: 351)
Pero esa libertad, justicia y solidaridad, el hombre había de encontrarlas a través de instituciones preparadas y adecuadas para otorgarlo: “un humanismo de esta naturaleza requiere de instituciones e instrumentos que lo formen, cultiven e impulsen”.
Y con esa visión, Don Jesús, se lanzó a la tarea de ser un reformador de la vida política y cultural de México.
b) El compromiso político del servidor (administrador) publico
“No se puede ser administrador al servicio del Estado o empresario público si no se está comprometido con los fines políticos del Estado, al que se sirve. El administrador, el que tiene bajo a su responsabilidad hombres, recursos financieros y materiales para lograr un objetivo determinado, debe tener compromiso serio con el gobierno y la sociedad a la que sirve. Si no está de acuerdo, debe renunciar”.
Ese estado en el que piensa Reyes Heroles, está vinculado con la cooperación y la solidaridad social: “el Estado no es coacción: ni fuerza ni buenos deseos; ni solo derecho ni exclusivamente dominio: es acción integradora para la cooperación social”.
c) El compromiso como hombre de partido
Y esa posición la expresa en su oportunidad como Presidente del PRI Nacional, en su VII asamblea Nacional: “ni más sociedad para que haya menos Estado y vida personal; ni mas Estado para que haya menos sociedad y menos individuo. Individuo, sociedad y Estado tienen ámbitos de acción característicos y no es posible levantar una colectividad armónica, sin respetar el papel que a cada una de estas entidades concierne. Nuestra meta (como partido) no es impulsar una sociedad estatizada; es un Estado social y una sociedad integrada por individuos libres en pleno uso de sus derechos”.
d) Como reformador de la vida política del país
Como titular de la Secretaria de Gobernación, impulsó en 1977, la gran reforma electoral de fines de siglo, que impactó al sistema de partidos y a la democracia nacional: “se abrirá la política a minorías”… “más vale que tengamos a los opositores en las cámaras que en las calles; en los debates públicos, que en las cárceles. Recordemos que, lo que resiste apoya”. “Habrá de reformarse la Ley y ensanchar al complicado mosaico ideológico y las posibilidades de representación política en el Poder Legislativo”…“Las minorías deberán renunciar a métodos violentos e ilegales y las mayorías, se comprometerán a “no constreñir” a los partidos de oposición, que serán reconocidos”.
Como jurista, defendió el concepto de legalidad en la vida de los hombres: “el respeto y convivencia pacífica en la Ley, son bases para el desarrollo, las libertades y posibilidades de progreso social. En cambio, la intolerancia absoluta sería el camino seguro para volver al México bronco y violento”. Y agregaba en su momento: “si eso sucediera, lo aprovecharían quienes pretenden un endurecimiento del Gobierno, exponiéndonos al fácil rompimiento del orden estatal y del orden político nacional”.
e) Reformador del sistema educativo nacional
Como Secretario de Educación, estableció una relación dialéctica entre la educación y la historia nacional:
“En México partimos de una concepción histórica de la educación, pues nuestra historia nos da lo fundamental de su contenido, e igualmente partimos de una concepción educativa de la historia, dado que ésta es principio de enseñanza, de medio para educar” (Reyes, 1985a: 60). “La educación es el desarrollo formativo que nos permite asumir como propios los valores que la nación ha escogido para sí” (Reyes, 1999h: 389).
“Educación, para cumplir con nuestros compromisos respecto a los valores fundamentales de los mexicanos; educación para fortalecer y acendrar nuestro nacionalismo y fortalecer así nuestra independencia” (Ibíd.)…
Por lo tanto la orientación de la educación sería “hacia el disfrute de la libertad, la construcción de la democracia y el logro de una sociedad más solidaria e igualitaria”. “Debe enseñar al hombre a saber y a querer; a saber qué es lo que quiere y a querer aquello que sabe que es bueno para sí y sus semejantes”. (Ibíd.: 353). “no basta saber leer o poder leer; resulta indispensable querer leer, tener la voluntad de leer” (Reyes, 1985a: 154).
