ARTICULISTA INVITADO
La semana pasada el Congreso de la Unión aprobó la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2014, donde se desglosan los recursos que ingresarán a las arcas del gobierno.
El escenario macroeconómico para el 2014, considera un tipo de cambio de 12.9 pesos por dólar, de 85 dólares el precio del barril de petróleo, un crecimiento económico de 3.9% y una inflación de 3% con un margen de un punto porcentual.
Con los ajustes realizados a la propuesta enviada por el Ejecutivo Federal se estima que el gobierno mexicano recaude 4 billones 467 mil 225 millones de pesos, es decir, 12 mil 728 millones menos de lo que buscaba el paquete económico presidencial.
Del total a recaudar, 2 billones 709 mil 961.1 millones de pesos corresponden a los ingresos del gobierno federal; de ellos, 1 billón 770 mil 163 millones provendrán de los siguientes impuestos: del Impuesto Sobre la Renta (ISR) 1 billón 6 mil 376.9 millones de pesos; Sobre la Producción, Consumo y Transacciones 750 mil 537.4 millones de pesos; Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) 134 mil 441.6 millones de pesos; Alimentos con Bajo Valor Nutricional y Alta Densidad Calórica 5 mil 600 millones de pesos.
Por otra parte, la recaudación federal participable se prevé en 2 billones 292 mil 615 millones de pesos, en beneficio de las entidades federativas y los municipios.
En el tercer trimestre habrá de hacerse una revisión a la renta petrolera por las secretarías de Energía y Hacienda, utilizando parte de los recursos acumulados en el Fondo Sectorial CONACYT - Secretaría de Energía - Hidrocarburos, para valorar la posibilidad de disponer de hasta 3 mil millones de pesos con la finalidad de destinarlos al financiamiento de proyectos del ramo 38 de Ciencia y Tecnología vinculados a los objetivos del programa del sector energético.
Resulta urgente aprobar una reforma energética responsable, que le permita a nuestras paraestatales PEMEX y CFE, hacerlas más eficientes, obtener mayores ingresos y diversificar sus métodos de exploración y producción.
Sin duda, la CFE requiere modificar las formas de generación de energía eléctrica por otras sostenibles, seguras y de menor costo. En el caso de PEMEX es indispensable propiciar la inversión de riesgos compartidos para generar mayores oportunidades en el aseguramiento de nuestras reservas petroleras y obtener todos los derivados del petróleo, para dejar de importar las descomunales cantidades de gasolinas y gas natural.
Para continuar con nuestro desarrollo económico y social, la planeación debe ser continua, integradora, con la participación de los estados, municipios y federación, pero sobre todo debe consolidarse una fuerte inversión en educación a fin de formar ciudadanos que respondan a las condiciones cambiantes de nuestro entorno.
Otro de los puntos vitales para detonar nuestro crecimiento económico tiene que ver con la inversión en el campo, si logramos producir la mayoría de lo que comemos y además obtener excedentes con mercados disponibles, lograremos incrementar nuestros activos gradualmente. Gran parte del futuro de México se encuentra en el campo, debemos aprovechar nuestro potencial.
Confiamos que estos aspectos sean considerados en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2014, que en fechas próximas habrá de analizar, discutir y aprobar la Cámara de Diputados.
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