Mis fuentes me informan que a en la última
reunión a nivel nacional de Canacintra, y en la última reunión nacional de
Concanaco, es decir en la última asamblea mensual de cada una de estas
organizaciones empresariales, se ha comentado que el peor estado para hacer
negocios con el gobierno es Veracruz. Nos otorgan el primer lugar entre los
peores estados para hacer negocios, ante la magnitud y el retraso en el pago de
los adeudos de Gobierno del Estado.
Los comentarios varían, desde que se está
ahorrando para las próximas elecciones, hasta que no le alcanza al estado la
participación federal que recibe cada mes, y que sufren incluso para pagar la
nómina de los trabajadores al servicio del estado. Por ello, son incapaces de
pagar un adeudo a empresas y negocios tanto veracruzanos como de fuera del
estado.
Esas son las explicaciones y comentarios
de aquéllos que no están involucrados en política, pues hay una tercera versión
que toma forma, entre algunos círculos políticos estatales. El comentario
implica que hay un acuerdo soterrado para dejarle la gubernatura al Partido
Acción Nacional para el próximo período, y que el beneficiario de dicho acuerdo
es el panista más reconocido y conocido en el estado, el propio Miguel Ángel
Yunes. Para ello, a pesar de la conocida
antipatía que tiene este personaje y el gobernador del estado, desde la propia
SEFIPLAN veracruzana se está haciendo todo lo posible por apoyarlo, y por ello
no pagan a las empresas de Veracruz.
El análisis es sencillo: Si no le pagamos
a las empresas, los empresarios jamás votarían por el PRI, pero a su vez, ellos
repercuten su daño económico en sus trabajadores, y en quienes de ellos
dependen, creando una ola de antipatía al partido en el poder, es decir al PRI,
por ello, es uno de tantos proyectos para impulsar al partido acción nacional,
pero en especial la figura de Miguel Ángel a niveles estratosféricos.
Hoy por hoy, se afirma que si mañana fueran
las elecciones, el PAN, a pesar de los conflictos internos ganaría, gracias al
carisma de Miguel Ángel, y en especial porque él representa lo antagónico del
actual gobierno del estado.
Los empresarios afirman que durante años
fueron atendidos por los distintos secretarios de despacho, y siempre
obtuvieron a corto o largo plazo, el pago de sus servicios o bienes. Pero tiene
aproximadamente un año, que ningún funcionario de primer nivel de gobierno del
estado los atiende. Si tienen suerte los escuchan, simulan atender su petición
e interceder por ellos ante el poderoso tesorero del estado Tarek Abdalá, pero
no resuelven nada.
Incluso hasta la intervención de los
senadores y diputados del PRI resulta inútil, dañando a fondo la imagen de Pepe
Yunes, pues Héctor desde el principio le dice a quien se le acerca, que es
imposible que este gobierno pague sus deudas, y así, él también se desmarca de
gobierno del estado.
Se afirma que aún invirtiendo ingentes
cantidades de dinero en la promoción y compra del voto, la ciudadanía está
harta de las actitudes prepotentes y arrogantes de los colaboradores de Javier
Duarte, y sobre todo, de verlos como nuevos ricos, mientras el resto del
estado, y sobre todo, muchas empresas productivas sufren los embates de una
crisis económica que está dañando los cimientos de la economía local.
Si a eso le añadimos que los municipios
priístas reciben sus participaciones federales ¨rasuradas¨, y que muchas de las
obras que en esos municipios se han iniciado corresponden a gobierno del
estado, y éstas no se llevan a cabo, dejando a medias la obra, con las
respectivas molestias de los ciudadanos, queda claro, que la escases de
recursos económicos, real, fingida o desviados, le está haciendo mucho daño a
unos de los bastiones del PRI a nivel nacional.
Habrá que ver si el gobernador Javier
Duarte decide poner orden en las finanzas del estado, pues de eso sabe y mucho,
habiendo sido subsecretario y secretario del ramo, o si deja que sus
funcionarios se dediquen a buscar el próximo puesto público, como la diputación
federal que pelearán muchos de ellos.
Esas diputaciones federales se han vuelto la maldición de los
veracruzanos, pues en lugar de atender sus funciones, Tarek Abdalá y muchos
otros, se dedican a visitar sus distritos y promoverse, con la ilusa ilusión de
resultar candidatos y posteriormente ganar la elección.
El problema es que estos funcionarios le
prometen mucho a los veracruzanos y a sus electores, y luego los dejan
olvidados. Ejemplo: ¿Tarek, podrías ver
si me pueden pagar algo de lo que me deben?, ¨con todo gusto, mañana le
informo¨. Y el empresario se queda
esperando, porque nunca más será recibido, atendido y mucho menos sabrá que
hizo el actual tesorero por su deuda.
Eso es Veracruz el día de hoy, y con los
centroamericanos encima, la situación se vuelve más complicada, pues si no hay
dinero o no alcanza para los gastos personales de los funcionarios, y además
para el gasto del estado, observamos que las obras prometidas no se terminan y
que no habrá villa centroamericana.
Esperemos que este problema no haga crisis cuando los ojos del país
estén en Veracruz.
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