VIERNES 27 DE MARZO DE 2015
De García Lorca: “El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta. Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad”. Camelot.
EN LA ALHAMBRA (DIA III)
Escrito en Sevilla, rumbo a la Alhambra, a Granada, la tierra de su poeta inmortal, el gran Federico García Lorca, la que Agustín Lara inmortalizó en aquella Granada, manola cantada. El guía nos mete en la historia de la Alhambra, Patrimonio Cultural de la Humanidad, aquí donde en estas tierras reinaron los paisanos de Tarek, el de Tres Valles y que un día, después de 800 años de estar posesionados, se fueron por piernas, huyendo de los españoles, cuando al árabe Bodail su madre regañó, pues lloró como mujer lo que no supo defender como hombre. Eso sí, después de los 800 años partieron, ni un día más. Frase que se inmortalizó. La tierra del gran poeta, Federico García Lorca ((Fuente Vaqueros, Granada, 5 de junio de 1898 -entre Víznar y Alfacar, Granada, 18 de agosto de 1936), el poeta de la Generación del 27, el más grande que ha parido esta nación y que, en plena Guerra Civil, por unos nacos mercenarios analfabestias, sicarios y gatilleros fue pasado por las armas en un pelotón que golpeaba la historia, y a España la humillaba, la España del dictador Franco, un acto reprobado por toda la humanidad y que aún duele, porque a Lorca lo asesinaron más por el odio y por su homosexualismo, que por las letras que él aportaba, porque seguro aquellos que dieron la orden de disparen, ni leer sabían. Aun a más de 70 años de su proditorio crimen, buscan los restos en esta Granada, ahora sí, tierra ensangrentada. No pude llegar a su historia, aunque hay poco, un Museo y poco. Ian Gibson, el escritor irlandés. Gran humanista, ha sido el biógrafo que mejor ha contado esa vida traumatizada de Federico, al que le han cantado poetas y Machado inmortalizado. Una película de Andy García, retoma los temas del libro del irlandés.
EN CAMINO
Vamos toda la familia a la Alhambra: Maty, Marimar, Juan Carlos, Ximena, Belén, Paolo, Luis, Maraya, Luisito, Maryjo, Fernando y Karina. La Alhambra es una ciudad palatina andalusí situada en Granada, España. Es un rico complejo palaciego y fortaleza (alcázar o al-qasr القصر) que alojaba al monarca y a la corte del Reino nazarí de Granada. Su verdadero atractivo, como en otras obras musulmanas de la época, no sólo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación, según Wikipedia. El guía en el Castillo nos lleva de la mano. Con nuestro aparatito para escucharle. Somos 13. Antonio se llama. Es de todos los guías que he encontrado en mi camino rumbo al saber, el mejor de todos. Se lo dije al terminar la tour y darle su propina. Agradable, culto, muy preparado, ameno, te lleva por los caminos de los paisanos de Nemi y Tarek, de la mano y sin sentirlo te metiste dos horas y media y jamás te aburrió. Como me ocurrió alguna vez en El Escorial, donde sepultan a los Reyes de España y tienen su pudridero. Con aquel guía reñía, era medio Carvallo, terco el tipo y mal contaba las cosas. No es que uno suela presumir de saber más que ellos, porque esa es su chamba, y a veces son como los niños de La Antigua, cambujos y panzoncitos que te recitan su tour y cuando los interrumpes ya no saben cómo seguir, y tienen que regresar al principio. Partimos en un viaje perrón. Muy duro. Los tiquetes se tienen que apartar desde tu aldea, desde tu lugar de origen, porque si no hay tiquetes no entras. Ximena es la coordinadora de la gira. Aquí no se llega a la taquilla y pides dame diez. No, es desde tu sitio, vía Internet. Los reinos moros de los musulmanes aquí lo eran todo.
EN LA RUTA
En el camino, el GPS nos lleva por la extraordinaria autovía de Sevilla-Granda. Nada que ver con las porquerías que tenemos de Capufe, las que el dos veces compadre del presidente Peña mantiene como vago, con tarifas altísimas, con carpeta muy deteriorada, con mal pavimento que genera accidentes. Aquí son ejemplo, debía venir Benito Neme, el compadre, y ver con qué calidad hacen la carpeta asfáltica. Y pregúntales a estos españoles por qué no cobran. Porq qué no hay casetas cada 20 kilómetros donde te sangran tu dinero. Ven, Benito, y pregúntales. No hago corajes. Es una campiña bella, si cuando andas por el Norte de España y pasas por un pueblo llamado Aguilar de Campoo, un pueblo que huele a galletas, pues allí de eso viven; aquí por horas y kilómetros vas viendo hectárea tras hectárea arboles de oliva, en estos sitios que, al cruzar, huele al famosísimo aceite de oliva español, que fama tiene con el italiano de ser los mejores del mundo, y que un tiempo maldijeron porque, aseguraban, creaba mucho colesterol. Esos árboles y los de naranjas que están situados en la entrada de Granada y en toda la ciudad, hacen oler a la ciudad diferente. Son casi tres horas de ida y tres de regreso. A veces se sufre, pues había que levantarse a las 7 para llegar a la una de la tarde, hora de nuestra entrada. Es el día que por la noche, al llegar al hotel nos enteramos de la tragedia de un avión caído en tierras francesas, con 150 muertos, tragedia que envuelve a tres países: España, Alemania y Francia, y que hará que los tres presidentes, Rajoy, Mamá Merkel y Hollande, se reúnan en el sitio donde el avión colapso y mató a tanta gente. En los Alpes franceses, en Francia. donde no habían tenido ningún accidente de aviación desde que el Concorde un día mató a sus pasajeros y se estrelló a poco de despegar del aeropuerto Charles de Gaulle. Que descansen en paz.
LA TOUR
Terminamos la tour en La Alhambra. Muy cerca se ven los copos de Sierra Nevada, un lugar de esquiar, pegadito a esa Granada de Lara. Tiene su estatua el gran Agustín, de un pueblo agradecido al que cantó sin siquiera conocerlo. Sierra Nevada es su lugar de esquiar por excelencia, con 16 mil cuartos disponibles. Salimos y hacia hambre. Por 15.40 euros hicimos el recorrido con guía. Afuera hay un comedero muy español, una rica sopita y lo de ellos, sus chuletones, su torta de huevo y de verduras, sus solomillos y lo que se antoje, se come bien donde te sientes. Lugar agradable. El frio, cosa inusitada, estaba a 4 grados, pero como es frio húmedo no se siente tan fuerte. Sitio de contrastes, en pleno verano llega a estar a 50 ardientes grados, y algunas veces en invierno a bajo cero, cuatro o cinco grados. Los arboles de naranja ven pasar el tiempo y la historia, de ese lugar que visitan 11 mil personas diarias, de todas las nacionalidades, y que es considerado el Monumento más importante de España, de esta España que una vez fue mora y que, cuando se decidieron, expulsaron a los árabes de su sitio y de la historia, a que lloraran como mujeres lo que no supieron defender como hombres.
Visítenos: www.gilbertohaazdiez.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario