ACERTIJOS
*De Juan Cruz: abandonar un barco en una travesía es como dejar un libro olvidado. Camelot.
A MANZUR SE LO LLEVO OBAMA
El mismo sábado muy temprano, el rumor se fortalecía. Caía Manzur, el secretario de Finanzas y exalcalde de Boca del Río, pueblo de pescadores. La causa, de todos sabida, les cacharon como plomeros del Watergate en video y voz mapacheando por dónde se podía. El gobernador Duarte, en el marco de sus atribuciones legales, optó por solicitarle se apartara del cargo para que, lo que viene, que pueden ser procedimientos legales, los pueda defender desde la trinchera donde el gobierno sea ajeno a esos avatares. Hace nada escribí que parecía habían cesado los calambres. No fue así. El recuento de los daños prosigue, los partidos picudos de oposición (PRD-PAN), en una alianza de cubrir intereses cercanos pactaron abortar el Pacto por México del presidente Peña Nieto, y eso era insostenible. Caerían cabezas como en la época de Luis XV y la guillotina, puesta en fama por la Revolución Francesa y su autor ejecutor inventor, Joseph Ignace Guillotin, o sea, un José Ignacio a secas, pero francés, llegó a tierras veracruzanas. Era insostenible la posición de Manzur, con todo y que el gobernador, su amigo y aliado, intentó sostenerlo. Las presiones en el altiplano, diría un clásico, eran terribles. Comes y te vas, le habrán dicho a Salvador Manzur, que venía calientito de dejar asiento de alcalde. El gobernador explicó esas causas y remató este incidente con el compromiso de que “nada es más importante que servir a Veracruz y a los veracruzanos. Veracruz, es la única agenda del Gobierno del Estado”. Llega de encargado del Despacho, Carlos Aguirre Morales, una buena designación, un hombre de números que conoce a la perfección los vericuetos de las Finanzas, pues tiene tiempo recorriendo esos pasillos, algunas veces llenos de dinero y otras no, solo de deudas.
Las reyertas siguen y seguirán. Habrá mas cambios y seguro caerán otras cabezas. El gobierno no puede paralizarse y debe continuar con su trabajo. Hay muchas inversiones privadas llegando a Veracruz, eso crea empleos y da seguridad a la gente. Hemos sorteado otros vendavales muy fuertes, los de la inseguridad. Allí recobramos las calles, allí ya vemos que se avanza en ese rubro maldito donde los malos se apoderaron y vencían por momentos a los buenos. En eso hay que concentrarse porque la política, la política, como quiera que sea, según dicho de Groucho Marx: “la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
EL AMPUDIA QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO
En ese maremagno de cambios y de movimientos de piezas en el ajedrez de Palacio jalapeño, corrió el rumor de que el Sherlock Holmes nuestro, el doctor Enrique Ampudia Mello, que a veces no da mello, se iba al altiplano. Sabedores muchos de la relación afectiva y de trabajo y respeto que tiene con el poderoso secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong (Pachuca, Hidalgo, 5 de agosto de 1964), ahora que papá Obama se fue y el presidente Peña le dijo que todos los caminos de la seguridad entre Estados Unidos y México pasaban solo por esa oficina, entonces se pensó en los refuerzos y a Ampudia los vientos ya lo hacían caminar a ese DF lleno de smog y de ozono, que crean contingencia ambiental en estos meses aún fríos, hablé primero con Juan Herrera Marín, su colaborador, no sabía nada.
Poquito más tarde lo hice con Enrique Ampudia.
-¿Qué vas a hacer al DF, doctor?, pregunté como chamaco de escuela.
“Malinterpretaron una declaración mía, sigo aquí, mientras el gobernador Duarte me necesite aquí estaré”, dijo muy firme.
-Bueno, pues creo que ahí estarás, porque muy seguro el gobernador te necesita.
Entonces nos despedimos.
LA TERCERA ES LA VENCIDA
Un tiempo se le comparó con Pedro Infante, cuando entonaba Amorcito Corazón, yo tengo tentación de un beso. Rancherote, populachero, bigotón y un símil de ordeñador de vacas, reñía en popularidad con el famoso Joserra, mejor conocido como José Ramón Gutiérrez de Velasco. Panistas ambos dos (Fox dixit), uno logró su sueño de ser alcalde de Veracruz y luego impulsó candidatura de su esposa, Claudia Beltrami, hasta lanzarla al estrellato de la diputación del Congreso local, donde Claudia, entre muchos dinosaurios priístas, contuvo ese torrente que le llegaba al marido cuando dejó la chamba de alcalde y el Orfis afilaba los dientes. Pero Julio Saldaña no alcanzó nunca la gloria de la alcaldía, fue diputado por la Gracia de Dios, o del PAN de aquel entonces. Ahora, junto al cacheton presidente del PRD, un panzón que juega al toma-todo, exalcalde de Ciudad Mendoza, recordado por un incendio en el Mercado Hidalgo, y que es presidente golpista del PRD, le levanta la mano al Pedro Infante del PRD rojo, llamado así y acusado por los fundamentalistas azules, para ir por esa alcaldía jarocha por tercera vez. Es una bola de humo, me dijo un analista político, no alcanzará ni baranda Julio Saldaña Morán, pero ahí va para meter zancadilla a los candidatos de lo que antes era su partido, al Loco Acosta y al Chiki y a los que se dejen, entre ellos la Marijose. Otro homónimo de él, otro Julio, pero éste Julio César, el romano, dijo alguna vez: “Amo la traición, pero odio al traidor”. Entre Vergel y Rodríguez hay acusaciones de espurios, uno al otro se dice el legal, ambos se acusan de fulleros, las tribus pelean, se parecería a aquel cuento: entre Vergel y Rodríguez mataron un pajarito…
Comentarios: haazgilberto@hotmail.com
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