También se anticipaba a los riesgos en el sistema educativo nacional: “el sistema educativo federal ha caído en una peligrosa hipertrofia que es inaplazable combatir” (Ibíd: 449). “Aún en una sociedad que anda mal se puede tener una buena escuela que influya para mejorar esa sociedad y enfrentar la problemática nacional”. “La enseñanza es una de las tareas espirituales más importantes para el hombre”. “Una buena educación conduce a la autoeducación” (Ibíd. 406 y 408).
f) Su concepción de la cultura
Jesús Reyes Heroles concibe a la cultura en el respeto a nuestra esencia nacional: “la cultura de un país sólo lo es, en rigor, cuando se nutre del pensar y hacer, de las múltiples “aldeas” que lo constituyen y, cuando como país sabe irradiar a estos pequeños poblados lo que le han dado, brindándoles el resultado de la conjugación nacional de las diferentes vertientes” (Reyes, 1999h: 530) La identidad cultural, es un: “factor de cambio y renovación social”. “basado en una cultura que lo mismo facilita la investigación científica y cultural, que se fortalece de las culturas populares y las preserva para el futuro” (Ibíd.: 542).
g) Su mensaje a las nuevas generaciones
Al mexicano del futuro lo dibuja como: “un ciudadano mexicano que tenga la identidad nacional, que tenga una tabla de valores o una axiología precisa, liberado de todos los métodos enajenantes que existen en la actualidad que estamos sufriendo, padeciendo; que crea en los valores nacionales y en sí mismo” (Ibíd.: 410).
Luego entonces, entro de lleno a describir sus pensamientos en diferentes facetas de su vida y personalidad:
a) Su visión humanista
Con gran experiencia en los ámbitos académicos, sociales, políticos y gubernamentales, Don Jesús, fue autocalificado como un intelectual de la política y reconstructor de la sociedad, pues en todas sus pensamientos y actos, puso como punto central al ser humano, definiéndose como un “humanista-socio-revolucionario”, teniendo su base en : “la idea del hombre, como libertad y como justicia en la sociedad” ;
La libertad, para Jesús Reyes Heroles, es resultado o consecuencia de ese “humanismo social”, puesto que la misma exige el debilitamiento de la desigualdad y el fortalecimiento de la democracia : “la persona supera su individualismo y hace suyos los valores colectivos cuando su lucha alcanza la igualdad entre los hombres”; y “el hombre alude al concepto de libertad, no en singular sino en plural, como un conjunto de libertades fundamentales, agrupadas en espirituales y políticas. Estas libertades serán una realidad, siempre y cuando exista justicia social; en otras palabras, a todo hombre libre corresponde una sociedad justa; y, a la inversa, a toda sociedad justa corresponden hombres libres y solidarios”. (Reyes, 1975: 351)
Pero esa libertad, justicia y solidaridad, el hombre había de encontrarlas a través de instituciones preparadas y adecuadas para otorgarlo: “un humanismo de esta naturaleza requiere de instituciones e instrumentos que lo formen, cultiven e impulsen”.
Y con esa visión, Don Jesús, se lanzó a la tarea de ser un reformador de la vida política y cultural de México.
b) El compromiso político del servidor (administrador) publico
“No se puede ser administrador al servicio del Estado o empresario público si no se está comprometido con los fines políticos del Estado, al que se sirve. El administrador, el que tiene bajo a su responsabilidad hombres, recursos financieros y materiales para lograr un objetivo determinado, debe tener compromiso serio con el gobierno y la sociedad a la que sirve. Si no está de acuerdo, debe renunciar”.
Ese estado en el que piensa Reyes Heroles, está vinculado con la cooperación y la solidaridad social: “el Estado no es coacción: ni fuerza ni buenos deseos; ni solo derecho ni exclusivamente dominio: es acción integradora para la cooperación social”.
c) El compromiso como hombre de partido
Y esa posición la expresa en su oportunidad como Presidente del PRI Nacional, en su VII asamblea Nacional: “ni más sociedad para que haya menos Estado y vida personal; ni mas Estado para que haya menos sociedad y menos individuo. Individuo, sociedad y Estado tienen ámbitos de acción característicos y no es posible levantar una colectividad armónica, sin respetar el papel que a cada una de estas entidades concierne. Nuestra meta (como partido) no es impulsar una sociedad estatizada; es un Estado social y una sociedad integrada por individuos libres en pleno uso de sus derechos”.
d) Como reformador de la vida política del país
Como titular de la Secretaria de Gobernación, impulsó en 1977, la gran reforma electoral de fines de siglo, que impactó al sistema de partidos y a la democracia nacional: “se abrirá la política a minorías”… “más vale que tengamos a los opositores en las cámaras que en las calles; en los debates públicos, que en las cárceles. Recordemos que, lo que resiste apoya”. “Habrá de reformarse la Ley y ensanchar al complicado mosaico ideológico y las posibilidades de representación política en el Poder Legislativo”…“Las minorías deberán renunciar a métodos violentos e ilegales y las mayorías, se comprometerán a “no constreñir” a los partidos de oposición, que serán reconocidos”.
Como jurista, defendió el concepto de legalidad en la vida de los hombres: “el respeto y convivencia pacífica en la Ley, son bases para el desarrollo, las libertades y posibilidades de progreso social. En cambio, la intolerancia absoluta sería el camino seguro para volver al México bronco y violento”. Y agregaba en su momento: “si eso sucediera, lo aprovecharían quienes pretenden un endurecimiento del Gobierno, exponiéndonos al fácil rompimiento del orden estatal y del orden político nacional”.
e) Reformador del sistema educativo nacional
Como Secretario de Educación, estableció una relación dialéctica entre la educación y la historia nacional:
“En México partimos de una concepción histórica de la educación, pues nuestra historia nos da lo fundamental de su contenido, e igualmente partimos de una concepción educativa de la historia, dado que ésta es principio de enseñanza, de medio para educar” (Reyes, 1985a: 60). “La educación es el desarrollo formativo que nos permite asumir como propios los valores que la nación ha escogido para sí” (Reyes, 1999h: 389).
“Educación, para cumplir con nuestros compromisos respecto a los valores fundamentales de los mexicanos; educación para fortalecer y acendrar nuestro nacionalismo y fortalecer así nuestra independencia” (Ibíd.)…
Por lo tanto la orientación de la educación sería “hacia el disfrute de la libertad, la construcción de la democracia y el logro de una sociedad más solidaria e igualitaria”. “Debe enseñar al hombre a saber y a querer; a saber qué es lo que quiere y a querer aquello que sabe que es bueno para sí y sus semejantes”. (Ibíd.: 353). “no basta saber leer o poder leer; resulta indispensable querer leer, tener la voluntad de leer” (Reyes, 1985a: 154).
También se anticipaba a los riesgos en el sistema educativo nacional: “el sistema educativo federal ha caído en una peligrosa hipertrofia que es inaplazable combatir” (Ibíd: 449). “Aún en una sociedad que anda mal se puede tener una buena escuela que influya para mejorar esa sociedad y enfrentar la problemática nacional”. “La enseñanza es una de las tareas espirituales más importantes para el hombre”. “Una buena educación conduce a la autoeducación” (Ibíd. 406 y 408).
f) Su concepción de la cultura
Jesús Reyes Heroles concibe a la cultura en el respeto a nuestra esencia nacional: “la cultura de un país sólo lo es, en rigor, cuando se nutre del pensar y hacer, de las múltiples “aldeas” que lo constituyen y, cuando como país sabe irradiar a estos pequeños poblados lo que le han dado, brindándoles el resultado de la conjugación nacional de las diferentes vertientes” (Reyes, 1999h: 530) La identidad cultural, es un: “factor de cambio y renovación social”. “basado en una cultura que lo mismo facilita la investigación científica y cultural, que se fortalece de las culturas populares y las preserva para el futuro” (Ibíd.: 542).
g) Su mensaje a las nuevas generaciones
Al mexicano del futuro lo dibuja como: “un ciudadano mexicano que tenga la identidad nacional, que tenga una tabla de valores o una axiología precisa, liberado de todos los métodos enajenantes que existen en la actualidad que estamos sufriendo, padeciendo; que crea en los valores nacionales y en sí mismo” (Ibíd.: 410).
A los jóvenes (independientemente de la edad) les dedicó las siguientes palabras: “Se es joven, si se está lejos de la docilidad y el servilismo, si se cree en la solidaridad y en la fraternidad. Se es joven, cuando nunca se admite la vida acabada, cumplida; cuando nunca se cree estar ante algo perfecto; cuando se quiere transformar y no conservar; cuando se tiene la voluntad de hacer y no de poseer; cuando se ve siempre hacia adelante; cuando la rebeldía frente a lo indeseable no ha terminado; cuando se mantiene el anhelo por el futuro y se cree todo lo posible. Cuando todo eso se posee, se pueden tener mil años y ser joven”
Pero son sin duda los “dichos” de Reyes Heroles, la demostración clara de su sencillez en la expresión y de su inteligencia mordaz y realista y sólo comento algunos:
a) “lo que resiste, apoya”, como una forma de describir que todo lo que abone a un hecho en fuerza, permite afianzar y dar seguridad a sus elementos (positiva o negativamente).
b) “en política el fondo es forma”, cosa que no entienden aun algunos políticos del presente, cuando no saben distinguir que el “fondo” en un partido lo constituyen: sus principios, normas, programas, códigos, valores, plataforma, etc., y obliga a su cumplimiento y ejecución en todos los niveles y cargos; y la “forma” incluye, la vestimenta, lo que abona a la buena imagen de la militancia y del propio partido: a) hacia al exterior, enviando los mensajes de madurez, honestidad y eficiencia y b) al interior: ofreciendo el mayor respeto y trato armónico a todos los que le constituyen. De no tener ese equilibrio “fondo y forma”, pone en riesgos la finalidad, como partido y como gobierno.
c) "puerta abierta para que se vayan los oportunistas, mal que sufre cualquier partido”, que establece el deber de ser congruente en el partido, reconociendo a los que son leales y, poniendo límites o mandando al exilio a los que traicionan o sólo se mantienen en él, cuando tienen el “balón en la mano”.
d) “En el ejercicio de la política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia”, porque en su operación, la política, obliga a entrar en los terrenos a veces complejos donde están “buenos y malos”, y en ocasiones hay que convivir con ellos y atenderlos, aunque no estés de acuerdo o no te simpaticen, pero son circunstancias y oportunidades para descubrir los riesgos, para saber eliminar lo malo a tiempo.
e) “Sin emplear la cabeza muchas cosas se pueden hacer, pero no política”. Frase valiosa, que se relaciona con la anterior, porque un político que “emplea la cabeza”, es un político consolidado, con sensibilidad, valores e inteligencia y jamás podrá ser manipulado ni influenciado por inercias perversas o a realizar algo contrario a los principios y obligaciones a lo que la ley y su cargo le obliga.
Pero son sin duda los “dichos” de Reyes Heroles, la demostración clara de su sencillez en la expresión y de su inteligencia mordaz y realista y sólo comento algunos:
a) “lo que resiste, apoya”, como una forma de describir que todo lo que abone a un hecho en fuerza, permite afianzar y dar seguridad a sus elementos (positiva o negativamente).
b) “en política el fondo es forma”, cosa que no entienden aun algunos políticos del presente, cuando no saben distinguir que el “fondo” en un partido lo constituyen: sus principios, normas, programas, códigos, valores, plataforma, etc., y obliga a su cumplimiento y ejecución en todos los niveles y cargos; y la “forma” incluye, la vestimenta, lo que abona a la buena imagen de la militancia y del propio partido: a) hacia al exterior, enviando los mensajes de madurez, honestidad y eficiencia y b) al interior: ofreciendo el mayor respeto y trato armónico a todos los que le constituyen. De no tener ese equilibrio “fondo y forma”, pone en riesgos la finalidad, como partido y como gobierno.
c) "puerta abierta para que se vayan los oportunistas, mal que sufre cualquier partido”, que establece el deber de ser congruente en el partido, reconociendo a los que son leales y, poniendo límites o mandando al exilio a los que traicionan o sólo se mantienen en él, cuando tienen el “balón en la mano”.
d) “En el ejercicio de la política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia”, porque en su operación, la política, obliga a entrar en los terrenos a veces complejos donde están “buenos y malos”, y en ocasiones hay que convivir con ellos y atenderlos, aunque no estés de acuerdo o no te simpaticen, pero son circunstancias y oportunidades para descubrir los riesgos, para saber eliminar lo malo a tiempo.
e) “Sin emplear la cabeza muchas cosas se pueden hacer, pero no política”. Frase valiosa, que se relaciona con la anterior, porque un político que “emplea la cabeza”, es un político consolidado, con sensibilidad, valores e inteligencia y jamás podrá ser manipulado ni influenciado por inercias perversas o a realizar algo contrario a los principios y obligaciones a lo que la ley y su cargo le obliga.
Por eso hoy que se cumplen 3 décadas, desde que Don Jesús Reyes Heroles nos dejara, es justo recordarlo como lo menciona un excelente político y amigo, Heriberto Galindo Quiñones—en un texto maravilloso que me enviara--: “hoy –D. Jesús--, nos convocaría a la unidad en lo fundamental, a consolidar lo logrado, a actuar con madurez, a superar diferencias, a desterrar odios y venganzas, resentimientos y rencores, a generar nuevas tolerancias, a otear hacia nuevos horizontes políticos, -que merecemos-, para seguir avanzando hacia nuevos estadios de desarrollo en todos los órdenes de la vida nacional”, por eso, “caminar en esta ruta que nos propuso Don Jesús Reyes Heroles , el estadista, el hombre perfeccionista y exigente a más no poder, de recio carácter y admirable trayectoria, es el mejor homenaje que podemos rendir a uno de los más sólidos arquitectos de la reconciliación nacional”
Y coincido con él, porque es justamente en la reconciliación nacional en donde México tiene su fuerza.
Gracias y hasta la próxima.
Y coincido con él, porque es justamente en la reconciliación nacional en donde México tiene su fuerza.
Gracias y hasta la próxima.
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